Luego de finalmente perforar un mínimo desde julio del 2020 en la serie continuada del contrato más operado en el transcurso de la sesión, los futuros del trigo rebotaron sobre el cierre de la jornada y finalizaron levemente al alza a partir de compras de oportunidad y toma de ganancias en las posiciones vendidas. La fuerte competencia en el mercado de exportación y la ausencia de tensiones en la oferta mantienen a los precios en terreno bajista. Además, la caída del maíz arrastra al trigo en la competencia por demanda para forrajes.

En el mercado del maíz, las expectativas de una gran cosecha estadounidense siguen ejerciendo una fuerte presión sobre las cotizaciones de los futuros que no encuentran un piso y alcanzan nuevos mínimos contractuales por tercera sesión consecutiva. Los datos del USDA que muestran las mejores calificaciones de cultivo en nueve años refuerzan la expectativa de una cosecha récord, consolidando un panorama de oferta holgada mientras la safrinha brasileña comienza a salir de los puertos del país tropical hacia los principales demandantes del mundo.

Los futuros de la soja finalizaron la sesión en baja, afectados por la caída de los futuros de harina de soja, que arrastraron a todo el complejo oleaginoso. La abundante oferta del subproducto y el estancamiento de la demanda interna y externa limitan cualquier repunte, mientras las exportaciones siguen rezagadas y los mercados aguardan señales más claras de reactivación de la demanda internacional. Al mismo tiempo, se aguardan novedades respecto de las negociaciones entre Estados Unidos y China y su posible impacto en el comercio internacional de la oleaginosa.

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