Indicadores Climáticos
Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo
Temperaturas que podrían superar los 36 a 38°C
A partir del lunes 13, las temperaturas máximas llegarán a 36 y 38°C. Estos registros podrían ser superiores en el sector sudoeste de la zona GEA.
Durante el periodo comprendido entre el jueves 9 y el miércoles 15 de enero se registrarán altas temperaturas. Las marcas serán altas durante el jueves 9, entre 32 y 34°C. Se espera un leve descenso térmico durante el viernes 10. Pero, a partir del sábado 11, las máximas comenzarán a ascender nuevamente alcanzando los valores más elevados del periodo, entre 36 y 38°C, a partir del lunes 13. Estos registros podrían ser superiores en el sector sudoeste de la zona GEA.
Las temperaturas mínimas inicialmente oscilarán entre los 17 y 20°C pero, hacia el martes 14 o miércoles 15, comenzarán a ascender, principalmente en el sector oeste de la zona GEA donde podría alcanzar los 20 a 23°C o incluso superiores.
Se esperan condiciones inestables sobre el centro/oeste de la zona GEA que se mantendrán hasta el sábado 11 favoreciendo la posibilidad de chaparrones y tormentas aisladas e intermitentes, alguna de las cuales podría ser localmente intensa.
A partir del domingo 12, en general, se esperan buenas condiciones meteorológicas hasta el final del periodo de pronóstico. Aunque, el miércoles 15 existe una baja probabilidad de chaparrones en el sudoeste de la zona GEA.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
Escasas lluvias sobre el oeste de la región y nada en el este
La semana comprendida entre el jueves 2 y el miércoles 7 de enero se registraron precipitaciones en el oeste de la zona GEA. Los acumulados fueron poco significativos ya que no alcanzaron los 12 mm. Cabe mencionar que al generarse tormentas aisladas podría haber habido montos superiores pero que no sido medidos con las estaciones de la red GEA. El valor de precipitación máximo del periodo fue de 11,6mm y se midió en la localidad de Bengolea, Córdoba.
Las temperaturas máximas fueron elevadas y oscilaron entre los 33 y 36°C. Las marcas térmicas más altas se ubicaron en el sector noreste y sudoeste de la zona GEA. El valor máximo extremo, 35,9°C, se midió en la localidad de C. Pellegrini, en Santa Fe.
Las temperaturas mínimas rondaron los 11 a 17°C en forma generalizada, encontrándose los valores más bajos en el sudeste del área GEA y los más altos en el noroeste. El registro más bajo del periodo, 11,4°C, se midió en la localidad de Chacabuco, Buenos Aires.
Con este panorama las reservas de agua en el suelo disminuyeron en el sur y principalmente sudeste de la zona GEA, donde los niveles actuales de humedad van de escasos a sequía. En el sector centro/oeste los niveles se encuentran regulares.
Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren entre 80 y 100 mm en el centro/oeste del área GEA. En el sector sur los acumulados necesarios varían entre 100 y 120 mm, mientras que en el sudeste los registros necesarios para alcanzar condiciones de humedad óptimas ascienden a montos entre 120 y 150 mm.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
“Seguimos en un evento Niña. El enfriamiento actual es cercano a –1ºC lo que supera el rango de Niña débil”
La primera semana del año no fue pluvialmente generosa con el centro este de la región pampeana profundizando la marcada disminución que presentaron las precipitaciones durante la segunda mitad de diciembre.
Tal como ocurrió a finales del mes pasado, en los últimos siete días las lluvias estuvieron recostadas sobre la franja oeste del país. El sudoeste de Córdoba y San Luis recibieron acumulados significativos, entre 10 y 70 milímetros, con algunas tormentas localmente severas.
Parte del NOA también recibió precipitaciones por encima de los 40 milímetros, con un valor poco común en Jujuy donde, en la semana, se superaron los 100 milímetros que prácticamente es el valor medio estadístico de todo enero.
Muy distinto fue el escenario para el resto de la región pampeana y el NEA, donde casi no se acumuló agua de lluvia desde que comenzó el 2025.
Las reservas de agua en el suelo acompañan con un pronunciado detrimento el comportamiento que han tenido las precipitaciones en las últimas semanas. Fundamentalmente la zona núcleo y el centro este de la región pampeana, donde el mayor requerimiento atmosférico, el aumento de radiación solar propio de la época y el progresivo incremento de consumo de las siembras no fueron acompañados con un adecuado aporte de agua.
Por el contrario, el centro oeste mediterráneo y el sudeste bonaerense presentan buenos niveles de humedad que le brindan a sus cultivos una ventaja comparativa respecto de los demás sectores productivos.
Los pronósticos de corto y mediano plazo no son optimistas para la primera quincena de enero. No se esperan eventos pluviales significativos y, seguramente, durante el fin de semana las temperaturas experimenten un fuerte ascenso y una mayor continuidad, reduciendo considerablemente la amplitud térmica que sirvió de alivio durante diciembre.
En cuanto a los condicionantes de escala planetaria, la anomalía positiva del Atlántico sobre las costas de Brasil, Uruguay y Argentina se ha debilitado, disminuyendo el eventual flujo de aire cálido y húmedo que podría ingresar desde el noreste hacia el centro del país. Este efecto adverso se ve potenciado por la presencia de una zona de alta presión sobre el centro este de la región pampeana que se contrapone al ingreso de humedad de ese sector.
Por el lado del Pacifico Ecuatorial Central, aunque los efectos de su enfriamiento no se hayan sentido durante la primavera por su bajo acople atmosférico y la buena disposición de los mecanismos de escala regional, seguimos en un evento Niña, con un enfriamiento actual cercano a –1ºC que supera el rango de Niña débil (de –0,5 a –0,9), y esto, según los modelos confiables, será así por lo menos hasta finales de febrero.
Sin lluvias generalizadas previstas para la primera quincena de enero sobre la franja este del país va a ser muy difícil que los cultivos, cerca de su período crítico, no sufran algún tipo de deterioro. Con condicionantes globales adversos el que eso no suceda dependerá, en gran parte, de un nuevo alivio que los eventos extra Pacifico y de escala regional le puedan aportar a las reservas de agua en los sectores más comprometidos de la zona núcleo como lo hicieron durante la primavera.