INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Nubosidad variable y sin lluvias sobre la región

La semana comprendida entre el jueves 6 y miércoles 12 de octubre no se recibirán precipitaciones sobre la región GEA. Luego de las lluvias aisladas registradas durante el último día del período anterior, se espera que sólo quede un remanente de humedad, pudiendo desarrollarse alguna lluvia muy débil y aislada en el inicio del período de pronóstico. El resto de la semana se presentará con nubosidad variable y sin lluvias sobre la región.

Las temperaturas volverán a mostrar una importante variabilidad con un destacado descenso durante el fin de semana, especialmente el domingo que será la jornada más fría de la semana, incluso con el riesgo de que se produzcan algunas heladas de moderada intensidad. El resto del periodo los valores serán elevados, con registros cercanos a los niveles normales para la época de año. Las máximas más altas se medirán hacia el final del período de pronóstico, con marcas levemente superiores a las normales para el mes de octubre.

La circulación del viento mantendrá una importante componente del sector norte entre el jueves y el sábado favoreciendo las temperaturas moderadas pero, a partir del sábado por la tarde o noche y fundamentalmente el domingo, se espera que se instale del sector sur con moderada intensidad y permita el avance de una masa de aire frío y seco que podría reflejarse en un fuerte descenso térmico. A partir del lunes el viento comenzará a rotar lentamente al sector norte pero de manera progresiva y paulatina.

La cobertura nubosa tendrá dos momentos bien marcados. Desde hoy hasta el sábado inclusive el cielo permanecerá mayormente cubierto en la mayor parte de GEA, mientras que a partir del domingo y hasta el final del período de pronóstico se espera escasa nubosidad.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera será relativamente importante en el inicio del período de pronóstico, incluso con la posibilidad de alguna llovizna en forma aislada, pero luego esta situación cambiará con el ingreso de la masa de aire frío y seco que provocará una importante disminución de la humedad en toda la región.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Algunas lluvias sobre GEA

 

La semana comprendida entre el jueves 29 de septiembre y el miércoles 5 de octubre no se registraron precipitaciones sobre la región GEA. Ninguna de las estaciones que componen la Red midieron lluvias a lo largo de los últimos siete días.  A partir del miércoles 5 por la tarde y  las 9 hs del jueves 6 por la mañana tuvieron lugar algunas lluvias moderadas a débiles sobre la región GEA. Los mayores acumulados se localizaron en Carlos Pellegrini con 16,8 mm y Classon con 14 mm.

Las temperaturas presentaron valores por encima de los promedios para la época del año, siendo levemente superiores a los de la semana pasada. Los registros máximos se mantuvieron entre 29ºC y 31ºC. El valor más elevado fue medido en la localidad de Noetinger, en la provincia de Córdoba, con una temperatura de 32,7ºC.

Las mínimas fueron inferiores a las normales estacionales, pero superiores a las del periodo anterior, con marcas que oscilaron entre 4ºC y 6ºC. El dato más destacado fue el de la localidad de Junín, en la provincia de Buenos Aires, con 2,3ºC.

Dados los nulos acumulados de lluvia y la gran variabilidad térmica medida en los últimos siete días, las condiciones de humedad en la zona GEA siguen siendo muy malas y las características de sequía prevalecen en toda la región.

Analizando la tendencia para los próximos quince días se mantiene la necesidad de lluvias extremadamente abundantes para la época del año en Córdoba, con promedios que ya superan los 140 mm para lograr condiciones óptimas en el perfil del suelo. En el resto de GEA las lluvias necesarias para alcanzar niveles óptimos de humedad edáfica se ubican entre 100 y 120 mm.

 

  

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Lluvias moderadas a débiles en el extremo sur de Buenos Aires, La Pampa, sur y oeste de Córdoba y norte de Santa Fe

Concluido un septiembre que no ofreció soluciones al pronunciado déficit pluvial con el que los cultivos convivieron todo el invierno, todas las expectativas estaban depositadas en el arranque del nuevo mes.

Lamentablemente los primeros días de octubre fueron una continuidad del  reticente comportamiento que hace meses presentan las precipitaciones.

Como viene ocurriendo, las moderadas lluvias que se desarrollaron los primeros cinco días del mes beneficiaron, en mayor medida, al extremo sur de Buenos Aires, La Pampa, en menor grado al sur y oeste de Córdoba y norte de Santa Fe

De todos modos estamos hablando de acumulados muy alejados de los valores necesarios para mejorar el estado de los perfiles, ya no pensando en los cultivos de invierno sino en las condiciones para la gruesa que casi mayoritariamente ha optado por fechas de implantación más tardías.  

Aun cuando, al momento de publicación del presente informe, todavía persisten condiciones de inestabilidad y la presencia de lluvias en algunos sectores de la franja oeste, hay poco margen para el optimismo.

El alto requerimiento en milímetros necesario para alcanzar valores aceptables de humedad edifica se contrapone con la pobre oferta de agua que muestran la mayoría de los modelos de pronóstico para la primera quincena de octubre.

Siendo poco exigentes la región pampeana demanda entre 70 y 90 milímetros para mejorar en parte la humedad del suelo, lograr esos valores implicaría alcanzar en los primeros quince días del mes prácticamente el valor medio histórico ideal calculado para los treinta días de octubre.

Los pronósticos de corto plazo indican la posibilidad de lluvias un poco más generalizadas pero que mantendrán el volumen modesto que presentaron durante septiembre.       

Los forzantes de escala planetaria tampoco plantean un escenario demasiado favorable. Es sabido que estamos bajo la influencia de una tercera Niña consecutiva, pero existe otro condicionante poco mencionado que se suma a la ecuación: El Dipolo del Océano Indico.

Este es un fenómeno similar al enfriamiento del pacifico que da lugar al equivalente Niño/Niña, pero sobre las costas oeste de Australia y del este de África. Cuando este fenómeno se encuentra en su fase negativa (enfriamiento), como ocurre ahora, no solo influye negativamente sobre las costas del Océano Indico sino también sobre las lluvias de primavera en Sudamérica.

Queda claro que un evento Niña que, según los modelos, se mantendrá hasta diciembre, concordante con la fase fría del dipolo del Indico, mas la ausencia de circulación de aire cálido del norte del país son una conjunción que hace poco probable alcanzar valores normales de precipitación durante la primavera.

Solo algún evento pluvial disruptivo, de gran escala y fuera de pronóstico (Tiempo Extremo), podría modificar esta situación mejorando en parte y por sectores la condición deficitaria de los perfiles pensando en las siembras de la gruesa.