INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Posibles lluvias para el jueves y tiempo estable en el resto de la semana

La primera semana del mes de septiembre comienza con un pulso de tiempo inestable, que dejará lluvias y tormentas de variada intensidad especialmente sobre el norte de la región GEA. Esta situación se presentará sólo durante la jornada del jueves 1 de septiembre, ya que el resto de la semana se mantendrá con características de tiempo totalmente estables. Las principales lluvias se desarrollarán sobre el norte de la región GEA, aunque el resto de la zona puede recibir algunos eventos acotados,  muy puntuales y aislados, que no se espera que sean demasiado significativos.

Las temperaturas presentarán una gran variabilidad a lo largo del período de pronóstico. Luego de la inestabilidad prevista para la jornada de hoy, jueves 1 de septiembre, se espera el ingreso de una masa de aire frío y seco que provocará un moderado descenso térmico que se potenciará durante la jornada del sábado, momento más frío de la semana. Los registros térmicos irán aumentando progresivamente durante el resto del período de pronóstico, alcanzando valores dentro de los promedios normales para el mes de septiembre.

La cobertura nubosa, en general será escasa con, jornadas totalmente soleadas que proporcionarán un alto grado de radiación solar. Sólo durante el jueves 1 se observará cielo cubierto o mayormente cubierto, debido a las condiciones de tiempo inestable.

La circulación del viento será del sector norte en el inicio de la semana, pero eso durará pocas horas, porque rápidamente se posicionará del sector sur, fomentando el ingreso de aire frío. A partir del fin de semana el viento volverá a rotar al sector norte potenciando el ascenso de las temperaturas. La presencia de abundante humedad estará limitada al jueves 1, ya que el resto de la semana se mantendrá con características más secas.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias ausentes en casi todo GEA excepto en el noreste bonaerense

La semana comprendida entre el jueves 25 y el miércoles 31 de agosto se registraron algunas precipitaciones muy puntuales sobre la zona GEA, pero la mayor parte de la región quedó exenta de lluvias. Sólo dos datos se pueden destacar, uno sobre el noreste de Buenos Aires, en la localidad de Baradero, con 10,2 mm y el otro en la provincia de Córdoba, en la localidad de Hernando, con 8 mm. El resto de la región no recibió lluvias significativas a lo largo de la semana.

Las temperaturas presentaron valores superiores a los promedios para la época del año. Los registros máximos se mantuvieron superiores a los de la semana pasada, con valores entre 28ºC y 30ºC. El registro más elevado fue medido en la localidad de Noetinger, en la provincia de Córdoba, con una valor de 32,6ºC.

Las temperaturas mínimas fueron inferiores a los promedios normales estacionales y por debajo de las medidas del periodo anterior, con marcas que oscilaron entre 0ºC y 3ºC bajo cero. El dato más destacado fue el de la localidad de Chacabuco, en la provincia de Buenos Aires, con 4,6ºC bajo cero.

Con las escasas y acotadas lluvias registradas a lo largo de la última semana se sigue profundizando el deterioro de las condiciones de humedad en toda la zona GEA. Prevalecen las reservas escasas y las condiciones de sequía en la mayor parte de la región. Analizando la tendencia para los próximos quince días, se mantiene la necesidad de lluvias muy abundantes para la época del año en Córdoba, con promedios que ya alcanzan entre 120 y 140 mm para lograr condiciones óptimas en el perfil del suelo. En el resto de GEA las lluvias necesarias para alcanzar niveles óptimos de humedad edáfica se incrementaron respecto a las últimas semanas, y ahora se ubican entre 100 y 120 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Agosto concluye profundizando el déficit de agua de un invierno que ya puede inscribirse entre los más secos de los últimos años

Las lluvias esperadas para la última semana del mes sumaron otra decepción a las expectativas de recibir agua sobre la franja central de la región núcleo.  

Tal como ocurre desde la segunda quincena, las moderadas precipitaciones beneficiaron al centro este de Buenos Aires y en menor medida a parte del territorio entrerriano.

La porción central de la región pampeana, zona núcleo de la producción granaria Argentina, quedó totalmente excluida de cualquier aporte que pudiera mejorar el deficiente estado hídrico que presentan los perfiles a poco tiempo de que se inicie la ventana de siembra de la campaña de granos gruesos.

La tercera Niña, que anticipamos antes del inicio de la campaña fina, es una realidad con la que deberemos convivir hasta inicios del próximo año.

Ese forzante, sumado a un otoño prematuramente frío que tuvo su continuidad durante el invierno, vienen condicionando negativamente la oferta de agua en el núcleo agrícola del centro del país. En zonas como el norte bonaerense, sur de Santa Fe y sur de Córdoba hace más de tres meses que no llueve de manera significativa.

El retroceso que muestran actualmente las reservas de agua en el suelo requiere, para su recuperación, acumulados de precipitación que están fuera de cualquier estadística favorable y mucho menos bajo la influencia de condicionantes globales adversos. Registros tan fuera de escala solo podrían ser conseguidos por efecto del llamado Tiempo Extremo pero, de todos modos, los fenómenos que se desarrollan bajo esa condición son poco frecuentes y para nada territorialmente generalizados.      

Por el momento, tanto para los cultivos de invierno como para el adecuado inicio de la campaña de granos gruesos, el sudeste de Buenos Aires se configura como el único sector que tiene satisfechos los requerimientos de humedad en sus suelos.

El resto de la región pampeana, el NOA y el NEA mantienen condiciones de escasez o sequía que se siguen profundizando con cada semana sin lluvias poniendo cada vez mas en riesgo tanto el desempeño de los cultivos de invierno como la planificación de los de verano.    

El año pasado septiembre resultó favorable para la campaña fina y permitió el avance de la gruesa pero, a diferencia de este, el centro del país arrastraba mejores condiciones de humedad producto de un invierno no tan seco.

Por el momento los pronósticos de corto plazo muestran la probabilidad de precipitaciones dispersas, con fenómenos aislados y puntuales que podrían ser de moderada intensidad y gran posibilidad de que finalmente los desarrollos se disipen provocando únicamente lluvias débiles sobre el litoral y en menor medida en el noreste santafecino.

Los modelos matemáticos de mediano plazo plantean condiciones muy poco optimistas para el cambio de mes y, en general, proyectan la continuidad de la reticencia pluvial sobre el centro del país durante la primera década de septiembre. Este escenario difícilmente permitirá acercarse a los milímetros requeridos para optimizar la humedad del suelo en la primera quincena del mes y, sin dudas, hará mucho más compleja la planificación de las siembras de maíz y soja.