Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Nuevas lluvias entre sábado y domingo

El periodo comprendido entre el jueves 13 y el miércoles 19 de noviembre comienza con buenas condiciones meteorológicas que se mantendrán hasta las primeras horas del sábado 15, momento en el que un sistema frontal frio se desplazará por la región favoreciendo la ocurrencia de precipitaciones en forma de chaparrones y tormentas, algunas de las cuales podrían ser localmente intensas.

Las condiciones mejorarán rápidamente durante la mañana del domingo 16, acompañadas por la rotación del viento al sector sudoeste/sur con intensificación temporal. Se espera que este mejoramiento perdure hasta el final del periodo de pronóstico.

Las temperaturas máximas ascenderán paulatinamente hasta alcanzar los 30 a 34°C el sábado 15, posteriormente habrá un descenso térmico debido a la irrupción de aire más frío. Se estima que las marcas térmicas se recuperarán a partir del lunes 17 y principalmente martes 18.

Las temperaturas mínimas tienden a ascender con el correr de los días rondando los 15 a 18°C hasta el sábado 15. Posteriormente los registros descenderán, alcanzando los valores más bajos del periodo, entre 7 y 10°C, el lunes 17.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias muy variables: entre 2 a 50 mm

La semana comprendida entre el jueves 6 y el miércoles 12 de noviembre se registraron precipitaciones con acumulados que tuvieron una variabilidad espacial significativa. En el norte de la zona GEA, entre 10 y 25 mm, mientras que en el sur los montos fueron inferiores, entre 2 y 15 mm. En el centro/este se midieron los máximos del periodo, dos núcleos aislados correspondientes a tormentas localizadas, cuyos valores rondaron los 25 a 50 mm. El mayor registro del periodo fue de 48,6 mm y se midió en la localidad de Chovet, en Santa Fe.

Las temperaturas máximas tuvieron una distribución con los valores más altos, entre 32 y 34°C, en el norte de la zona GEA. En el resto de la región las marcas rondaron los 26 a 32°C. El registro más alto del periodo, 34°C, se midió en la localidad de Colonia Almada, en Córdoba.

Las temperaturas mínimas más bajas se localizaron en el oeste de la zona GEA y oscilaron entre los 5 y 7°C. El mínimo extremo del periodo, 5°C, se midió en la localidad de Idiazabal, en Córdoba.

Con este panorama las reservas disminuyeron respecto de la semana pasada. En el centro de la zona GEA las condiciones óptimas se redujeron y se mantienen adecuadas, disminuyendo hacia el noroeste donde alcanzan niveles de escasez a sequía.

Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren alrededor de 40 a 80 mm en el oeste de la zona GEA, mientras que en el noroeste el faltante de agua alcanza los 100 a 140 mm. En el noreste los acumulados necesarios rondan los 20 a 60 mm para mantener condiciones de humedad del suelo óptimas, mientras que en el sector sudeste los valores rondan los 10 y 20 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Lluvias de noviembre: excesos en Buenos Aires y la mejora en el oeste

La primera década de noviembre culmina con un comportamiento pluvial similar al de octubre. Con aportes de agua muy recurrentes que presentaron una periodicidad cercana a un evento, de mayor o menor intensidad, cada cuatro o cinco días.

Como resultado de este buen desempeño de las precipitaciones los acumulados de las primeras dos semanas del mes en la región pampeana alcanzan, en promedio, registros entre 30 y 80 milímetros, con un máximo extremo de 140 milímetros en la localidad de Daireaux, en pleno corazón de la zona más comprometida por los anegamientos en Buenos Aires.    

Un aporte de agua que perjudica aún más el delicado estado de las zonas del centro y oeste bonaerense pero que, en este caso, mejoró parcialmente las reservas de agua en La Pampa, el oeste Cordobés y San Luis, sectores de la franja oeste mediterránea que desde hace tiempo vienen retrasados en cuanto a la humedad edáfica disponible.      

Otro sector que en lo que va del mes también fue receptor de lluvias y tormentas reiteradas y de significativo volumen fue el norte de la Mesopotamia, donde los registros variaron entre 70 y 100 milímetros favorecidos por un significativo aporte de aire húmedo proveniente del sudeste de Brasil.

El escenario actual no se presenta fácil para el centro y oeste de Buenos Aires, donde los excesos requieren una importante disminución de las precipitaciones en noviembre y probablemente durante parte de diciembre, para recuperar aunque sea en parte cierta normalidad hídrica.

Considerando esta necesidad, la presencia y proyección de un enfriamiento del Pacifico compatible con niveles NIÑA parece un argumento positivo, aunque seguramente no compartido por gran parte de la zona núcleo y sectores de la franja oeste de la región pampeana, donde las condiciones actuales son favorables pero que todavía tienen todo el verano por delante.     

De todos modos, el indicador oceánico Niña, aunque presente, por el momento no ha tenido influencia negativa sobre las precipitaciones y se ha visto enfrentado por otros condicionantes de escala media o regional, que han potenciado un destacado desempeño pluvial en lo que va de la primavera.

Las condiciones con las que se inició la campaña gruesa son inmejorables, mucho más si las comparamos con las del año pasado. Buenas reservas, perfiles recargados y napas recuperadas, un combo favorable como para afrontar sin demasiados sobresaltos cualquier disminución de las precipitaciones que pueda producirse hasta enero del nuevo año, periodo en el que según los modelos se proyecta el máximo enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central