Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Con posibilidades Chaparrones y tormentas aisladas a partir del sábado, pero el calor sigue

El sábado comienza con posibilidades de precipitaciones intermitentes de forma aislada. La probabilidad vuelve aparecer a partir de la madrugada del  lunes 5 de febrero en la zona Sudoeste del área GEA hasta el  martes. Pero las temperaturas seguirán elevadas.

El periodo comprendido entre el jueves 1 y el miércoles 7 de febrero comenzará con condiciones de estabilidad y ausencia de precipitaciones significativas. Pero luego, en la madrugada/mañana del sábado 3 de febrero, no se descarta la ocurrencia de precipitaciones en forma aislada e intermitentes.

La probabilidad de precipitaciones aumenta a partir de la madrugada del lunes 5 de febrero en el sector sudoeste de la región. En la tarde/noche del lunes 5 y primeras horas de la tarde del martes 6 de febrero se espera la ocurrencia de chaparrones y algunas tormentas aisladas en el centro/sur. Si bien posteriormente se espera un mejoramiento temporario, la probabilidad de precipitaciones retorna en la tarde/noche del miércoles 7 de febrero.

Las temperaturas se mantendrán muy elevadas, oscilando ente 36° a 38°C, mientras que durante el domingo 4 de febrero se espera un leve descenso térmico en forma generalizado. Luego, a partir del lunes 5 nuevamente aumentarán las marcas térmicas máximas con valores que superarán los 38°C, pudiendo alcanzar los 39° hacia el fin del periodo de pronóstico.

Las temperaturas mínimas presentarán un comportamiento similar a las temperaturas máximas, alcanzando los valores más altos el viernes 2 de febrero. Luego, durante el domingo 4, se espera un leve descenso térmico, principalmente en la zona sur del área GEA, alcanzando los 17° a 19°C. Posteriormente, habrá un nuevo ascenso de las temperaturas mínimas, principalmente en el centro/norte regional, pudiendo oscilar entre los 25° a 28°C.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Sin lluvias y máximas de 35°C

La semana comprendida entre el jueves 25 y el miércoles 31 de enero se registraron escasas precipitaciones, inferiores a 2mm, en la zona oeste del área GEA.

Los valores de temperaturas máximas fueron elevados, oscilando entre los  35 y 37°C de forma generalizada. El valor más alto, 37°C, se midió en la localidad de Guatimozin, en Córdoba. Las temperaturas mínimas oscilaron entre los 15° a 18°C, con los valores más elevados dentro de la porción central. Se destacan dos núcleos de mínimas de 13° y 14°C ubicados en Córdoba y otro en Buenos Aires. La marca más baja del periodo, 13,4°C, se midió en la localidad de Junín, Buenos Aires.

Con este panorama, y en función de la ausencia de precipitaciones, las reservas de agua en el suelo disminuyeron respecto a la semana pasada, por lo que las condiciones son regulares a adecuada en la zona centro del área GEA. En los sectores noroeste y sudeste las condiciones son escasas con núcleos aislados de sequía. 

Con las actuales condiciones hídricas, en una zona muy reducida del noroeste regional se requieren en los próximos quince días acumulados entre 80 y 160 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas. En la zona centro los valores oscilan entre los 60 a 80 mm. En resto del sector bonaerense de la región núcleo se necesitan entre 100 y 120 mm.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

“La transición a febrero, por lo menos en su primera semana, no aportará cambios radicales”

Enero culmina con condiciones pluviales muy distintas a aquellas con las que comenzó el año. Es necesario remontarse al final de la primera quincena para encontrar las últimas lluvias.

Durante la segunda mitad del mes, la falta de precipitaciones fue una constante en toda la región pampeana  y las reservas de agua en el suelo comenzaron a retrotraerse a niveles críticos que ya considerábamos en el olvido. Reaparecen las áreas de sequía y todo parece indicar que la primera semana de febrero mantendrá un comportamiento similar, agravado por un aumento generalizado de las temperaturas, que tiene grandes posibilidades de convertirse en la primera ola de calor del año.

La conjunción de una zona de baja presión sobre el Atlántico, que sostiene una intensa circulación de aire desde el norte del país hacia la Patagonia, y el alto grado de radiación solar que permiten los cielos despejados de nubosidad están potenciando el fuerte aumento de las temperaturas en toda la región pampeana. Por primera vez en mucho tiempo las condiciones de circulación de la escala regional está neutralizado por completo la influencia positiva del fenómeno Niño.

Los pronósticos indican que la ausencia generalizada de lluvias se mantendrá, casi con seguridad, durante la primera semana del nuevo mes y solo algunas leves lluvias sobre el sur bonaerense podrían quebrar ese patrón.

Enero cierra con el retorno de un clima seco y hostil para el desarrollo de los cultivos y todo parece indicar que la transición a febrero, por lo menos en su primera semana, no aportará cambios radicales al respecto.