Indicadores climáticos


INDICADORES CLIMÁTICOS

Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Regresan las lluvias a la región

La afluencia de una masa de aire húmedo e inestable favorecerá la presencia de lluvias y tormentas aisladas con mejoramientos temporarios en los próximos días.

La zona GEA se verá inicialmente afectada por una masa de aire húmedo e inestable que favorecerá la presencia de lluvias y tormentas aisladas con mejoramientos temporarios intermedios.

El sábado 28, el desplazamiento hacia el norte de la zona GEA de un sistema frontal frio débil provocará un mejoramiento de las condiciones meteorológicas aunque, en horas de la tarde, no se descarta la probabilidad de algunos chaparrones.

La inestabilidad retorna durante la tarde y, principalmente, en la noche del domingo 29, favoreciendo el desarrollo de chaparrones y tormentas, algunos de las cuales podrían dejar, en forma puntual, montos acumulados significativos. Con el correr de las horas, en la madrugada del lunes, las precipitaciones se desplazarán hacia el este, afectando al resto de la región GEA. Las condiciones inestables perdurarán, con mejoramientos temporarios, hasta el día martes 31 cuando un nuevo sistema frontal frio se desplazará sobre la provincia de Buenos Aires, por lo que se repetirá la probabilidad de lluvias aisladas e intermitentes en la zona GEA casi hasta el final del periodo.

Las temperaturas máximas, durante de la primera parte de la semana, experimentaran un leve descenso respecto del periodo anterior debido al pasaje de los sistemas frontales fríos. Se prevé que los registros máximos varíen entre los 27° y 29°C. Durante el día lunes se espera un ascenso térmico que llevará las temperaturas máximas a valores superiores a los 32°C, interrumpido por el arribo del segundo frente frío que provocará un nuevo descenso térmico. Las temperaturas mínimas oscilarán entre los 22° y 24°C durante gran parte del periodo de pronóstico, pero la rotación del viento al sector sur a partir del martes 31 provocará un descenso térmico generalizado que ubicará los registros mínimos en valores por debajo de los 19°C.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Tormentas y chaparrones de muy variada distribución

En gran parte del área GEA los montos superaron los 15 a 20 mm, salvo en las localidades de Canals y Maggiolo donde los acumulados semanales no superaron los 5mm.

El valor máximo fue registrado en Gral. Pinto, Buenos Aires, con un valor de 119 mm, seguido  por Álvarez, en Santa Fe,  con 102 mm. En el resto de la zona GEA los acumulados variaron entre los 40 y 50 mm. Si bien hubo valores significativos de lluvia acumulada, estos fueron en forma muy puntual.

Las temperaturas máximas del periodo presentaron registros muy elevados en toda la zona GEA con registros superiores a los 38°C. Los valores más destacados se midieron en las localidades de Pellegrini y Montes de Oca con 41,1 y 40°C, respectivamente. Las mínimas variaron entre los 14° y los 18°C en gran parte del área GEA, principalmente en Córdoba, y un poco más elevadas, cercanas a 20°C, en el sector noroeste. El valor extremo del periodo se midió en Canals con un registro de 14,2°C, mientras que en Guatimozín alcanzó los 14,6°C.

Con este panorama de acumulados de precipitación aceptables, mejoró la reserva de agua respecto a la semana pasada en el noroeste de Buenos Aires y oeste de la zona GEA alcanzando el estado de humedad de suelo escasa, mientras que en el resto del área las reservas persisten en estado de sequía.

En la mayor parte de la región se requieren, en los próximos quince días, acumulados muy significativos de precipitación para alcanzar el estado óptimo de las reservas de agua en el suelo. En toda la región se necesitarían más de 100 mm, mientras que en la zona este de Córdoba y la provincia de Santa Fe los valores de precipitación necesaria oscilarían entre los 120 y 180 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

El funcionamiento atmosférico regional toma protagonismo y mejora el patrón pluvial

La segunda década de enero se inició con un escenario pluvial mucho más prometedor que el deficitario periodo de las dos campañas anteriores y que se profundizó en el último semestre.

A partir del 19 de enero, la importante circulación del sector norte sobre la franja oeste del país fue incrementando el contenido de humedad en las capas bajas de la atmósfera. Se estableció así un escenario propicio para que, desde el sudoeste de la región pampeana, el ingreso de un sistema frontal frío provocara lluvias y tormentas de dispar intensidad y cobertura.

Las tormentas fueron avanzando hacia el norte de manera desorganizada, cubriendo la zona núcleo con acumulados dispares. Estos fueron totalmente dependientes del acopio de humedad atmosférica de cada sector en particular.    

     

El noroeste bonaerense fue la región más beneficiada, con registros superiores a los 100 milímetros de manera puntual y un promedio superior a los 60 milímetros, que también puede extenderse a la zona de La Pampa.

En su avance hacia el norte, los acumulados fueron presentando mayor disparidad y una merma en su volumen. Hubo excepciones en sectores puntuales como el área de influencia de Rosario, en Santa Fe, o la franja central de Córdoba, donde los montos fueron similares a los del noroeste de Buenos Aires. 

 

Durante el fin de semana el sistema abandonó la región pampeana y se fue desplazando hacia el norte. Benefició a las provincias del NOA con valores muy significativos y un registro extremo de 127 milímetros en Salta.

Después de un breve periodo de estabilidad, altas temperaturas y humedad atmosférica en ascenso, el martes 24, el ingreso de otro sistema frontal avanzando hacia la franja central provocó una nueva oferta de agua. Esto fue sobre Córdoba, La pampa, oeste y sur de Buenos Aires y, en menor grado, sobre el sur de Santa Fe, aunque en este caso con milimetrajes mucho más modestos y chaparrones dispersos.

Sin lugar a dudas, las precipitaciones de los últimos siete días provocaron una disminución del área de sequía plena en parte de la región pampeana, pero está lejos de considerarse generalizada.

Los sectores donde los registros fueron inferiores a los treinta milímetros recibieron una aliviadora recarga superficial, pero insuficiente para satisfacer adecuadamente la totalidad del perfil. La sequía estructural, lamentablemente, todavía se sostiene.

Hay que recordar que esta altura del año, la demanda atmosférica producto de las altas temperaturas y la mayor tasa radiativa, es muy elevada. Esta requiere de los suelos aproximadamente de 6 a 8 milímetros diarios, consumiendo rápidamente los aportes de lluvia más bajos.

            

Los pronósticos de corto plazo indican una mayor afluencia de aire cálido y húmedo hacia el centro del país y condiciones más propicias para el desarrollo de lluvias en los próximos días.

Si bien la Niña todavía está presente, y con valores de enfriamiento por el momento alejados de la neutralidad, el mejor funcionamiento de los mecanismos atmosféricos regionales está permitiendo un aprovechamiento más eficiente de los sistemas frontales.

Una de las causas es el desplazamiento del anticiclón semipermanente del Atlántico más hacia el este, permitiendo un mayor ingreso de humedad desde el norte a la región central y la incursión mucho más al este de las precipitaciones, favoreciendo al centro de la zona núcleo.