INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

¿Hay chances de lluvias para el próximo lunes?

No se descarta la probabilidad de algunas lluvias aisladas e intermitentes en el sur del área GEA, pero las chances son bajas. Los milímetros en juego son escasos.

El pasaje de un sistema frontal frio está generando chaparrones y tormentas, algunas de moderada intensidad, hoy, jueves 2 de febrero. Las condiciones meteorológicas tienden a mejorar con el transcurso de la tarde, y principalmente hacia la noche de este mismo jueves.

Las precipitaciones se mantendrán ausentes hasta el lunes 6, cuando no se descarta la probabilidad de algunas lluvias aisladas e intermitentes en el sur del área GEA, pero las chances son bajas. Las condiciones de inestabilidad podrían extenderse, con una menor probabilidad, al resto de la región durante el día martes debido a la circulación del sector sudeste.

Las temperaturas se presentarán acordes a la época del año hasta el fin de semana, con máximas que oscilarán entre los 27° y 30°C. Los valores más elevados se registrarán en el norte del área GEA y los más bajos en el sur. A partir del lunes las temperaturas comenzaran a ascender, principalmente los valores máximos, que variarán entre los 34° y 36°C. Desde ese día, y hasta el final del periodo de pronóstico, las temperaturas experimentarán un leve descenso, aunque continuarán siendo elevadas, debido a la circulación del sector este, ubicándose en torno a los 31°C con un gradiente positivo, cercanas a los 35°C, a medida que nos desplazamos hacia el norte.

Por su parte,  las marcas mínimas mantendrán un paulatino descenso hasta el día domingo, cuando alcanzarán sus valores más bajos, cercanos a los 16°C. Al igual que las máximas, las temperaturas mínimas comenzarán a ascender desde el lunes hasta el final del periodo de pronóstico en toda la región GEA.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Tormentas y chaparrones de muy variada distribución

En el sur de Córdoba los registros oscilaron entre los 40 y los 60 mm, mientras que en el norte fueron inferiores, entre 15 y 35 mm. El mayor acumulado fue el de Baradero, en Buenos Aires, con un total de 71 mm, seguido  por Montes de Oca, en Santa Fe, con 70mm.

Las temperaturas máximas presentaron los valores más elevados en la porción centro y norte de la zona GEA, con registros superiores a los 37°C. El valor más alto de temperatura se registró en la localidad de Bengolea, en Córdoba, con 38.4°C. En el este de dicha provincia, Bellville y Pozo del Molle registraron 37.5°C y 37.4°C, respectivamente. Estos valores fueron similares en el norte de Santa Fe pero levemente inferiores en la provincia de Buenos Aires.

Las temperaturas mínimas variaron entre los 14° y los 18°C en la mayor parte del área GEA y los valores más bajos se midieron en Rojas, Buenos Aires, y Canals, en Córdoba, con valores de 13.7°C y 13.9°C, respectivamente.

Con este panorama, y con los montos de precipitación recibidos durante las últimas dos semanas, las reservas de agua mejoraron bastante en el noroeste de Buenos Aires y sudoeste del área GEA respecto a la semana anterior, por lo menos en la primera capa del suelo, alcanzado el estado de humedad regular a adecuada. En el resto de la región, este de Córdoba y provincia de Santa Fe, todavía persiste el estado de sequía, debido, principalmente, al menor volumen de las precipitaciones recibidas.

En Santa Fe y norte de Buenos Aires se requieren, en los próximos quince días, acumulados muy significativos de para alcanzar el estado óptimo de reservas hídricas, ya que se necesitarían entre 100 y 140 mm, mientras que en la zona sudoeste del área GEA los valores necesarios para la recarga de los perfiles disminuyeron a un rango entre 40 y 80 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Las lluvias de enero alcanzaron la media estadística, pero llegaron tarde

La última semana de enero sostuvo el mejor comportamiento que presentaron las precipitaciones a partir del día 20 sobre el centro de la región pampeana.

El recurrente ingreso de sistemas frontales desde el sudoeste, y una mayor circulación de aire cálido y húmedo a la porción central del país, provocaron una sucesión de eventos generosos, aunque de dispar volumen y cobertura, alternados durante los últimos siete días, que incluso continúan en el inicio del nuevo mes. 

En ese contexto, los registros acumulados en la última década de enero provocaron una significativa mejoría en los cultivos implantados que lograron resistir la prolongada sequía.

En el caso de las reservas de agua, esa mejora no se hace tan notoria o generalizada, ya que el déficit que presenta la totalidad del perfil de los suelos cultivables todavía excede los valores acumulados en la segunda mitad de enero.      

Por supuesto existen sectores que se escapan de esta condición, fundamentalmente aquellas zonas donde las precipitaciones fueron excepcionalmente abundantes, superando incluso los valores medios estadísticos para el primer mes del año.

Tomando en cuenta toda la región pampeana, seguimos transitando una campaña que, por el momento, no cuenta con la humedad suficiente en la totalidad del perfil. Recuperar la pérdida acumulada a lo largo de tres campañas condicionadas por la sequía va a llevar tiempo y una sucesión recurrente de lluvias similares a las recibidas. 

 Los pronósticos de corto plazo indican la continuidad de las lluvias en la transición intermensual por la circulación de un nuevo sistema frontal, aunque la previsión pluvial no es demasiado significativa.

Los modelos probabilísticos indican lluvias mayormente débiles o moderadas, que difícilmente producirán acumulados superadores, más allá de algunas tormentas más importantes en sectores reducidos.

Enero concluyó con un buen funcionamiento de los sistemas precipitantes y valores mensuales dentro de la media histórica, o incluso superiores.

Desde el punto de vista atmosférico o meteorológico el primer mes del 2023 entregó las soluciones requeridas, al menos por las estadísticas. 

Pero no siempre una solución meteorológica redunda de manera directa en una solución agrícola. Los requerimientos pluviales de los cultivos son una conjunción entre cantidad de agua y oportunidad de la misma.

El resultado final de esta campaña, además de la recuperación de lluvias adecuadas, seguramente quedará muy vinculado a las condiciones particulares de cada región y al manejo agrícola que haya permitido un periodo tan prolongado de sequía.