INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Tiempo totalmente estable sobre GEA

La semana comprendida entre el jueves 3 y miércoles 9 de noviembre prevalecerán las condiciones de tiempo estable en toda la región GEA.

No se prevén lluvias y se mantendrán características de total estabilidad, con viento norte, poca nubosidad, aumento de la temperatura y escaso contenido de humedad.

Este escenario se irá potenciando con el transcurso de la semana, por lo que las mayores temperaturas se registrarán hacia el final del período de pronóstico. Las marcas térmicas, luego del fuerte descenso en el inicio de noviembre, irán aumentando progresivamente a medida que avancen las jornadas hasta alcanzar los valores más elevados en el final del período.

La circulación del viento no presentará cambios, manteniéndose siempre del sector norte con moderada intensidad y fomentando el paulatino ascenso térmico. El único cambio se producirá en su intensidad, que por momentos podría ser algo más fuerte.

La cobertura nubosa será otra de las variables que no presentará cambios importantes en los próximos siete días, ya que se mantendrá prácticamente nula, con un leve incremento hacia el final del período de pronóstico.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera también será muy escasa, y si bien el viento del sector norte puede sumar algo, el aporte será muy débil y poco significativo, por lo que no llegará a generar inestabilidad en la región GEA.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Precipitaciones sobre el noreste de Buenos Aires y el este de Santa Fe

La semana comprendida entre el jueves 27 de octubre y el miércoles 2 de noviembre se registraron algunas precipitaciones en sectores de la zona GEA, especialmente sobre el extremo este, abarcando fundamentalmente el noreste de Buenos Aires y el este de Santa Fe. El resto de la región no recibió lluvias. El dato más destacado se midió en la localidad de Baradero, en la provincia de Buenos Aires, con un total semanal de 14 mm.

Las temperaturas presentaron valores elevados para la época del año, y muy superiores a las de la semana pasada, ya que se mantuvieron entre 33ºC y 36ºC. El registro más elevado fue el de la localidad de Maggiolo, en Santa Fe, con una temperatura de 37,6ºC.

Las mínimas fueron el factor más destacado de la semana, ya que el fuerte descenso térmico provocó heladas muy tardías. Los registros fueron inferiores a los promedios normales estacionales y por debajo de los del periodo anterior, con valores que oscilaron entre 1ºC y 3ºC. El dato más destacado fue el de la localidad de Chacabuco, en la provincia de Buenos Aires, con 0,5ºC.

A pesar de las lluvias registradas en las últimas semanas la condición hídrica sobre la región GEA no presenta cambios rotundos. Si bien las reservas han mejorado sustancialmente en algunas zonas, la extrema sequía que ha soportado la región hace que los perfiles sigan manteniendo un déficit muy importante. Las condiciones de humedad en toda la zona GEA son malas, con características de sequía en la mayor parte y condiciones escasas solo sobre el norte de Buenos Aires y el extremo sudeste de Córdoba.

Analizando la tendencia para los próximos quince días, se mantiene la necesidad de lluvias abundantes en gran parte de la región, con promedios que se mantienen entre los 140 y 160 mm para lograr condiciones óptimas en el perfil del suelo.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Octubre termina con lluvias por debajo de la media y una helada por semana

Octubre se despidió con lluvias, pero con acumulados que estuvieron muy lejos de lo previsto por los pronósticos más optimistas. Fueron absolutamente insuficientes para recomponer el estado de los perfiles de la zona núcleo.

Más allá de la buena provisión de agua que continúa sumando el extremo norte de la Mesopotamia, y algunas precipitaciones moderadas sobre Formosa y Chaco, el último fin de semana del mes aportó lluvias muy modestas sobre la región pampeana.

Dentro de este contexto se destaca Entre Ríos, donde las precipitaciones fueron más generosas con registros totales que oscilaron entre los 15 y los 40 milímetros y, en menor grado, el sudeste bonaerense donde los acumulados tuvieron un tope en los 18 milímetros.

La franja central de la región núcleo, donde los efectos de la sequía se muestran más contundentes, prácticamente no recibió precipitaciones en los últimos siete días, más allá de algunas lloviznas y lluvias débiles muy aisladas.

La dispar distribución y volumen que presentaron las precipitaciones durante el mes de octubre fue poco útil para mejorar de manera eficaz y generalizada el estado de las reservas hídricas. Solo algunas zonas reducidas lograron concentrar un mejor caudal de agua y aliviar parcialmente su condición. De todos modos, también en esas áreas, el aporte fue tardío para revertir el deterioro de los cultivos implantados, aunque les proporciona un escenario comparativo mucho más favorable para planificar las fechas de inicio de las siembras de la gruesa.

Las expectativas de recomposición pluvial no se cumplieron. Octubre se convirtió en otro mes con precipitaciones por debajo de la media sobre el corazón de la zona núcleo. Los acumulados mensuales, en general, apenas superaron el 50% de los valores medios históricos y solo en algunos sectores puntuales como el noroeste de Buenos Aires o el extremo sur de Córdoba se alcanzaron los valores normales del mes.        

La escasez de agua ya lleva un periodo más que considerable y ha transitado de igual manera otoño, invierno y lo que va de la primavera, pero el golpe definitivo a los trigos lo dieron las bajas temperaturas muy inusuales para la altura del año.

Tal como proyectamos en el informe anterior, después del pasaje del sistema frontal, que dejó como saldo las lluvias mencionadas, el ingreso de una masa de aire muy frío y seco provocó un importante descenso de las temperaturas que llegó a ser extremo entre lunes 31 y el martes 1, con la presencia de heladas muy significativas sobre el sudeste bonaerense. La transición intermensual dejó otra helada, que se convierte en la cuarta del mes, una por semana durante todo octubre, algo tan inusual como dañino para los trigos que estaban resistiendo a la falta de agua.

Los pronósticos de corto plazo tampoco son muy alentadores en cuanto a una mejor provisión de agua en la primera década de noviembre. La presencia de un importante centro de alta presión que se ubicará sobre la porción central del país inhibirá la formación de nubosidad alejando la posibilidad de precipitaciones durante la primera semana del mes. Por otro lado la circulación norte provocará un marcado ascenso de las temperaturas potenciando el requerimiento atmosférico sobre las reservas de agua en el suelo.