Indicadores Climáticos
Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo
Se esperan acumulados significativos hasta el sábado
El periodo comprendido entre el jueves 18 y el miércoles 24 de septiembre comienza con condiciones inestables. Esto favorecerá la ocurrencia de lluvias y chaparrones aislados e intermitentes en la zona GEA, aunque no se descarta la formación de tormentas.
La inestabilidad se mantendrá hasta el viernes 19 y la probabilidad de precipitaciones generalizadas aumenta a partir de la madrugada del sábado 20. Los acumulados estimados —acumulados que resaltamos que son de referencia—, de precipitación durante ese periodo rondarán entre los 30 y 50 mm en el sur de la zona GEA y entre 20 y 30 en el este.
Las condiciones meteorológicas tienden a mejorar hacia el final del sábado 20 acompañadas por la rotación del viento al sector sur/sudoeste, con una intensificación del mismo hasta la tarde/noche del domingo 21. Este mejoramiento de las condiciones meteorológicas perdurará hasta el final del periodo de pronóstico.
Las temperaturas máximas se mantendrán por encima de los 26 a 28°C hasta el viernes 19, luego se espera un descenso de los registros a máximas entre 17 y 19°C. Los valores tenderán a ascender nuevamente a partir del martes 23. Las temperaturas mínimas más elevadas del periodo se medirán durante el viernes 19 luego, la irrupción de una nueva masa de aire frío provocará un descenso térmico gradual con valores mínimos que oscilarán entre 3 y 5°C durante el martes 23. A partir del miércoles 24, las mínimas comenzarán a ascender nuevamente de oeste a este.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
Lluvias de hasta 30 mm en la región núcleo
La semana comprendida entre el jueves 11 y el miércoles 17 de septiembre se registraron precipitaciones, entre 2 y 30 mm, en el norte de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y centro de Santa Fe.
Los valores más altos, entre 25 y 32 mm se midieron el sur de Santa Fe. El máximo acumulado en el periodo fue de 32 mm y se midió en la localidad de Labordeboy, en Santa Fe.
Las temperaturas máximas tuvieron una distribución con los valores más bajos, entre 24 y 25°C, en el sudeste de la zona GEA y los más altos, entre 27 y 28°C, en el centro/norte. El registro más elevado, 27,5°C, se midió en la localidad de Pozo del Molle, en Córdoba.
Las temperaturas mínimas más bajas se midieron en el oeste de la zona GEA y oscilaron entre 2 y 5°C, mientras que en el resto de la región los valores oscilaron entre 5 y 8°C. El mínimo extremo del periodo, 2,6°C, se midió en la localidad de Hernando, en Córdoba.
Con este panorama las reservas se mantuvieron o disminuyeron levemente respecto de la semana pasada. En general las condiciones de humedad de suelo son adecuadas, mientras que en el sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires van de óptimas a abundantes.
Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren alrededor de 10 a 60 mm en el oeste de la zona GEA, mientras que en el noroeste el faltante de agua alcanza los 80 a 100 mm. En el noreste de la zona GEA los montos acumulados necesarios rondan los 10 a 20 mm para mantener condiciones de humedad optima en el suelo.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
Invierno 2025: precipitaciones récord en la estación seca
Transitamos la última semana de un invierno que tuvo todos los condimentos necesarios para calificarlo de cualquier modo menos de invierno.
El semestre frío y seco de Argentina llega a su fin con el inicio de la primavera y, contrariamente a lo esperado, tanto el otoño como el invierno 2025 fueron lo opuesto a una estación seca.
Concluyendo el verano, el Pacífico Ecuatorial Central entró en fase de neutralidad que se proyectaba, y se proyecta con continuidad por lo menos hasta octubre 2025. En ese estado el forzante global Niño/a dejó de tener influencia sobre las precipitaciones en nuestro país.
Tal como mencionamos en los informes de esa época, tomando en cuenta otras variables y condicionantes de mesoescala, había indicios claros de aportes de agua por encima de la media durante el semestre frío, acompañados de temperaturas también superiores a las normales, anticipando un invierno más cálido y húmedo de lo normal.
La proyección estaba, pero la conjunción poco habitual de vectores climáticos como la sostenida circulación noreste, la anomalía positiva de la temperatura superficial del Atlántico y una errática circulación fría del sur, superaron lo previsto potenciando precipitaciones récord, con atípico volumen de agua y una distribución recurrente a lo largo de los dos trimestres. Esto permitió algo que no estaba contemplado aun considerando un otoño/invierno pluvialmente muy generosos.
Durante su estación seca, la región pampeana en su totalidad se recuperó de un déficit hídrico que a principios de año, luego de tres periodos de sequía, se estimaba como el equivalente a un año completo de precipitaciones.
Un comportamiento pluvial sumamente favorable que repuso completamente el nivel de perfiles y napas estableciendo un escenario óptimo para la campaña fina pero, por las características de la intensa acumulación de agua, también provocó excesos localizados en grandes áreas que actualmente presentan un delicado equilibrio entre reservas optimas y encharcamiento.
Esta desproporcionada oferta de agua durante la estación seca puede constituir un importante desafío si tenemos en cuenta que, por delante, queda el semestre en el que, sin forzantes globales negativos que la restrinjan, se acumula la mayor parte del agua de todo el año.
En los últimos siete días el centro de la región núcleo recibió precipitaciones de 10 a 30 milímetros que dejaron al limite los suelos para las siembras de la gruesa. El cambio estacional de septiembre se caracteriza por una gran variabilidad atmosférica que complejiza los pronósticos, aun los de corto plazo, y eso esta ocurriendo actualmente. Las lluvias y tormentas previstas por los modelos para el inicio formal de la primavera son un hecho, pero han tenido cambios significativos de volumen y cobertura en los últimos dos días que dificultan prever con certeza cuales serán las zonas afectadas por lo mayores registros. El centro de la región pampeana, sin dudas, recibirá precipitaciones acordes con la época, el nivel de afectación dependerá de cuanta agua hayan drenado los suelos desde las lluvias previas.