Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Próxima semana: probabilidad de lluvias y tormentas

El desplazamiento de un sistema frontal frío por la porción central del país provocará entre el martes y miércoles próximos, la probabilidad de lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el centro del país.

Durante gran parte de la semana prevalecerán condiciones de tiempo totalmente estables, con temperaturas elevadas y escasa cobertura nubosa. El viento del sector norte irá aportando humedad al sector central del país aumentando la inestabilidad hacia el comienzo del próximo período. Esta situación, combinada con el avance de un sistema frontal frío por la región central del país, generará entre martes y miércoles próximo, la probabilidad de lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el centro del país, que podrían involucrar a la zona GEA.

Las temperaturas presentarán valores superiores a los niveles normales para la época del año durante toda la semana. Tanto las marcas mínimas como las máximas serán elevadas para los promedios de abril. Estas condiciones se mantendrán prácticamente toda la semana, ya que el descenso térmico comenzará a partir del miércoles 21.

La circulación del viento se mantendrá mayormente del sector norte facilitando el ingreso de humedad a la porción central del país y manteniendo las temperaturas elevadas.

La cobertura nubosa estará prácticamente ausente y recién entre martes y miércoles se podría observar un importante aumento de la misma.

Se espera que la presencia del viento del sector norte mantenga un importante contenido de humedad en progresivo aumento a lo largo de todo el período de pronóstico.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias superiores a los 40 mm en la región

El acumulado más importante se midió sobre el centro de Santa Fe, en Montes de Oca, donde se registraron 260 mm. Solo el noroeste de Buenos Aires que fue el único sector que presentó lluvias más escasas; Gral. Villegas que totalizó 34,8 mm.

Las temperaturas del periodo fueron superiores a los parámetros normales estacionales, con valores máximos que quedaron en el rango entre 27ºC y 30ºC, levemente por debajo de los de la semana anterior. El dato más destacado fue en la localidad de Pozo del Molle, Córdoba, con un registro de 33,3ºC. Las mínimas se presentaron dentro de lo normal para la época del año con marcas entre 8 y 10ºC. El valor más bajo fue en la localidad de Junín, Buenos Aires, con 6,5ºC.

Se puede observar que la situación hídrica de los suelos se mantiene muy buena en la mayor parte de la zona GEA, pero las abundantes lluvias de la última semana también generaron zonas con excesos, especialmente sobre Santa Fe y parte de Córdoba. El noroeste de Buenos Aires es la única zona que mantiene características de humedad escasa por la recurrencia de lluvias con menor volumen.

Para los próximos quince días se puede concluir que las lluvias necesarias para mantener los buenos niveles de humedad en toda la región GEA, deberían ser nulas, salvo sobre el noroeste de Buenos Aires donde los registros deberían rondar los 60 mm para lograr niveles óptimos.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Días sin lluvias para seguir con la cosecha

Las proyecciones de corto plazo indican la ausencia de precipitaciones para los próximos siete días y condiciones atmosféricas estables, sin irrupciones de aire que provoquen enfriamientos destacados. El escenario es propicio para que los suelos logren orearse para la continuidad de las tareas de cosecha. Esto es una excelente noticia, tras el gran evento de lluvias del fin de semana pasado.

La importante masa de aire tropical que estuvo presente desde el inicio de abril en gran parte del centro del país fue plenamente aprovechada por el ingreso de un sistema frontal en la segunda semana del mes. Los altos niveles de humedad se capitalizaron en sistemas precipitantes abundantes y generalizados. A partir del jueves 8, las precipitaciones comenzaron a desarrollarse sobre el sudoeste de Buenos Aires y sudeste de La Pampa. El desplazamiento de la tormenta se mantuvo hacia el noreste y se prolongó hasta el domingo 11. Las lluvias cubrieron la totalidad de la región pampeana con acumulados dispares pero, en general, muy significativos llegando hasta el sur de las provincias de Santiago del Estero y Chaco.

Si bien los modelos de pronóstico anticipaban la presencia de los desarrollos pluviales tanto en duración como en cobertura territorial, la magnitud del evento escapó a toda previsión. El evento es un ejemplo claro de lo que se define como “tiempo extremo”, que son anomalías del clima en escalas de tiempo cortas que provocan fenómenos de atípica intensidad, tanto húmedos como secos.

Las precipitaciones cubrieron con cierta modestia el sur de Córdoba y el noroeste de Buenos Aires. Pero, a medida que el sistema frontal continuó avanzando hacia el noreste, comenzaron a desarrollarse tormentas muy importantes. La distribución de las lluvias en general fue homogénea, entre los 60 y los 80 milímetros, pero tuvo dos epicentros de inusual volumen. Uno se ubicó en el centro oeste bonaerense donde los registros superaron en forma puntual los 200 milímetros. El otro fue sobre el centro oeste de Córdoba y centro de Santa Fe, donde de manera muy localizada se superaron los 250 milímetros, duplicando los valores medios históricos de todo el mes de abril.

La magnitud de los acumulados provocó un fuerte impacto sobre las reservas de agua en el suelo, llevándolas a condiciones entre óptimas y abundantes incluyendo excesos en las zonas donde los registros de lluvia alcanzaron los valores máximos.

Nuevamente, como ha ocurrido en los últimos dos eventos, los sistemas frontales han acelerado su paso sobre el noroeste de Buenos Aires dejando como saldo una oferta de agua que quedó lejos de la necesaria para mejorar el estado de los perfiles en ese sector.