Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Semana inestable con probabilidad de chaparrones y mejoramientos temporales

A partir del viernes 2 de junio, hay probabilidad de ocurrencia de chaparrones sobre la región GEA, en particular sobre  el noreste de Buenos Aires. A partir del sábado 2,  las condiciones meteorológicas tienden a  mejorar de sur a norte. La probabilidad de nuevas precipitaciones aumenta a partir del día martes 6, principalmente en el centro y este de la zona GEA.

Las temperaturas se mantendrán elevadas para la época del año y en leve ascenso hasta el fin de semana cuando alcanzarán valores máximos cercanos a los 25°C. Posteriormente se espera un leve descenso térmico debido al pasaje del sistema frontal frío que provocará las condiciones de inestabilidad.

Las temperaturas mínimas inicialmente serán bajas, aunque superiores a las normales estacionales, entre 7 y 10°C. Posteriormente, al igual que las máximas, experimentarán un leve ascenso mantenido el patrón de distribución con los valores más altos, entre 14 y 18°C, en el sector norte de GEA y más bajos, entre 10 y 14°C, en el sur.

La circulación del viento será moderada del sector norte hasta la tarde del viernes 2 luego, con el pasaje del sistema frontal frío, la velocidad el viento se intensificará nuevamente con dirección del sector noreste rotando al Sur.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias importantes sobre el centro/este de GEA

En la semana comprendida entre el jueves 25 y el miércoles 31 de mayo se registraron significativas precipitaciones. Principalmente, en la zona centro y este del área GEA con una distribución geográfica dispar. Los acumulados oscilaron entre los 20 y los 40 mm con núcleos superiores a 60 mm en el este de Santa Fe y norte de Buenos Aires. El valor máximo, 84 mm, fue registrado en la localidad de Irigoyen, en Santa Fe.

Las temperaturas del periodo, en general, fueron superiores a las normales y los valores más elevados, entre 22 y 25°C se centralizaron en el sector norte de la zona GEA. En el sur los registros rondaron los 20°C. El valor máximo más alto del periodo se midió en Irigoyen, Santa Fe, con un valor de 24,6°C.

Las mínimas presentaron la misma distribución espacial que las máximas, con un gradiente en disminución norte-sur. Sobre el norte de GEA los valores oscilaron entre 3 y 6°C; en el sector sur se ubicaron entre -2° y 2°C. El valor extremo fue de -2°C y se midió en las localidades de Gral. Pinto y Chacabuco, ambas en Buenos Aires.

Con este panorama pluvial, se produjo una importante recarga de la humedad del suelo en el este del área GEA, llevando la reserva de agua útil a niveles de abundantes a excesivos. Debido a la menor oferta de agua la humedad edáfica decrece hacia el oeste, y las condiciones son escasas en la porción centro/oeste del área GEA, aunque existen núcleos dispersos donde se mantiene regular.

Con estos niveles de humedad en los suelos,  en el centro y oeste de la zona GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre 20 y 80 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas de agua en el suelo, mientras que en la zona este de GEA, por primera vez en muchísimo tiempo, no es necesaria la presencia de precipitaciones.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Mayo finaliza con un buen rendimiento pluvial favoreciendo el este de la región

Respecto del comportamiento deficitario que mostraron los meses anteriores, la diferencia la marcó la segunda quincena del mes. Acumulando humedad en las capas bajas de la atmósfera por la circulación noreste y luego, la sucesión de sistemas frontales fríos desde la Patagonia, provocaron el desarrollo de sistemas precipitantes recurrentes y de singular intensidad. 

El resultado fueron lluvias y tormentas disruptivas, poco esperadas considerando los valores medios estadísticos de mayo. En el transcurso de dos semanas aportaron importantes volúmenes de agua, aunque con una distribución geográfica poco equitativa.

Las lluvias en muchos casos fueron excesivas para la época y, como normalmente sucede durante el semestre frío, privilegiaron el este de la región pampeana provocando cambios significativos en las reservas de agua de ese sector, llegando incluso saturar algunos suelos.

Por el contrario, en la franja oeste, allí donde las secuelas de la sequía se mantienen presentes, las lluvias estuvieron prácticamente ausentes. Prueba de ello son Córdoba y La Pampa donde los acumulados mensuales ni siquiera alcanzaron los valores estadísticos, manteniendo un escenario de alto riesgo para las siembras de trigo.

La otra cara de la moneda es el sudeste de Santa Fe, Entre Ríos y el noreste bonaerense. Allí, los registros mensuales duplican, y hasta cuadruplican, los valores normales estadísticos provocando, en quince días, una recuperación esperada por meses.

El país queda prácticamente dividido longitudinalmente a la mitad. Una franja este, con perfiles casi totalmente recuperados y buenas perspectivas para el trigo, y su opuesto en el oeste, donde todo es incertidumbre y cálculos matemáticos para ponderar el riesgo que implica sembrar con las condiciones actuales.

Los pronósticos para el comienzo de junio no plantean sistemas precipitantes significativos, y mucho menos con desarrollos sobre el oeste pampeano, pero pueden producirse bancos de niebla y algunas lluvias débiles y aisladas favorecidas por el ingreso de humedad desde el sector norte del país.

Nos acercamos al periodo del año en el que los vientos del sudoeste impulsan el ingreso de aire frío y seco y la transición hacia el mes de junio se va acomodando a condiciones más típicas del semestre frío, fundamentalmente a la disminución del ingreso de aire cálido y húmedo con potencial pluvial.

De todos modos, en condiciones de neutralidad global y con total dependencia de los mecanismos regionales, siempre puede producirse algún evento atípico, como el de finales de mayo, que termine compensando la pobre disponibilidad hídrica con que actualmente cuenta el oeste de la región núcleo.