INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Lluvias hasta el martes

El viernes se podrían dar las mayores probabilidades de chaparrones en el centro y sur del área GEA. Se espera que las lluvias y tormentas persistan hasta el día martes.

La región GEA comenzará afectada por la presencia de un sistema frontal estacionario ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Entre Ríos y de Santa Fe. Este sistema podría provocar chaparrones aislados e intermitentes dentro de la zona con una probabilidad que aumente a partir la tarde/noche del viernes 17, principalmente en el centro y sur del área GEA.

Se espera que las lluvias y tormentas persistan hasta el día martes cuando, el avance de una nueva perturbación, irá desplazando la inestabilidad hacia el norte provocando que mejoren las condiciones meteorológicas.

Las temperaturas seguirán siendo elevadas hasta el viernes 17, con valores máximos que podrían oscilar entre 32 y 36°C. Los registros térmicos se presentaran en disminución a partir del sábado, con un descenso más importante en el sector sur del área GEA y menos significativo en el norte. En el sur los valores máximos oscilarán entre los 19 y los 22°C, mientras que en el norte variaran de 28 a 30°C. El lunes 20 de marzo los valores térmicos comenzarán a ascender nuevamente, pero con mínimas que se mantendrán en torno a los 18°C. A partir del martes las temperaturas tienden a descender en forma generalizada dentro de la zona GEA, con valores mínimos cercanos a los 10°C en el sector sur y de 12 a 14°C en el resto del área.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Chaparrones aislados e intermitentes en gran parte del área GEA

Los valores semanales variaron entre los 10 y 50 mm. El máximo, 98 mm, fue registrado en Colonia Almada. Le sigue Bengolea con 50 mm (ambas en Córdoba).

Los acumulados más significativos se localizaron en el oeste, principalmente en Córdoba y centro/oeste de Buenos Aires con presencia de tormentas, algunas de las cuales fueron localmente intensas.

Las temperaturas fueron muy elevadas y generalizadas para esta época del año, con máximas que superaron, en toda la región, los 39°C, y valores máximos extremos puntuales en Santa Fe, norte de Buenos Aires y este Córdoba. El valor más elevado se registró en localidad de Pozo del Molle, donde se midieron 40.8°C, seguido por Rojas y Monte de Oca con un registro compartido de 40.7°C. Las mínimas oscilaron entre 17 y 20°C en gran parte de la zona GEA. El valor mínimo extremo, 15°C, se midió en Chacabuco y en segundo lugar, en Lincoln, se registraron 15.3°C.

Con este panorama y gracias a los montos de precipitación recibidos durante los últimos siete días, se produjo una recarga significativa en el oeste de la región GEA, que mejoró la humedad del suelo a la categoría de adecuada o regular. En el resto de la región todavía persisten las condiciones de escasez o sequía.

Debido a estas condiciones de humedad edáfica, en Santa Fe, Buenos Aires y este de Córdoba se requiere que, en los próximos quince días, los acumulados de precipitaciones superen los 120 a 160 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas de agua (en el 1era metro del suelo), mientras que en el oeste de la zona GEA estos valores se reducen a acumulados entre 40 y 100 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Segunda quincena de marzo: mejores lluvias y descenso de temperatura

La primera quincena de marzo culmina sin soluciones pluviales para el corazón de la zona núcleo, pero con la perspectiva de alivio durante la segunda mitad del mes.

La persistencia de un bloqueo atmosférico sobre la porción central de la región pampeana, asociado a la posición del anticiclón del Atlántico —un intenso centro de alta presión situado frente a la costa este de Argentina— impidió durante los últimos 45 días el ingreso de los sistemas frontales hacia el centro del país.

El resultado fue una virtual barrera de circulación que dificultó el avance de las  lluvias y tormentas más allá del centro bonaerense, La Pampa y la franja oeste de la región pampeana llegando hasta el norte del país. Es decir, una campana invisible que mantuvo ausentes las lluvias sobre el sudeste de Córdoba, centro/sur de Santa Fe, entre Ríos y norte de Buenos Aires.

Como consecuencia, las precipitaciones de marzo tuvieron un comportamiento dispar, que benefició fundamentalmente al sudeste bonaerense, La Pampa, la franja oeste mediterránea y el norte del país.

Todos estos sectores, exentos de la influencia del centro de alta presión, recibieron volúmenes de agua, todavía insuficientes, pero adecuados a los niveles estacionales, incluso dentro de los valores estadísticos normales.

Con esta distribución, las reservas de humedad siguen siendo escasas en la zona núcleo, con una amplia cobertura de la condición de sequía. Pero han alcanzado una buena recuperación en La pampa, oeste de Córdoba, Buenos Aires desde el centro hacia el sudeste y parte del NOA, precisamente en los sectores que recibieron agua de manera más generosa.

Desde el inicio del 2023, además de la profunda sequía, el trimestre cálido se comportó particularmente hostil en lo que respecta a las temperaturas. Tanto enero como febrero se caracterizaron por las temperaturas extremas y las olas de calor y en ese sentido el último mes del verano mantuvieron la tendencia.

Los primeros quince días del mes fueron una continuidad de temperaturas extremas, tanto máximas como mínimas superaron la marca más alta para el mismo mes en más de 100 años. Las mínimas alcanzaron los mismos valores que normalmente se consideran como registro máximo diario para marzo.

Una quincena completa de elevadísimas temperaturas sin respiro y lluvias escasas sobre los sectores más necesitados de agua, pero que finalmente comienza a mostrar un cambio.

Según los pronósticos, en el inicio de la segunda quincena, el bloqueo comienza a desplazarse hacia el este y la circulación de los sistemas frontales aumenta su incursión hacia el centro del país. Esto provocará un cambio de masa de aire, un descenso generalizado de las temperaturas y el desarrollo de lluvias y tormentas que, aunque todavía erráticas y dispares, aumentarán su área de cobertura hacia el centro del país.

Es razonable esperar que en los próximos días se resuelva positivamente la circulación de escala regional y los frentes asociados a la transición estacional, comiencen mejorar la dinámica pluvial en un entorno de temperaturas más acordes a la época del año.