INDICADORES CLIMATICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Descenso importante de la temperatura

Con el ingreso de un sistema frontal frío, las temperaturas comenzarán a bajar a partir de la noche del viernes 9. A partir del domingo 11 de junio, gran parte del área estará afectada por temperaturas de 0 a -2°C. Los valores extremos más bajos pueden estar entre -2 a -4°C.

Durante la madrugada del jueves 8, existe la probabilidad de que se produzcan lluvias débiles, aisladas, e intermitentes pero es baja. Luego, las condiciones meteorológicas tienden a mejorar hasta  la mañana del viernes 9. En ese momento un sistema frontal frio se desplazará por el área GEA, provocando otra baja probabilidad de lluvias débiles y aisladas.

Antes del ingreso del sistema frontal, se esperan condiciones ventosas del sector norte/noreste, una posterior rotación al sector sur acompañada por intensificación del viento en forma temporal. Con la rotación del viento se prevén buenas condiciones meteorológicas que se mantendrán hasta el fin del periodo de pronóstico.

La masa de aire polar que afectará el área GEA será muy importante durante el lunes 12 de junio. Incluso puede provocar nevadas en zonas serranas y aledañas.

Las temperaturas comenzarán elevadas, con valores por encima de los normales estacionales, entre 24 y 26°C. A partir del sábado 10 de junio, los registros descenderán significativamente en torno a los 14°C. Disminuirán aún más entre el domingo y el lunes 12, con máximas de 9 a 12°C. Las mínimas del periodo tendrán una evolución similar y comenzarán a descender a partir de la noche del viernes 9. A partir del domingo 11 de junio, una vez que la masa de aire polar abarque el área GEA, los valores se ubicarán por debajo del punto de congelación. Gran parte del área estará afectada por temperaturas entre 0 y -2°C, alcanzando valores extremos de -2 a -4°C. Esta masa de aire frio seguirá hasta el fin del periodo de pronóstico aunque las temperaturas mínimas se irán incrementando levemente con el paso de los días sobre la franja este. En el sector oeste y principalmente en el sur de la zona GEA, habrá heladas durante todo el periodo.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Sin lluvias sobre GEA

En la semana comprendida entre el jueves 1 y el miércoles 7 de junio no se registraron precipitaciones en el área GEA.

Las temperaturas del periodo estuvieron por encima de las normales estacionales. Los valores más elevados, entre los 24 y 26°C, se registraron en la porción norte, principalmente en el noroeste del área GEA. La temperatura máxima extrema se midió en la localidad de Montes de Oca, en Santa Fe, con un valor de 26,5°C. Las mínimas presentaron la misma distribución geográfica que las máximas, con un gradiente descendente norte/sur. En el norte los valores rondaron los 5°C, mientras que en el sector sur, principalmente en Buenos Aires, se ubicaron entre 1 y 3°C. El valor más bajo fue de 0,6°C y se midió en Chacabuco, Buenos Aires.

Con este panorama, y debido a la ausencia de precipitaciones en los últimos siete días, se produjo una leve pérdida de humedad provocando que las reservas de agua en el suelo sean entre adecuadas y óptimas en el este del área GEA. Hacia el oeste decrecen, con condiciones de escasez, con algunos núcleos dispersos de  humedad regular.

Con este nivel en los perfiles en el centro y oeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre los 20 y 80 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en la zona este no se necesitan precipitaciones.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Lluvias reticentes con irrupciones de aire polar

La primera semana de junio dejó atrás la posibilidad de una nueva oferta de agua. El atípico ambiente cálido y húmedo no pudo capitalizarse en forma de lluvias que llegaran hasta la franja oeste de la región pampeana.

Las condiciones de circulación y persistente inestabilidad dejaron solo algunas lluvias y tormentas débiles. Estuvieron por debajo de 30 milímetros y sobre el este de Buenos Aires, noreste de Santa Fe y parte de la mesopotamia.

Malas noticias para el oeste y, aunque no parezca, tampoco tan buenas para el este. Aquellos sectores de la franja este, donde los suelos se vieron saturados por las intensas lluvias de mayo, también resultan perjudicados por esta distribución pluvial. La atmósfera cargada de humedad, casi veraniega, que se mantuvo culminando el otoño no ha permitido que desaparezca el exceso de agua superficial, causando problemas de piso para el inicio de las labores de siembra de trigo.

Las reservas de agua siguen planteando un escenario dividido, con buenas recargas en la franja este que le dan una proyección positiva a la campaña, y un escenario menos viable, sobre el oeste, a medida que nos adentramos en territorio de Córdoba o La Pampa.

 Los modelos de pronóstico indican que en la segunda década de junio, las lluvias seguirán reticentes y predominarán las irrupciones de aire polar. Habrá un abrupto cambio a condiciones de invernales, propias de la época del año.

 El comportamiento atmosférico frío y seco y la distribución de lluvias típica del invierno sella el destino de la franja oeste mediterránea. Con condiciones de neutralidad en el Pacífico y lluvias dentro de las normales estacionales, el gradiente negativo de humedad que se ha establecido entre el este y el oeste no tiene posibilidades de modificarse.

Las lluvias con distribución normal y volumen dentro de la media no son suficientes para  recomponer adecuadamente el escaso nivel de los perfiles en el oeste, comprometiendo significativamente la decisión de sembrar sin un horizonte de agua propicio.

La ventana de siembra choca con la falta de humedad y el riesgo parece muy elevado considerando los actuales márgenes económicos.