Comienza un nuevo ciclo presidencial con una economía con muchos desequilibrios. El objetivo planteado es un reordenamiento fiscal, monetario y cambiario, donde ya se dieron las primeras señales, pero aún con un largo camino por recorrer.
Se prevé que la producción se recupere fuertemente y alcance su segunda mejor marca histórica, decantando en mayores exportaciones y un fuerte impulso a la actividad económica.
La producción mundial de granos ascendería a 3.464,1 Mt el próximo año, impulsando un crecimiento en el comercio mundial. Mientras tanto, el mercado descuenta una tendencia decreciente de los precios para las commodities agrícolas.
La próxima campaña espera 1,3 millones de viajes en camión y 110.000 vagones de tren más que este año comercial para la logística de granos. El volumen transportado crecería más de un 70% Proyectos que mejorarían la situación logística en el Gran Rosario.
El crecimiento del bioetanol de maíz compensa el recorte del azúcar en 2023. Perspectivas de mejora para el biodiesel de cara al 2024, aunque marcaría la tercera producción más baja de la historia para la industria.
El consumo interno rondaría 5,1 millones de toneladas: el 43% del consumo sería explicado por la carne bovina, el 42% por la aviar y el 15% restante por la porcina. Las exportaciones netas de carnes podrían acercarse a US$ 2.580 millones.
Diciembre suele ser un mes de balances. Aun dentro de un contexto, con cambios y reestructuraciones diarias, es importante poner en valor aquellos avances que se van logrando en terrenos que indefectiblemente nos obligan a llevar la mirada al largo plazo.
La agroindustria cierra otro año como el tercer generador de energía del país. El complejo Petrolero-Petroquímico muestra su tercer nivel exportador más alto en 20 años. El 2023 proyecta un récord exportador para el litio, con casi US$ 900 millones.
El mercado de capitales argentino aún tiene mucho potencial de crecimiento considerando sus virtudes de orientar el ahorro privado a la inversión productiva como de administrar eficientemente los riesgos y las oportunidades de inversión.
El año 2024 se presenta como un horizonte de innovación donde las tendencias tecnológicas prometen grandes cambios encontrando así una mayor convergencia entre la innovación y el crecimiento económico acelerado.