El 90% de la región núcleo terminó la primavera con lluvias por debajo de los promedios históricos. El verano arranca con escasa humedad en el suelo y enciende una alerta a la cosecha gruesa.
En Pergamino ya se calcula una pérdida de hasta 20 % de rendimiento sobre suelos de menor calidad. Las lluvias de las próximas jornadas serán definitorias para el rinde: cae inexorable o sigue con chances.
Con el periodo crítico a la vuelta de la esquina, el maíz temprano se estremece con temperaturas mayores a 40°C y agua insuficiente en el perfil. Las proyecciones de los modelos no dejan demasiado margen para el optimismo.
70% del trigo cosechado y el rinde medio de la región no baja de los 39 qq/ha. Los máximos rendimientos llegan a superar los 60 qq/ha. Con la humedad justa y para no atrasar la siembra, avanza a paso firme la implantación de soja de segunda.
La campaña triguera está 5 quintales por encima del promedio del ciclo pasado. El trigo de la región núcleo podría superar la valla de las 6 Mt.
Es una oportunidad de oro para que La Pampa y Buenos Aires se alejen de la falta de agua que se arrastra desde mitad de año. La siembra gruesa comienza sin el aporte de forzantes globales y con reservas de agua en rojo.