Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Tres días de lluvias

Se espera el desarrollo de lluvias y tormentas de variada intensidad que pueden ser fuertes de manera puntual. A partir del domingo, condiciones vuelven las de tiempo estable sobre la región.

El avance de un sistema frontal frío provocará el desarrollo de lluvias y tormentas de variada intensidad, con fenómenos que pueden ser entre fuertes y muy fuertes de manera puntual, pero toda la región estará influenciada por las condiciones de inestabilidad y precipitaciones moderadas. Estas características se mantendrán hasta el domingo, ya que el sistema frontal se desplazará hacia el norte. Luego se espera un tiempo más frío y seco que se mantendrá por el resto del periodo de pronóstico.

Las temperaturas iniciarán la semana  con valores muy elevados para la época del año, pero por poco tiempo ya que una vez que avance el sistema frontal frío, experimentarán un importante descenso tanto de los registros mínimos como de los máximos. Cabe destacar que los valores medidos desde el domingo en adelante serán adecuados para el mes de abril, aunque el contraste térmico será muy importante debido a los elevados valores que se vienen registrando desde los primeros días de abril.

 La nubosidad también presentará grandes diferencias a lo largo de la semana, con abundante cobertura nubosa en la primera mitad, producto de la inestabilidad sobre la región. A partir del domingo en adelante se espera cielo mayormente despejado en toda la zona GEA.

La circulación del viento comenzará del sector norte con leve a moderada intensidad, manteniendo las mismas características que los primeros días del mes de abril, pero la llegada del sistema frontal frío cambiará las condiciones significativamente, con la rotación del viento al sector sur aumentando la intensidad. A medida que avancen los días, el viento irá cambiando al sector este y hacia el final del período de pronóstico se espera que se ubique del noreste.

La humedad inicialmente también será muy importante potenciando las condiciones de inestabilidad y el desarrollo de tormentas fuertes. Desde el domingo hasta el final del período de pronóstico se prevé una importante disminución del contenido de humedad en toda la región.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Sin lluvias pero con altas temperaturas

En los últimos 7 días no se registraron lluvias en la región. Las temperaturas fueron muy superiores a los parámetros normales para la época del año, con valores máximos que estuvieron entre 30ºC y 33ºC.

El dato de temperatura máxima más destacado fue el de la localidad de Maggiolo, en Santa Fe, con un registro de 33,6ºC. Las mínimas se presentaron por encima de los valores normales estacionales y superiores a las de la semana pasada, con marcas entre 10 y 12ºC. El valor más bajo fue 9,5ºC y se midió en la localidad de Chacabuco, Buenos Aires.

Con este panorama la situación de humedad en el suelo se mantiene muy buena en gran parte de Córdoba, Santa Fe y noreste de Buenos Aires donde las condiciones son adecuadas, pero siguen siendo escasas sobre el norte de Buenos Aires.

Analizando la tendencia para los próximos quince días, se puede concluir que las lluvias necesarias para mantener los buenos niveles de humedad en toda la región GEA, no serían demasiado significativas, con registros inferiores a los 30 mm ya se alcanzarían niveles óptimos. Sólo sobre el norte de Buenos Aires los registros deberían rondar los 80 a 100 mm para mejorar las reservas.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

El avance de los frentes frontales definirá la oferta de agua del otoño

La primera semana de abril no le dio continuidad al excelente comportamiento pluvial de la segunda quincena de marzo que revirtió la prolongada sequía sufrida por los cultivos de la gruesa en su período crítico. Si bien durante los últimos siete días la circulación del aire fue favorable y no hubo limitante en la disponibilidad de humedad la dinámica atmosférica provocó que las lluvias, que cerraron el mes pasado con un destacado efecto sobre el centro este de la región pampeana, se desplazaran de forma preponderante hacia el noreste de Argentina.

El norte de Santa Fe, oeste de Santiago del estero, Chaco, noroeste de Corrientes y el oeste de Formosa fueron las regiones que capitalizaron de manera excluyente los desarrollos de la primera semana del mes, con registros entre 15 y 60 milímetros. El resto de los sectores productivos del país quedaron excluidos de la presencia de precipitaciones con la única excepción del extremo sur de La Pampa, donde un par de localidades midieron de forma puntual y aislada menos de 10 milímetros. 

El mapa de disponibilidad de agua útil muestra que la recuperación alcanzada durante la segunda mitad del mes anterior se ha mantenido, o incluso mejorado, en concordancia con la distribución de las últimas lluvias, dejando muy en evidencia el desecamiento que presenta el norte de Buenos Aires. Es allí donde los suelos requieren un pronto auxilio a su condición de humedad para lograr un panorama un poco más alentador pensando en los cultivos de invierno. Para eso es imperioso que el cambio pluvial que inició marzo logre continuidad y mayor despliegue durante el resto abril o incluso en mayo ya que, estacionalmente, a partir de la mitad del año el volumen de las precipitaciones disminuye sobre la franja mediterránea.

De todos modos, aún con zonas que pueden soportar mejor que otras la temporaria ausencia de lluvias, las áreas que han ganado reservas en las últimas tres semanas superan a las que no lograron alivio.

En un contexto de escala más global, para proyectar el probable comportamiento climático del otoño en nuestro país debemos considerar que el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial Central se mantiene en retroceso, por lo tanto el forzante Niña ya no constituye un factor con tanta influencia negativa, aun cuando la neutralidad todavía tardará un tiempo en llegar.

En el lado opuesto, el Atlántico presenta una moderada anomalía positiva, que puede considerarse dentro de la normalidad de su temperatura superficial y por el momento no muestra indicios de proveer flujos de humedad adicional que potencien el desarrollo de lluvias sobre el continente.

Con estos dos forzantes de gran escala inactivos será el avance de los frentes frontales desde el sur hacia el norte del país los que definirán la oferta de agua del otoño.

En ese sentido los pronósticos indican el pasaje del primer frente de abril en las próximas horas. La gran disponibilidad de humedad que presentan las capas bajas de la atmósfera, por el eficiente funcionamiento de la circulación del noreste, tiene amplias chances de capitalizarse en precipitaciones de moderada intensidad y amplia distribución.

A esta altura del año las lluvias convectivas comienzan a perder protagonismo y los desarrollos se vuelven básicamente dependientes de los sistemas frontales, es decir por el contraste de masas de aire y la inestabilidad asociada a esa dinámica. Si la frecuencia del pasaje de los frentes se presenta tan favorable como en marzo podemos evaluar como posible un escenario pluvial que consolide las zonas que recuperaron la humedad edáfica adecuada y al mismo tiempo aporte soluciones a las áreas con mayor retraso hídrico.