Indicadores Climáticos


INDICADORES CLIMÁTICOS

Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Calor y la inestabilidad recién para el martes

Semana de calor intenso y gran presencia del viento norte. Las lluvias estarán ausentes en gran parte de la semana.

 

Se prevé una semana de calor intenso, con la presencia del viento del sector norte que fomentará los elevados registros. También se suma que se espera una nubosidad  muy escasa.

 

Las lluvias se mantendrán ausentes durante gran parte del período de pronóstico. Recién comienza a vislumbrarse algo de inestabilidad, con el potencial desarrollo de tormentas a partir del próximo martes. Por lo tanto, la mayor parte de la semana se mantendrá sin cambios significativos.

 

Las marcas térmicas previstas durante los próximos siete días se presentarán superiores a los parámetros normales estacionales. Especialmente, los valores máximos, ya que durante la noche se producirán descensos moderados llevando los registros mínimos a ubicarse dentro de los valores medios para el mes de enero.

 

La circulación del viento será del sector norte durante todo el período de pronóstico. Recién a partir del próximo miércoles podrían comenzar a observarse condiciones levemente diferentes, con una rotación del viento al sector este de intensidad moderada. Esta situación podría estar potenciada por las condiciones de inestabilidad que se presentarían sobre la zona GEA.

 

El cielo permanecerá mayormente despejado, soleado y con escasa nubosidad prácticamente durante toda la semana. A partir del próximo martes podría presentarse un incremento significativo de la cobertura nubosa.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera será escasa en el comienzo del periodo. Se presentará en constante ascenso, aunque muy lento y progresivo, debido a la presencia del viento del sector norte.

 

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Esta vez, las lluvias sí dieron que hablar

En promedio los registros oscilaron entre 20 y 60 mm, pero hay sectores que han superado los 100 mm.

 

Labordeboy, en el sur de Santa Fe, totalizó un acumulado de 102,4 mm semanales. También se destacan las localidades de Pozo del Molle e Idiazabal, en Córdoba con 62,4 mm y de 60 mm respectivamente.

 

Las marcas térmicas se ubicaron dentro de los parámetros normales para la época del año, con valores máximos que quedaron en el rango entre 32ºC y 34ºC, inferiores a los de la semana pasada. El dato más destacado se midió en la localidad de Hernando, Córdoba, con un registro de 35,8ºC. Las mínimas fueron levemente inferiores a la semana pasada y más bajas que los promedios normales estacionales, con registros entre 10 y 12ºC. El valor más bajo fue en la localidad de Junín, Buenos Aires, con 9,1ºC.

 

Se puede observar que, comparando con las semanas previas, la humedad del suelo sigue mejorando en la región, aunque todavía no muestra condiciones óptimas. Las escasas lluvias registradas en los últimos meses, sumadas a las elevadas temperaturas de la época que aumentan la tasa de evaporación, impactan en la zona haciendo que todavía se necesiten precipitaciones importantes para lograr condiciones hídricas óptimas. A pesar de las últimas lluvias registradas todavía quedan sectores puntuales con características de sequía, pero también se observan zonas muy acotadas con humedad adecuada. La mayor parte de GEA muestra condiciones de humedad escasa.

 

Tal es así que, para los próximos 15 días, el requerimiento hídrico sigue siendo notable en toda la zona GEA. Se necesitan lluvias importantes para lograr condiciones óptimas. Los acumulados requeridos para alcanzar dichas características oscilan entre 100 y 120 mm en las próximas dos semanas.

 Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Al fin, reservas adecuadas en el norte argentino tras 10 meses de penurias

La tercera semana del 2021 sostuvo la importante mejora pluvial durante los primeros quince días del año con lluvias de significativo caudal y amplia cobertura territorial.

 

Cinco de los últimos siete días, arrancando el 14 de enero, contaron con el desarrollo de precipitaciones en los distintos sectores productivos desde el sur de la región pampeana hasta el norte del país. Los acumulados fueron importantes sobre el centro de la región núcleo, en torno a los 50 milímetros, pero se incrementaron a medida que el sistema fue desplazándose hacia el norte.

 

Los registros promediaron entre 70 y 80 milímetros sobre el este de Santiago del Estero, centro norte de Córdoba y de Santa Fe. Pero los valores más significativos del evento se recibieron en el oeste de Chaco donde los totales semanales superaron los 100 milímetros.

 

El resultado de esta distribución diferencial de las lluvias fue una importante mejora de las reservas de agua útil desde el centro hasta el extremo norte de nuestra región de interés.

 

Los colores verdes, reservas adecuadas, por fin retornaron al postergado norte argentino cubriendo aproximadamente el 60% de nuestro mapa y mejorando considerablemente la situación en el NOA y el NEA.

 

El detalle no es menor si consideramos que hay que retroceder hasta abril del 2020 para encontrar condiciones de humedad edáfica similares en porcentaje y cobertura sobre la misma región.       

 

Una vez más, la magnitud del déficit hídrico de los perfiles, arrastrado desde el inicio de la campaña, queda en evidencia sobre el centro de la región núcleo. Ni siquiera las abundantes lluvias recibidas con cierta continuidad durante las primeras dos décadas del mes han sido suficientes para sacar a esta zona de las condiciones de escasez preexistentes.

 

Si bien los milímetros totalizados no alcanzan los niveles requeridos para recomponer el atraso pluvial, esta secuencia lluvias y tormentas no deja de ser muy oportuna para la soja, sobre todo después de haber transitado un bimestre noviembre / diciembre muy seco.

 

Actualmente se mantienen las condiciones de estabilidad atmosférica posteriores a las precipitaciones. Muy probablemente el buen tiempo acompañará a la región núcleo los próximos siete días, más allá de algunos desarrollos convectivos menores y muy puntuales pronosticados para el fin de semana.

 

La buena noticia es que por el momento se sostiene la anomalía positiva en la temperatura superficial del Atlántico, aunque como ya hemos visto este indicador es mucho más volátil que el del Pacífico. Habrá que esperar hasta el próximo informe para comprobar si la influencia de ese forzante vuelve beneficiar con lluvias la región mediterránea antes del final de enero.