Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Hay probabilidad de lluvias para el domingo

En la tarde del domingo 24 se espera la ocurrencia de chaparrones aislados e intermitentes que podrían generalizarse en toda la región y perdurar hasta la noche del lunes 22.

El periodo comprendido entre el jueves 18 y el miércoles 24 de abril comienza con buen tiempo en toda la zona GEA hasta la tarde del domingo 24, cuando se espera que comiencen a desmejorar las condiciones meteorológicas favoreciendo la ocurrencia de chaparrones aislados e intermitentes. Con el correr de las horas la probabilidad de precipitaciones se extiende de forma generalizada y se espera que la inestabilidad perdure hasta la noche del lunes 22. Las condiciones mejorarán durante el día martes, pero no se descarta la ocurrencia chaparrones en el oeste de la zona GEA hasta el miércoles 23.

Las temperaturas se presentarán en ascenso hasta el sábado 20 de abril, con máximas alcanzando los 23 a 25° en el norte de la zona GEA, que serán levemente inferiores en el sur. A partir del domingo 21 los registros tienden a descender y se estima que los máximos se ubicarán entre 14 y 18°C. Un nuevo ascenso térmico, de manera generalizada, se espera hacia el final del periodo de pronóstico. Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas, en ascenso hasta el sábado 20, con un descenso a partir del lunes 22, principalmente en el sur de GEA donde se esperan valores entre 7 y 10°C. En el sector norte los mínimos serán más elevados, variando entre los 14 y 16°C.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

El 90% de la región con acumulados de más de 80 mm

La semana comprendida entre el jueves 11 y el miércoles 17 de abril se registraron acumulados que superaron los 80 mm en el 90% del área GEA con dos núcleos máximos, uno de 150 a 160 mm en el sudeste de Córdoba y otro, de 180 a 190 mm, en Buenos Aires entre las localidades de Gral. Pinto y Chacabuco. El valor más elevado del periodo, 189 mm, se midió en Junín, Buenos Aires.

Estas abundantes precipitaciones en la zona GEA se debieron a la formación de un sistema de baja presión sobre Buenos Aires que provocó lluvias persistentes y generalizadas.

Las temperaturas máximas del periodo rondaron los 19 a 26°C. Los valores más elevados se registraron en el noroeste de la zona GEA y los más bajos en el sector sur. El valor más alto, 25,2°C, se midió en la localidad de Pozo del Molle, en Córdoba. Las temperaturas mínimas presentaron un gradiente sudoeste/noreste. Los valores más bajos rondaron los 7 a 10°C y los más altos oscilaron entre 10 y 12°C. El registro más bajo del periodo, 7,7°C, se midió en la localidad de Hernando, en Córdoba.

Con este panorama las reservas de agua en el suelo aumentaron significativamente respecto a la semana pasada en toda el área GEA, alcanzando niveles de exceso en la porción centro/este. Las condiciones disminuyen de abundantes a óptimas o adecuadas en el sector oeste.

Con la disponibilidad hídrica actual no requieren precipitaciones en los próximos quince días para sostener los adecuados niveles de reserva de agua útil.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Excesos hídricos en la mayor parte de la región pampeana La primera quincena de abril concluyó con excesos de agua generalizados que superaron las necesidades hídricas de los suelos en la mayor parte de la zona núcleo.   La persistente acumulación de aire cálido y húmedo, favorecida por la formación de un sistema de baja presión en el centro de la región pampeana se tradujo en precipitaciones sostenidas e intensas en casi todo el país.

La saturación de humedad en las capas bajas de la atmósfera potenció lluvias y tormentas que, con mayor o menor intensidad, estuvieron presentes prácticamente durante seis de los últimos siete días. Las condiciones de inestabilidad cubrieron el país desde el litoral hasta el sur de la región pampeana con acumulados que variaron desde 40 a 200 milímetros.

Un factor muy positivo fue la dinámica atmosférica que presentó el evento pluvial. Las precipitaciones fueron de cobertura generalizada y volúmenes muy significativos, pero con una pausada continuidad que los mantuvo alejados de convertirse en tormentas severas y disruptivas que provocaran daños en bienes y cultivos.

El aspecto no tan positivo de estas lluvias fue la acumulación de excesos hídricos, principalmente en zonas que ya tenían muy acotada su capacidad de recibir agua, como el sudeste de Santa Fe, noroeste de Buenos Aires y sur de Entre Ríos que ven complicada la continuidad de las labores de cosecha.

En la vereda opuesta se encuentra la franja oeste del país, donde se ubican las zonas que requerían un destacado volumen de agua para mejorar sus reservas de humedad. Córdoba, La Pampa y el oeste de Buenos Aires fueron las regiones más beneficiadas por las abundantes lluvias de los últimos siete días y eso cambió sus expectativas.      

Si bien todavía estamos en el contexto de un evento Niño y dentro de la transición estacional, combinación que normalmente presenta una alta inestabilidad y precipitaciones sobre las normales, recibir un evento tan importante fue atípico y más que oportuno para la franja mediterránea.

Con la condición deficitaria que arrastra esa región los dos primeros meses del otoño son cruciales para recomponer la humedad de los perfiles. El avance que tuvieron las intensas lluvias sobre el oeste cambió completamente el panorama futuro, ya que de otro modo esa zona veía muy complicada su posibilidad de sumar superficie de siembra para la próxima campaña.

La segunda quincena del mes se inicia con reservas ampliamente recuperadas en las regiones con capacidad de siembra y excesos hídricos en la mayor parte de la región pampeana. Los pronósticos de corto plazo prevén nuevas lluvias cerrando la segunda década del mes, esto continuaría sumando beneficios para el oeste pero puede complicar el avance de la cosecha en la franja este, donde los suelos se encuentran saturados.

Los acumulados de abril ya superaron los valores medios mensuales y continuarán sumando. La recuperación del agua en los perfiles es importante y está consolidando un escenario más que promisorio para el inicio de los cultivos de invierno, mucho más si consideramos la probabilidad de una primavera con poca humedad.