INDICADORES CLIMATICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Semana sin lluvias  y con marcado ascenso térmico

Sin probabilidad de precipitaciones  hasta el miércoles 2 de agosto. El martes, las máximas pueden tocar  hasta los 30°C.  

Las temperaturas máximas ascenderán con el correr de los días alcanzando el máximo valor el martes 1de agosto, donde los valores rodarán entre los 24° y 26°C, pudiendo llegar a los 28 o 30 °C en el norte de GEA. A partir del  miércoles 2 de agosto se espera un descenso térmico que provocará que las marcas térmicas desciendan a 20-22°C  en el norte de la región y a 16-18 °C en el sur.

Las temperaturas mínimas seguirán la misma evolución que los valores de temperatura máxima. El ascenso térmico será a partir de sábado 29 de julio y los valores máximos de temperatura mínima rondarán los 16° a 20°C durante el martes 1 de agosto. Posteriormente se espera un descenso térmico, principalmente en la zona sur del área GEA.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Escasas precipitaciones sobre el sudeste de la región

El registro más alto, de 3 mm tuvo lugar en  Baraderoy Bigand.

Entre el jueves 20 y el miércoles 26 de julio, se registraron acumulados que no superaron los 5 milímetros. El registro más alto, de 3 mm tuvo lugar en  Baradero (Buenos Aires) y Bigand  (Santa Fe).

Las temperaturas del periodo tuvieron una distribución heterogénea, con valores que promediaron los 20 a 22°C. El valor más alto fue de 27.4°C y se midió en la localidad de Clason (Santa Fe). Las temperaturas mínimas estuvieron entre los 2 a 4°C en el este del área GEA y hacia el oeste, los registros fueron menores, y variaron entre los -2 a 2°C. El menor registro tuvo lugar en Hernando (Córdoba) con  -1.8°C.

Con este panorama, y las modestas precipitaciones recibidas en los últimos siete días, las reservas de agua en el suelo se mantienen sin cambios significativos. En el este de Santa Fe y centro/este de Buenos Aires la humedad esta entre adecuada a abundante.  Hacia el oeste, el nivel de reservas decrece, prevaleciendo condiciones de escasez hídrica y núcleos  aislados de sequía, principalmente en el sur de Córdoba.

Con estas condiciones de humedad edáfica, para alcanzar el estado óptimo de las reservas se requiere que en los próximos quince días los acumulados alcancen entre 20 y 100 mm en el centro/oeste de la zona GEA. En el sector este no es necesaria la ocurrencia de precipitaciones.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Atmosfera muy inestable con algunas lluvias débiles y aisladas

Los últimos siete días han sido una reiteración de condiciones atmosféricas con alta variabilidad y constantes cambios de circulación. Es lo que se viene planteando desde el inicio del trimestre frío. Pero, en este caso dejaron algunas lluvias débiles y aisladas muy concentradas sobre el sudeste bonaerense.

Desde que concluyó el verano, las condiciones del tiempo dejaron de concordar con el almanaque. Basados solo en la fecha del año, se hace muy difícil hablar de otoño o invierno 2023. El ingreso de aire frío desde el sur, que normalmente prevalece a esta altura del año convalidando el invierno, no ha logrado imponerse, planteando una puja con el tránsito de aire tropical más cálido y húmedo que circula desde el norte. El constante reposicionamiento de los sistemas de alta y baja presión ha fomentado una batalla que se viene librando desde junio, provocando una alternancia entre ambientes templado y frío, pero lejos de la rigurosidad y continuidad que normalmente debería plantear el invierno.

La circulación fría del sur no es suficientemente fuerte como para mantener un enfriamiento prolongado, heladas sostenidas en el tiempo o una incursión de los sistemas frontales más allá del centro del país que puedan capitalizar en lluvias la humedad atmosférica presente. La circulación de aire cálido y húmedo desde el norte genera importantes coberturas nubosas y aumento de las temperaturas, pero también se queda corta y toda la humedad se mantiene contenida en las capas bajas de la atmósfera, favoreciendo la condensación pero casi sin potencial pluvial. El resultado de esta contienda pendular entre una circulación y otra es una variación periódica, casi monótona, en la que se alterna tiempo cálido y húmedo, que no logra lluvias destacadas, con un ambiente frío y seco que en ningún momento puede instalarse como para consolidar la estación fría.

El único comportamiento típico de invierno que se ha mantenido es la distribución preponderante de las precipitaciones sobre la franja este del país, algo que ha beneficiado al este de la zona núcleo, pero no tanto al sudeste bonaerense, donde la recurrencia de las lluvias está planteando condiciones de exceso hídrico debido a la mejor performance pluvial del otoño sobre esa región. Los pronósticos de corto plazo no muestran cambios de tendencia en el comportamiento atmosférico. No se prevén lluvias hasta finales de julio, pero sí otro ascenso térmico hasta valores primaverales que será interrumpido, a mediados de la semana próxima, por la llegada de un nuevo pulso frío. Por el momento, más de lo mismo.