INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Inestabilidad hasta el sábado

Dos sistemas frontales fríos se desplazará por el área. Provocaran inestabilidad y habrá probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas.

Marzo comienza con cierta inestabilidad en el sector sur de la zona GEA, favoreciendo la ocurrencia de chaparrones aislados e intermitentes por el avance de un sistema frontal frío.

A partir de la tarde del viernes 4 las condiciones meteorológicas irán mejorando de sur a norte. Se espera que el tiempo estable se mantenga hasta el día lunes, momento en el cual otro sistema frontal frio se desplazará por el área GEA provocando un nuevo aumento en la inestabilidad y la probabilidad de precipitaciones sobre el sector norte de Buenos Aires. Las perturbaciones podrían extenderse, con menor probabilidad, a las provincias de Santa Fe y Córdoba. Las condiciones mejoran el martes 7 y se mantendrán estables hasta el fin del periodo de pronóstico.

Las temperaturas máximas serán muy elevadas, con valores entre 34° y 36°C, pudiendo superar los 40°C en el noroeste de Buenos Aires. El pasaje de los sistemas frontales fríos provocará un leve descenso pero, debido a que la componente radiativa sigue siendo muy significativa. Los registros volverán a ascender nuevamente a partir del domingo y persistirán así hasta el fin del periodo, alcanzando un nuevo máximo, cercano a 39°C, el lunes 6 de marzo. Las mínimas, en general, se mantendrán por encima de los 20°C en el centro y norte de la zona GEA, afectando las provincias de Santa Fe y Córdoba. En Buenos Aires serán algo más leves, oscilando en torno a los 18°C, con  descensos en forma ocasional debido a los pasajes frontales fríos. Los valores mínimos más altos del periodo también se esperan para el lunes 6, que será el día más cálido de la semana de pronóstico.

La circulación del viento prevalecerá del sector norte/noroeste con intensidad leve pero, a medida que los sistema frontales se desplacen por la zona GEA, habrá una rotación al sur en forma temporaria.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias escasas y aisladas en la zona GEA

El valor máximo semanal, 18 mm, se registró en la localidad de Baradero seguida por Pergamino con 9,2. En el resto del área GEA los cumulados variaron entre 1 y 5 mm.

Las temperaturas de la semana fueron elevadas, principalmente en la franja que abarca el este de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, donde los valores máximos oscilaron entre los 38° y 39°C. El valor más alto se registró en Villegas, alcanzando los 39°C. Los registros fueron un poco más bajos hacia el sur y norte de esa franja, aunque sin dejar de ser elevados. Las mínimas presentaron una distribución geográfica uniforme, con un gradiente sudoeste / noreste. Los valores más bajos se ubicaron en la zona próxima a Villegas, en Buenos Aires, con registros en torno a los 10°C. Hacia el noreste, en las proximidades de Irigoyen en Santa Fe, los valores rondaron los 15°C. El valor más bajo, 10.4°C, se midió en Gral. Pinto.

Con este panorama, principalmente debido a la falta de lluvias en gran parte del área GEA, la humedad del suelo se sostiene de escasa a estado de sequía.

En los próximos quince días la zona que abarca Santa Fe, este de Córdoba y norte de Buenos Aires requiere entre 120 y 160 mm para alcanzar el nivel óptimo de humedad edáfica, mientras que el sector sudoeste de GEA necesita acumulados entre 80 y 100 mm para mejorar el estado de las reservas.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

El Pacifico se encamina a la neutralidad a partir de marzo

Febrero concluyó con una importante deuda en milímetros, temperaturas máximas extremas, y mínimas inusualmente frías, más normales a mediados del otoño que durante el segundo mes del año.

Un cumulo de condiciones adversas que parecen estar sellando el destino de los cultivos de una campaña gruesa. Ya desde los inicios, soportó condiciones climáticas desfavorables y un contexto de reservas de agua prácticamente inexistentes después de tres años “Niña” consecutivos.

      

Las precipitaciones registradas durante el mes en la región pampeana se debieron, mayormente, a perturbaciones aisladas, dispersas y de muy dispar intensidad y distribución geográfica.

Los sistemas frontales que ingresaron a la región núcleo provocaron abruptos cambios de masas de aire, pero sin lograr una estructura generalizada de las lluvias que permitiera áreas de cobertura más extensas. Las precipitaciones aliviaron la demanda puntualmente pero, a gran escala, el déficit hídrico sigue instalado.

Las regiones más necesitadas fueron las que menos agua recibieron: apenas alcanzaron el 10% de los valores medios históricos de lluvias de febrero. Solo algunos sectores muy  puntuales cómo en San Luis, Córdoba y norte de Santa fe superaron la mitad de los valores mensuales estadísticos.

El sudeste bonaerense fue la zona más beneficiada por las lluvias de febrero, con un volumen acumulado que permitió una recuperación plena de las reservas hídricas en ese acotado territorio.

En el resto de la región pampeana la humedad edáfica prácticamente no ha experimentado cambios positivos desde el inicio del año, ya que reiteradamente prevalecieron volúmenes pluviales por debajo de los normales.

Febrero deja un legado deficitario muy similar al de diciembre 2022. Considerando el estado actual de las reservas, los montos de lluvia necesarios para una recuperación plena de los perfiles durante los 31 días de marzo superan, en más del 50%, los valores normales históricos.

Como ya hemos mencionado en informes anteriores, y confirman los organismos internacionales, el Pacífico se encamina a la neutralidad a partir del mes que se inicia. Aun así, queda claro que los actuales requerimientos para equilibrar las reservas superan ampliamente los valores que normalmente provee marzo. Es algo lógico si tenemos en cuenta que, en los últimos tres años, acumulamos un déficit equivalente casi al total de lluvia de un año completo, cerca de 950 milímetros.

La recuperación de ese volumen de agua va a ser un proceso lento, independientemente de la desaparición del condicionante negativo que supone un evento Niña.

Transitamos una campaña compleja y atípica, que seguramente entrará en las estadísticas como referencia negativa de la producción agrícola Argentina.

Es difícil  encontrar otra campaña afectada por una sequía tan generalizada y prolongada. En otras oportunidades las reservas exigidas o nulas se presentaron de manera mucho más sectorizada, planteando una suerte de compensación que hoy no existe.

Según los pronósticos de corto plazo la primera semana de marzo tampoco va a ofrecer las soluciones pluviales requeridas. El margen se achica cada día un poco más y el retorno a condiciones de neutralidad del Pacífico ya no parece suficiente para dar un vuelco de situación.