Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Próxima semana: lluvias aisladas en la región

Comenzaría con lluvias y tormentas aisladas sobre la zona núcleo. La inestabilidad alcanzaría a toda la región y se mantendría hasta el final del período de pronóstico.

El período de pronóstico comienza con cielos despejados, viento norte y ascenso de las temperaturas en toda la porción central del país. Pero a medida que avancen los días irán generándose condiciones de tiempo inestable debido a la persistencia del viento del sector norte que aportará humedad y elevadas temperaturas al centro del país.

A partir del inicio de la próxima semana se espera que comiencen a producirse algunas lluvias y tormentas aisladas sobre la zona GEA. Si bien los eventos serán puntuales, gran parte de la región presentaría condiciones de inestabilidad con el probable desarrollo de tormentas, que se mantendrían hasta el final del período de pronóstico.

Las marcas térmicas y la humedad en las capas bajas de la atmósfera se presentarán en progresivo ascenso por la circulación del viento desde el sector norte y la escasa nubosidad  presente en toda la región. Hacia el final del período de pronóstico se prevé una rotación del viento al sector sur y un significativo descenso de las temperaturas.

El cielo se mantendrá despejado o ligeramente nublado hasta el próximo lunes, cuando se observará un progresivo aumento de la nubosidad acompañando las condiciones de inestabilidad sobre la porción central del país.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera será muy escasa en el comienzo del período de pronóstico, pero irá aumentando progresivamente favoreciendo las condiciones de inestabilidad que podrían desarrollar lluvias y tormentas aisladas sobre la zona GEA hacia el final del período de pronóstico.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias débiles y puntuales

Sólo sobre el sur de la región se registraron marcas inferiores a los 5 mm.

El agua fue para muy pocos desde el último miércoles 8 de setiembre. En Chacabuco, Buenos Aires, el acumulado semanal fue de 3,6 mm.

Las temperaturas presentaron valores muy variados según la zona, con sectores que alcanzaron registros muy elevados, como la franja norte de GEA, donde las máximas superaron los 30ºC y zonas con características más templadas, como el sur de Córdoba y el noroeste de Buenos Aires, donde la máxima semanal no superó los 25ºC. El dato más destacado se midió en la localidad de Irigoyen, Santa Fe, con un registro de 31,6ºC, marca muy superior a las de la semana pasada. Las mínimas se ubicaron por debajo de las del periodo anterior y de los promedios normales para la época del año. Las temperaturas variaron entre 2ºC y 4ºC y el valor extremo fue el de la localidad de Lincoln, en la provincia de Buenos Aires, con 0,9ºC.

Con este panorama las reservas de humedad en el suelo continúan mostrando una estructura similar a la que predominaba la semana pasada, con características muy variadas según la región. Sobre el norte de Buenos Aires las reservas se presentan entre óptimas y adecuadas y en el norte de la zona GEA, especialmente sobre zonas de Córdoba, las condiciones van de escasas hasta sequía.

Para los próximos quince días, se necesitan registros de lluvia entre 100 y 120 mm sobre Córdoba para alcanzar niveles óptimos de humedad, especialmente sobre el extremo noroeste de la zona GEA. Sobre el noreste de Buenos Aires, que es la zona que mejores características de humedad presenta, se necesitan lluvias en el orden de los 10 o 20 mm para mantener los buenos niveles de los perfiles. 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

La probabilidad de “Niña” a partir de octubre es del 80%

Luego de las importantes lluvias con las que se inició el intercambio mensual, en la segunda semana de septiembre hubo lluvias de escaso caudal y corta duración sobre la franja este de la región pampeana.

Si bien la mayor parte de los días el cielo se mantuvo cubierto y con un alto contenido de humedad atmosférica, los acumulados fueron escasos. Los más significativos estuvieron sobre el sudeste de la provincia de Buenos Aires pero fueron inferiores a 10 milímetros. Sobre el resto de la pampa húmeda solo hubo lloviznas débiles y aisladas.

Un sistema de baja presión instalado desde la semana anterior sobre las costas bonaerenses y el ingreso de aire frío desde el sudoeste del país fueron los responsables de los intensos vientos y del modesto y errático comportamiento pluvial. Con el transcurso de los días se fue desplazando hacia el noreste del país, ganando protagonismo e intensidad sobre Misiones y este de Formosa. 

De todos modos, aun cuando la persistencia de un ambiente húmedo y una mayor cobertura nubosa minimizaron los requerimientos atmosféricos, las reservas de agua en el suelo siguen mostrando una creciente disminución. El NOA, Córdoba y la franja oeste de Santa Fe muestran condiciones hídricas de escasez a sequía. La causa tiene una explicación sencilla, la distribución de las lluvias que se han desarrollado desde principios de mes se ha reiterado sobre la provincia de Buenos Aires y la franja este, dejando los perfiles del oeste mediterráneo por fuera de recargas.

Hace tres meses, a contramano de las opiniones generalizadas, anticipábamos la posible reaparición en primavera de un nuevo evento Niña. Hoy ese análisis es una realidad cercana: en su último informe la NOAA (organismo que monitorea el comportamiento del océano Pacifico) por tercera vez consecutiva aumentó la probabilidad de una nueva “Niña” a un contundente 80% a partir de octubre 2021.

Al mismo tiempo también mencionábamos la compensación que podría oponer el mejor funcionamiento de los mecanismos regionales de la mano de la anomalía positiva que mantiene sostenidamente la temperatura superficial del Atlántico. El cambio que ha tenido la dinámica pluvial desde el inicio de septiembre es una muestra de esta influencia positiva aun cuando, como es lógico, los desarrollos hayan favorecido principalmente a los sectores recostados sobre el este del país.

Por el momento las erráticas lluvias siguen sosteniendo aceptablemente la evolución de los cultivos pero será fundamental el rumbo que tomen, durante el resto del mes, el enfriamiento de Pacifico y las dinámicas regionales, para definir con cuánta agua contaran las siembras en el semestre cálido.

En especial porque otra variable podría volverse relevante en los próximos meses: la manera en la que la actual sequía que afecta al sur de Brasil y la intensa deforestación ocurrida allí puede alterar los flujos de humedad que ingresan a la región pampeana durante la campaña gruesa.