Indicadores Climáticos
Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo
Vuelven las lluvias: jueves, viernes, sábado y devuelta a partir del lunes
Empiezan el jueves con tormentas aisladas e intermitentes, y generalizadas del viernes al sábado. Y el lunes entra un nuevo frente frío. Temperaturas en descenso: mínimas por debajo de los 10°C el próximo miércoles.
El periodo comprendido entre el jueves 8 y el miércoles 14 de febrero, comienza con condiciones inestables favoreciendo la ocurrencia de lluvias y tormentas aisladas e intermitentes, con mejoramientos temporarios, en la zona GEA.
La probabilidad de precipitaciones generalizadas aumenta a partir de la primera parte del viernes 9 y se mantendrá hasta el sábado 10, cuando las condiciones meteorológicas mejorarán de oeste a este. En la madrugada de lunes 12 de febrero se espera el pasaje de un sistema frontal frío que provocará nuevamente la presencia de precipitaciones, aunque por poco tiempo ya que las condiciones tienden a mejorar durante la tarde de ese mismo día y se mantendrán estables hasta el final del periodo de pronóstico.
Cabe mencionar que existen algunas diferencias entre los modelos de pronóstico en cuanto a la ubicación de un sistema de baja presión que se estará formando durante el sábado 10. En función de eso se definirán los volúmenes acumulados y cuan generalizadas serán estas precipitaciones.
Las temperaturas permanecerán elevadas durante el jueves 8 de febrero en el norte de la zona GEA pero disminuirán levemente en el centro y sur. Con la llegada de las lluvias los registros descenderán respecto del comienzo de esta semana variando entre los 23 y 26°C, con un leve ascenso térmico temporal durante el domingo 11 de febrero. Las temperaturas mínimas tenderán a descender progresivamente con el correr de los días, alcanzando los valores más bajos de todo el periodo de pronóstico, por debajo de los 10°C, el día miércoles 14 de febrero.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
Máximas de 40°C y lluvias escasas
La semana comprendida entre el jueves 1 y el miércoles 7 de febrero se registraron escasas precipitaciones en el oeste de la zona GEA. El valor más alto, 12 mm, fue medido en la localidad de Colonia Almada, Córdoba.
Los valores de temperatura máxima fueron muy elevados, oscilando entre los 37 y 42°C, en forma generalizada. El valor más alto, 42,5°C, se midió en la localidad de Carlos Pellegrini, en Santa Fe. Las temperaturas mínimas tuvieron una distribución cuyo gradiente tuvo una dirección sudoeste/noreste. Los valores más bajos del periodo, entre 14 y 16°C, se localizaron en el sudeste de Córdoba y noroeste de Buenos Aires, mientras que los registros mínimos más altos, entre 17 y 19°C, se midieron en Santa Fe. El valor más bajo del periodo, 14,6°C, se registró en la localidad de Lincoln, Buenos Aires.
Con este panorama, y en función de las escasas precipitaciones recibidas, las reservas de agua en el suelo disminuyeron bastante respecto a la semana pasada. Las condiciones son regulares en el centro y escasas en los sectores noroeste y sudeste, con un crecimiento del área en sequía principalmente en Buenos Aires.
Con las actuales condiciones hídricas en una zona muy reducida del noroeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre 100 y 160 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en el sector central los valores oscilan entre los 80 a 100 mm. En Buenos Aires se necesitan entre 100 y 130 mm para lograr humedad edáfica adecuada.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
“El cambio en la circulación atmosférica permitirá retornar a cierta recurrencia de las precipitaciones durante la segunda semana del mes”
La primera semana de febrero profundizó la difícil situación que planteó la segunda mitad de enero sobre los cultivos que actualmente se encuentran en el periodo de mayor requerimiento hídrico.
La continuidad de la reticencia pluvial y la sucesión de días con temperaturas máximas extremas están impactando fuertemente en el estado de los suelos provocando un significativo retroceso de los niveles de reserva de agua. Fundamentalmente en la zona núcleo, en el corazón de la región pampeana.
El comienzo del nuevo mes acentuó el escenario de estrés térmico que venían soportando los cultivos desde que la periodicidad de las lluvias, típica de un año Niño, se interrumpió durante la segunda quincena de enero.
Temperaturas superiores a los 39ºC y un alto grado de insolación diaria marcaron el ritmo de los primeros días del nuevo mes. Esto fue así hasta que el ingreso de un sistema frontal, el domingo 4 de febrero, trajo algo de alivio interrumpiendo la ola de calor y aportando algunas lluvias y tormentas aisladas.
Este alivio duró poco tiempo y no fue generalizado. Las elevadas temperaturas volvieron a ser protagonistas en el final de la primera semana del mes y la recurrencia de las precipitaciones quedó acotada al centro y sur de Buenos Aires, La Pampa y parte del NOA. Allí, las temperaturas han dado un leve respiro y varias localidades lograron acumular más de 80 milímetros en los últimos siete días.
San Luis, San Juan y el norte de Córdoba también recibieron algunas lluvias aisladas pero mucho más dispersas y de menor volumen. La gran perdedora continua siendo la franja este del país. El norte bonaerense, este de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes llevan más de 20 días sin recibir precipitaciones soportando temperaturas casi tropicales, señales muy negativas para los rendimientos de los cultivos.
Más allá de este panorama desalentador, hay buenas noticias en los pronósticos de corto y mediano plazo. El Niño sigue activo y según las proyecciones lo estará hasta abril, a pesar de este cambio de comportamiento atmosférico producto de mecanismos regionales adversos, de moderada duración. Esto suele ser bastante común cuando predominan condicionantes globales que se mantienen por periodos largos de tiempo, como El Niño o La Niña. Todo fenómeno de escala global en algún momento se ve interrumpido por la acción de condicionantes de escala local que se contraponen a su influencia.
En el corto plazo los pronósticos indican que a partir del jueves 8 de febrero comenzará a producirse un cambio de las condiciones meteorológicas y un mayor acopio de humedad en las capas bajas de la atmósfera. Con el avance de un sistema frontal desde el norte patagónico, que activará una fuerte circulación del sur, se producirán lluvias y tormentas que irán ganando volumen y cobertura hacia el fin de semana. Según los modelos predictivos, el cambio en la circulación atmosférica permitirá retornar a cierta recurrencia de las precipitaciones durante la segunda semana del mes.