El trigo cerró en baja por cuarta sesión consecutiva, arrastrado por ventas técnicas en la posición más cercana. Persistió la influencia de factores que marcaron las negociaciones en la jornada de ayer. Presionado por el incremento en las estimaciones del USDA para la producción y los stocks globales, que reforzó la percepción de una oferta mundial abundante. La baja de retenciones de Argentina siguió añadiendo presión competitiva adicional a los mercados externos, dando sustento a las pérdidas en Chicago.

El maíz también finalizó en terreno negativo, retrocediendo tras el impulso del martes. Si bien la demanda mostró dinamismo —incluyendo la compra desde Corea del Sur por 136.000 toneladas—, la expectativa de alta oferta en EE.UU. y Sudamérica limitaron cualquier intento de recuperación. A pesar de que el WASDE de ayer proyectó mayores exportaciones de EE.UU. y menores existencias finales, el mercado se mantuvo presionado por el volumen global disponible y por las fuertes competencias externas, acentuadas por la reducción de retenciones al maíz en Argentina.

La soja logró revertir la tendencia y cerró en alza tras varias ruedas bajistas, recuperándose desde mínimos de seis semanas. Si bien persisten dudas sobre la velocidad con la que China recomprará soja estadounidense y el USDA mantuvo sin cambios un pronóstico de exportaciones en niveles bajos respecto a los promedios históricos, el mercado encontró sostén en las compras técnicas y en la expectativa de que las lluvias intensas previstas en Brasil puedan ralentizar el avance inicial de la campaña.

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