Commodities

Maíz sostenido por bajos stocks

Guillermo Rossi

Durante los primeros días de la semana, el mercado de Chicago mantuvo sus contratos de maíz con precios firmes, apuntalados por el sentimiento alcista que resultó de la publicación del informe de oferta y demanda del USDA de finales de la semana previa. En aquel momento, el organismo norteamericano previó un mayor consumo forrajero de lo pensado para Estados Unidos, dejando los inventarios al cierre de la campaña por debajo de la cifra anticipada por los operadores.

Los guarismos alcistas motivaron el regreso de los fondos especulativos al mercado, estimándose compras de estos participantes por más de 25.000 contratos en las jornadas posteriores al reporte. Según datos de la CFTC, al día martes 12 de marzo los operadores no comerciales acumulaban una posición neta comprada de 39.299 contratos, lo que representaba el 3,2% del interés abierto del mercado.

La recuperación de los precios motivó un incremento en las ventas de los productores norteamericanos, en el intento por aprovechar lo que parece la última cresta alcista antes del ingreso de la cosecha sudamericana a los canales comerciales. Durante los próximos meses, se estima que Brasil y Argentina podrán embarcar más de 35 millones de toneladas de maíz, calmando las necesidades de un mundo que demanda activamente granos forrajeros. No obstante, muchos productores continúan reteniendo a la espera de una nueva suba durante los meses de verano, cuando los inventarios se encuentren su nivel más bajo de los últimos 17 años. Ante esta situación, las plantas de molienda -fundamentalmente, de producción de etanol- podrían verse obligadas a ralentizar su operatoria.

La ajustada situación de la hoja de balance hace esperar un cierre de campaña con gran volatilidad de precios e inestable empalme de cosechas, pagándose mejores valores para quienes puedan entregar sus lotes en agosto. Entre los operadores del mercado de Chicago esta coyuntura concentra gran interés en el spread julio/diciembre, posiciones que en los últimos meses han mantenido profundos vaivenes.

Las perspectivas climáticas en Estados Unidos van mejorando paulatinamente, aunque el recuerdo del último verano no ha quedado definitivamente atrás. Según el monitor de sequía que actualiza semanalmente la Universidad de Nebraska-Lincoln, todavía se observa una considerable extensión de superficie en muy pobres condiciones. No obstante, las precipitaciones y bajas temperaturas del mes de marzo permitirán a los cultivos contar con mayor humedad en la zona que se extiende desde el Rio Misisipi hasta la costa este, con auspiciosos pronósticos meteorológicos para los próximos meses.

En tanto, la demanda externa ha recobrado firmeza frente a las demoras para embarcar con rapidez desde los puertos brasileños, un problema que también impacta en el mercado de soja. En los alrededores de las terminales de Santos y Paranaguá esperan centenares de buques cuya carga estaba programada para estos días. La disputa entre los trabajadores y el Estado por ahora parece de difícil solución.

Esta problemática redirecciona demanda hacia Estados Unidos. En el reporte de exportaciones del Departamento de Agricultura norteamericano se indicó que los compromisos de embarque de maíz totalizaron 653.318 toneladas durante la semana que concluyó el 7 de marzo, cifra por encima del valor que esperaban los operadores de Chicago. De hecho, se trató del volumen más significativo de las últimas 16 semanas.

Un participante que volvió al mercado importador fue China, aunque demandando maíz estadounidense de la cosecha nueva. Desde el mes de febrero se estiman compras del gigante asiático por 600.000 toneladas, la mayoría de ellas realizadas por industrias privadas. La compañía estatal COFCO está demorando compras desde Estados Unidos a la espera de que los precios caigan, mientras que Sinograin -que administra el sistema estatal de reservas- recién reingresará al mercado importador el 30 de abril, en su habitual programa de recomposición de stocks. Esta firma se encuentra adquiriendo maíz en el mercado interno, a precios que en el noreste rondan los u$s 360/ton.

Como resultado de los factores comentados, los contratos con entrega en mayo en CBOT ajustaron con una suba semanal del 2%, aunque durante las ruedas del jueves y viernes una toma de ganancias frenó la carrera alcista del mercado.

En el plano local, en tanto, transcurrió una semana de menor actividad en el recinto de la Bolsa y precios mayormente estables, ubicándose en el rango de u$s 170 a 175 por tonelada con entrega en el mes de abril en condiciones Cámara. Los mejores precios correspondieron a lotes de tamaño significativo y entrega más diferida. En tanto, los precios caían por debajo de u$s 170/ton para la entrega durante el mes de marzo. Los valores estimativos fijados por la CAC rondaron los $ 850/ton durante los últimos días.

Por su parte, los consumos de la región redujeron ligeramente su disposición a pagar. En Clason se ofrecieron hasta $ 810/ton con descarga inmediata, mientras que los consumos de Baradero y Chacabuco realizaron negocios a u$s 160 y 150 por tonelada, respectivamente. Estos precios podían mejorar si los lotes contaban con menores proporciones de humedad.

El avance de los trabajos de recolección se estima en 10% del área de cobertura, con rindes muy superiores a los obtenidos el año pasado. Según sostuvo el Ministro de Agricultura durante la tarde de hoy, la cosecha llegaría a 27 millones de toneladas, aunque fuentes privadas estiman que podría ser algo menor. De cara a la próxima semana se espera clima despejado, lo que permitirá acelerar el ritmo de las labores y acrecentará la llegada de mercadería a las plantas y puertos de la región.

A lo largo de los días recientes, ingresaron unos 1.900 camiones diarios con maíz a las terminales de Rosario y zona hasta las 6 de la mañana, movimiento que se acentuará en las semanas venideras. La regulación y control de la enorme masa de vehículos pesados que circula por las vías terrestres supone enormes desafíos logísticos para los próximos meses, siendo para ello necesaria la cooperación entre el sector público y el privado.

Cabe destacar que, a diferencia de otros años, esta campaña comienza con una elevada proporción de mercadería ya negociada, cercana a 12,5 millones de toneladas. La mayoría de ese volumen se entregará desde abril hasta junio y su embarque se concentrará en los primeros meses del ciclo comercial. De hecho, es probable que en la primera mitad de marzo se hayan embarcado cerca de un millón de toneladas.