Indicadores Climáticos
Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo
Ascenso de la temperatura y sin lluvias
El periodo comprendido entre el jueves 12 y el miércoles 18 de septiembre se espera que las temperaturas máximas alcancen los 27 a 28°C. No se espera que se registren lluvias.
Solo en la tarde/noche del viernes 13 la intensificación del viento del sector noreste provocará un aumento de la inestabilidad sobre el centro, y principalmente el norte, de la zona GEA, pero la probabilidad de precipitaciones es muy baja.
Las temperaturas máximas se mantendrán entre los 17 y 20°C en el sur de la zona GEA, y serán levemente superiores en el norte hasta el sábado 14 cuando comenzarán a ascender hasta alcanzar los 27 a 28°C en el final del periodo. Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas, inicialmente rondarán los 6 a 7° en el sur de la zona GEA y los 8 a 9°C en el norte pero ascenderán paulatinamente a partir del día domingo hasta alcanzar valores de 18 a 20° en el sector norte, y cercanos a los 16°C en el sur, durante el miércoles 18 de septiembre.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
Muy pocos milimetros sobre la región
La semana comprendida entre el jueves 5 y el miércoles 11 de septiembre solo se registraron algunas lloviznas débiles y muy aisladas que no superaron el milímetro en el sudoeste de la zona GEA. El mayor acumulado fue 1,2 mm y se midió en la localidad de Rufino, en Santa Fe.
Las temperaturas máximas, por segunda semana consecutiva, fueron muy elevadas para la época del año, entre 29 y 31°C en el noroeste de la zona GEA y más bajas en el sudeste, donde los valores oscilaron entre 24 y 27°C. El registro más alto, 31,4°C, se midió en la localidad de Hernando, en Córdoba.
Las temperaturas mínimas, en general, se ubicaron dentro de los valores normales estacionales, entre 1 y 6ºC, con dos localidades puntuales donde las marcas estuvieron por debajo del punto de congelación: Lincoln, en Buenos Aires, con -0,4ºC y Hernando en Córdoba donde se midió el valor más bajo del periodo, -0,7°C.
Con este panorama de ausencia pluvial, las reservas de agua en el suelo volvieron a desmejorar y solo se mantienen adecuadas en el extremo sudeste de la zona GEA. En el resto de la región las condiciones de humedad van de regulares a escasas, con un con un mayor avance de la condición de sequía sobre la franja oeste de la zona GEA.
Con las actuales condiciones hídricas, en los próximos quince días, se requieren entre 100 y 160 mm en la mayor parte de la zona GEA. Mientras que en el sudeste los acumulados necesarios disminuyen a valores entre 10 y 60 mm para alcanzar las condiciones de humedad óptimas.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
Niña más leve y tardía: posibilidad de mayor humedad hacia la última parte del mes
La primera década de septiembre no consiguió afianzar las mejoras conseguidas en el final de agosto. Solo dos regiones se escaparon de la lógica pluvialmente mezquina que continúa planteando la última etapa del invierno: el extremo norte de la Mesopotamia, que en los primeros días del mes acumuló registros entre 15 y 40 milímetros, y un acotado sector en el sudoeste de la región pampeana que en los últimos siete días sumó entre 2 y 8 milímetros, destacándose la localidad de Coronel Suarez con 18 milímetros.
Un comportamiento tan poco activo de las precipitaciones está favoreciendo el avance de la superficie de sequía, no solo sobre la mayor parte de la región pampeana sino de la Argentina en su totalidad. Prácticamente el 70% del territorio nacional está dominado por esa condición hídrica de la cual apenas escapan la provincia de Buenos Aires, Corrientes y Misiones, donde el nivel de reservas es el esperado y, en menor grado, parte de Chaco y Entre Ríos.
La situación actual pone en evidencia la profunda crisis hídrica que afrontan las zonas que han recibido precipitaciones muy pobres en el trimestre de invierno, ya sea porque no se dieron las condiciones atmosféricas o porque simplemente son regiones donde el periodo frío del año no suele proveer lluvias generosas.
Un escenario que pone en compás de espera la siembra de maíz temprano y plantea grandes interrogantes para la etapa con más requerimiento del trigo.
De todos modos, estamos cerca del cambio estacional y de la consolidación de la primavera. El cambio de circulación comienza a inyectar mayor humedad y las temperaturas se potencian positivamente permitiendo un calentamiento superficial que, en cierto modo, favorece el aumento de la oferta de agua. En ese sentido, la probabilidad de una “Niña” más leve y tardía juega a favor, no como para pensar en recuperar totalmente el déficit arrastrado, pero sí dando la posibilidad de que se presente una ventana de mayor humedad hacia la última parte del mes que, sin llegar a completar el faltante de los perfiles, permita impulsar el avance de las siembras.
Por el momento, el mensaje positivo a tener en cuenta es el recurrente esquema de circulación que ha mostrado septiembre desde su inicio y que, según los pronósticos, se mantendrá en el mediano plazo, disminuyendo la probabilidad de heladas tardías sobre el centro de la región pampeana.