Commodities

El USDA le brindó sostén al maíz

Guillermo Rossi

Hasta la publicación de las nuevas estimaciones de producción y consumo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) del día viernes, los futuros del cereal cotizantes en Chicago se dirigían hacia una significativa caída semanal. La fuerte retracción de la demanda en el hemisferio norte y el ingreso de los primeros lotes de la nueva cosecha en Sudamérica han dominado la escena del mercado durante los últimos días, presionando sobre las cotizaciones.

Los trabajos de recolección en Brasil ya se encuentran cerca del 40% del área proyectada, mientras que en Paraguay también exhiben un avance muy significativo. En Argentina la llegada de la nueva cosecha ya se palpita en las terminales portuarias del Up River, aunque los trabajos de recolección en la zona núcleo recién comenzarán dentro de unos días. El ingreso de camiones en Rosario y su área metropolitana ha promediado las 1.600 unidades por día durante la semana y se espera que continúe aumentando durante este mes y el próximo.

En nuestro país, los meses de marzo y abril serán de gran actividad en las plantas y puertos, lo que representará un magnífico desafío logístico. Posiblemente, se embarque maíz a razón de 2,5 millones de toneladas desde marzo hasta julio, esperándose que la actividad se desacelere a partir de agosto y hasta octubre, cuando emerja Estados Unidos como gran exportador mundial. En Brasil se podría dar una situación similar, aunque las demoras en las terminales y el conflicto que existe entre los trabajadores portuarios y el Estado conspiran contra un mayor dinamismo exportador. Las entidades gremiales del sector han convocado a un cese de actividad para el día 19 de este mes.

Frente a este contexto, las exportaciones de Estados Unidos siguen mostrando un desempeño muy flojo y no logran alcanzar las expectativas de los operadores. Según el USDA, en la última semana de febrero se pactaron ventas externas por apenas 156.551 toneladas, el volumen más bajo de las últimas ocho semanas. En CBOT los operadores situaban las exportaciones entre 450.000 y 650.000 toneladas. Hasta el momento, las exportaciones acumulan 9,4 millones de toneladas de mercadería de la campaña actual, mientras que los compromisos aún no cumplidos superan levemente las 5 millones de toneladas. Esto representa cerca del 70% de las exportaciones proyectadas para todo el año, cuando a la misma altura del año pasado dicho guarismo ascendía al 80%.

En las estimaciones mundiales de producción y consumo del USDA que se conocieron el viernes, el organismo redujo su proyección de exportaciones norteamericanas en el período septiembre-agosto hasta 21 millones de toneladas, la cifra más baja de las últimas 40 campañas. Esta reducción no se tradujo en una modificación de los stocks finales esperados, que se mantuvieron sin cambios en 16,1 millones de toneladas. Las menores exportaciones se compensaron con mayores importaciones -en parte, procedentes de Argentina- y consumo forrajero en Estados Unidos.

Los cambios introducidos en la hoja de Balance dieron impulso a los precios, puesto que se esperaba una elevación en la disponibilidad de stocks al cierre del ciclo que finalmente no tuvo lugar. Los futuros del cereal ganaron u$s 5/ton en la rueda del viernes.

A nivel mundial, los cambios introducidos no fueron significativos. El USDA redujo su estimación de cosecha de Argentina en 500.000 toneladas, dejándola en 26, 5 millones. En Brasil no hubo cambios, manteniéndose la expectativa de una cosecha de 72,5 millones de toneladas. En ambos casos se esperan exportaciones por 19 millones de toneladas. Cabe destacar que diversas fuentes de cada país calculan que la producción argentina será menor y la brasileña algo mayor.

En cuanto al mercado local, la semana transitó con muy poca actividad y precios en baja. Al llegar el viernes no había en el recinto compradores interesados en realizar negocios con maíz, mientras que en jornadas anteriores la idea de precio rondaba los u$s 170/ton para la entrega en abril en Punta Alvear. La mercadería que cambió de manos fue escasa. En Rofex se realizaron algunas operaciones a valores ubicados entre u$s 171 y 175 por tonelada en la posición con entrega en abril.

En el segmento disponible, los consumos de la región ofrecieron valores cercanos a los $ 800/ton para cerrar negocios con descarga inmediata. En Clason se pagaban $ 810/ton con descarga inmediata al promediar la semana, mientras que en Baradero y Chacabuco al llegar el viernes se ofrecían u$s 165 y 155 por tonelada, respectivamente, equivalentes a $ 780 y 830 por tonelada, respectivamente.

Dependiendo del resultado final de la cosecha, no habría que descartar una ampliación del cupo de exportación, que actualmente consta de 15 millones de toneladas, ya adquirida por los exportadores en una amplia proporción. De producirse este anuncio se reactivaría el mercado, motivando la reaparición de la exportación. Esto permitiría un acercamiento de los precios al FAS teórico, que se encuentra cerca de u$s 30/ton por encima del mercado. Dadas las necesidades financieras del país y el imperativo de aprovechar la actual coyuntura del mercado internacional, es probable que durante el mes de marzo haya novedades al respecto.