Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Sin lluvias y con heladas en la región

Ausencia de lluvias sobre la región GEA, aunque el viernes habría inestabilidad en el NE bonaerense. El ingreso de una nueva masa de aire frío y seco provocará heladas.

Solo durante la jornada del viernes se podrían observar características de inestabilidad sobre el extremo noreste de la provincia de Buenos Aires. En el resto de GEA, las lluvias seguirán totalmente ausentes a lo largo de los próximos siete días.

El ingreso de una nueva masa de aire frío y seco provocará heladas de variada intensidad en toda la región que se mantendrán gran parte de la semana.

Las temperaturas máximas serán inferiores a los parámetros normales estacionales y sólo en la jornada de hoy, jueves 30, podrían ser algo más elevadas.

La cobertura nubosa será muy importante, se prevé que prácticamente todos los días el cielo permanezca cubierto, sólo con momentos aislados de poca nubosidad, especialmente en el inicio del período de pronóstico.

La circulación del viento comenzará siendo del norte, luego cambiará al sector sur favoreciendo la presencia de aire frío y seco en todo el país.

El escaso contenido de humedad en la región no permitirá que se produzcan condiciones de inestabilidad. Sólo durante el viernes, con el avance del frente frío, se podría observar cierta inestabilidad, pero que no lograría generar lluvias de magnitud, más allá de algún evento errático y de poco volumen.

 

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Sólo el centro de Santa Fe recibió lluvias destacadas

El dato más importante se midió en la localidad de Clason, con un registro semanal de 17 mm.

Otros datos destacados fueron los de Irigoyen y Pellegrini, con 14,6 y 13 mm respectivamente, todos sobre el centro de Santa Fe. En Córdoba apenas se alcanzaron acumulados máximos cercanos a los 5 mm. En Buenos Aires directamente no hubo registros de lluvia.

Las temperaturas presentaron valores algo más elevados que el período anterior, pero con marcas levemente inferiores a los niveles medios para la época del año. Los registros máximos se mantuvieron entre 19 y 21ºC. El registro más elevado fue el de la localidad de Pozo del Molle, en la provincia de Córdoba, con 21,5ºC. Las mínimas fueron inferiores a las del periodo anterior, con marcas por debajo de 0ºC. En promedio, la región se mantuvo con valores entre 2ºC bajo cero y 4ºC bajo cero. El dato más destacado fue el medido en Hernando, Córdoba, con 5,2ºC bajo cero.

Con estas condiciones se sigue produciendo un progresivo detrimento de las condiciones de humedad. A pesar de las lluvias recibidas sobre Santa Fe no hubo grandes cambios respecto a la semana pasada debido a las bajas temperaturas que provocan escasa evaporación, pero igualmente se va observando un deterioro generalizado de la humedad en el suelo. En general se observan reservas regulares a escasas, mientras que sobre Córdoba se distingue una zona cada vez más importante con características de sequía.

Analizando la tendencia para los próximos quince días, se mantiene la necesidad de lluvias moderadas en Córdoba, con promedios entre 80 y 100 mm para lograr condiciones óptimas. En el resto de GEA, con lluvias de 40 a 60 mm se volverían a alcanzar la humedad edáfica óptima.  

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Solo podría revertir un mejor comportamiento pluvial en el próximo cambio de estación

Los primeros siete días del invierno fueron decepcionantes, las esperadas lluvias no cumplieron con las expectativas.

Las precipitaciones que se desarrollaron durante el martes 28 estuvieron bastante por debajo de lo pronosticado por los modelos y con una distribución que dejo fuera del aporte a los sectores más complicados del oeste y sur de la región pampeana.

Los acumulados más significativos, apenas por encima de los 10 milímetros, privilegiaron puntualmente al centro de Santa Fe y Entre Ríos, excluyendo totalmente a las provincias de La Pampa y Buenos Aires.

Córdoba, una de las provincias más afectadas por la importante escasez pluvial que caracterizó al otoño 2022, solo recibió un par de milímetros. Esto le pone el punto final a cualquier anhelo de avanzar con las postergadas siembras de invierno. 

La disminución de las precipitaciones durante el trimestre frío es normal y por eso son fundamentales las recargas del otoño. Este año el otoño ha sido particularmente seco, a tal punto que hay que remontarse mucho en el tiempo para encontrar uno similar, es por eso que será muy difícil revertir en un corto plazo el déficit hídrico que presentan las reservas de agua.

Las precipitaciones necesarias para compensar la demanda de los perfiles exceden por mucho los valores habituales que proporcionan las lluvias del invierno. Esto hace mucho más complejo el escenario en aquellas zonas que se arriesgaron a sembrar con la humedad justa.     

Por el momento las condiciones para los cultivos no son tan extremas en el sudeste bonaerense, que históricamente ha compensado con reservas de humedad más favorables las deficiencias de agua sufridas en el oeste. A diferencia de otros años, la reticencia pluvial también está afectando la franja este y el margen se achica con cada semana sin lluvias.

Los pronósticos de corto plazo muestran alguna actividad atmosférica en el inicio de julio, aunque modesta y con un comportamiento similar a las lluvias del final de junio.

La primera década del nuevo mes no provocaría grandes cambios en el régimen de precipitaciones, algo lógico si consideramos el modesto nivel que tienen los registros medios históricos de julio.

Todo indica que tendremos por delante un invierno con pobre aporte de agua, con una distribución de humedad muy exigida y una propensión al estrés hídrico para los cultivos de la fina. Esto solo podría revertir un mejor comportamiento pluvial en el próximo cambio de estación.