Commodities

El USDA deprimió los precios del trigo

Guillermo Rossi

La publicación de nuevas estimaciones de oferta y demanda agrícolas por parte del Departamento de Agricultura norteamericano en la tarde del viernes provocó un derrumbe de los futuros de trigo cotizantes en mercados norteamericanos. La semana concluyó con una baja de u$s 6,2/ton en los contratos con entrega en julio de Chicago, que llegó a u$s 7,6/ton en el mercado de Kansas.

Si bien la estimación de producción de trigo en Estados Unidos correspondiente a la campaña 2013/14 se encontró apenas por encima de lo esperado, el USDA aguarda una gran contracción de la demanda para el próximo año. En este sentido, se planteó un escenario con menor consumo forrajero -luego del máximo de 14 campañas experimentado este año- y menores exportaciones, afectadas por la mayor competencia que enfrentará el país del Norte durante el próximo ciclo.

Como resultado de estas estimaciones, el stock de cierre del ciclo 2013/14 en Estados Unidos superó las expectativas del consenso en 300.000 toneladas, motivando una baja de los precios. No obstante, es preciso continuar monitoreando la situación productiva, ya que la condición de los cultivos luce muy inferior a la de años anteriores. En su último reporte semanal de seguimiento, el Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas - NASS indicó que el 32% de la superficie se encuentra en situación buena o excelente, por debajo del 63% reportado a la misma fecha del año pasado.

En el plano mundial, la nueva campaña se avecina con una producción récord, que superará las 700 millones de toneladas. Con excepción de Estados Unidos, en todos los países de relevancia exportadora habrá un mejor desempeño que durante 2012. Sin embargo, gran parte de la mayor oferta será absorbida por la expansión de la demanda, ya que la producción crecerá en 45 millones de toneladas y los stocks se expandirán en algo más de 6 millones, según los números del USDA.

La situación que se plantea es particularmente optimista para la zona del Mar Negro. Dos grandes exportadores como Rusia y Ucrania producirán 56 y 22 millones de toneladas, respectivamente. Sin embargo, otras fuentes estiman en ambos casos una cosecha hasta 10% menor que la maneja el USDA. El gigante eslavo volvería a ocupar el tercer puesto en el ranking mundial de exportadores, por detrás de Estados Unidos y Canadá y superando a Australia. En tanto, China incrementará sus compras por cuarto año consecutivo, estimándose importaciones por 3,5 millones de toneladas.

En definitiva, el panorama mundial de los próximos meses luce relativamente holgado, permitiendo que la demanda de Asia y el norte de África encuentre saldos exportables a los que recurrir. Esto consolida un panorama de mercado invertido, donde los valores FOB en las principales terminales portuarias del globo se mantienen muy firmes, pero caen para embarques hacia finales de año. Algunos países europeos y del Mar Negro han liquidado sus inventarios durante los últimos días, a precios que superan los u$s 300 FOB. En cambio, para la campaña 2013/14, los precios se encuentran en u$s 270/ton en el Mar Negro y u$s 285 para el trigo blando norteamericano.

El mercado internacional también cuenta con grandes interrogantes respecto de lo que será el abastecimiento en el segundo semestre de la campaña, ya que el grueso de los saldos exportables del Mar Negro se coloca entre julio y noviembre. Para eso es preciso analizar el panorama de Australia y Argentina. En el hemisferio sur se espera una leve recuperación de la producción, aunque en ninguno de los casos alcanzaría los récords de otros años.

Según el Departamento de Agricultura norteamericano, la cosecha 2013/14 de trigo argentino se ubicará en 13 millones de toneladas, ocupando una superficie de 4,2 millones de hectáreas y tomando rindes de 31 qq/ha como promedio nacional. De cumplirse estas proyecciones, nuestro país se encontrará en condiciones de colocar 7 millones de toneladas en los mercados externos, duplicando su saldo exportable respecto del ciclo actual.

En el plano local, una de las novedades de la semana tuvo que ver con el anuncio de la puesta en marcha de un nuevo esquema para impulsar un crecimiento de la siembra en la próxima campaña, consistente en el reintegro de los derechos de exportación una vez efectuadas las declaraciones de producción durante los meses del verano.

A tal efecto, se creará un fideicomiso bajo la órbita del Banco Nación que administrará la recaudación que anteriormente capturaba la AFIP. El control de los fondos lo efectuarán la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), la Cámara Argentina de Productores y Exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO), la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM).

Si bien persisten algunas dudas respecto de su aplicación efectiva, a la vez que experiencias pasadas generan temores respecto de cuan ágil será el esquema de devoluciones, algunas de las entidades que participan de la cadena comercial sostuvieron que la noticia fue positiva. Las estimaciones conocidas hasta el momento vaticinan un área de intención que supera la de 2012 en algo más del 10%. No obstante, aunque el fisco resignará importantes recursos durante los primeros meses del año, la medida no tiene el efecto expansivo que significaría -por ejemplo- una eliminación explícita de las retenciones, o una baja de su alícuota.

El mercado local continúa con precios muy sostenidos, que incluso se acercan a la cotización de la soja. Los valores estimativos establecidos por la CAC se ubicaron durante los últimos días en $ 1.400/ton, cifra equivalente a u$s 270/ton. En el recinto de esta Bolsa se escucharon ofrecimientos abiertos de la molinería, pagando $ 1.400/ton en Rosario y hasta $ 1.600/ton en Resistencia, en ambos casos en condiciones Cámara. Sin embargo, hay compradores dispuestos a pagar todavía más si encuentran oferta.

Quienes tienen lotes han efectuado muy pocas ventas durante los últimos días, ya que el grueso de los productores sigue de cerca la evolución de la cosecha gruesa. En tanto, la molinería cuenta con inventarios muy ajustados y ha debido convalidar una suba muy fuerte de los precios. Los mercados a término han trepado hasta valores jamás vistos, que incluso superan a los observados en Chicago. Los exportadores cuentan con existencias que no podrán embarcar, de la cual una proporción importante tiene buena calidad comercial.

Esta coyuntura podría revertirse ligeramente en los meses posteriores a la cosecha gruesa, si aumenta el interés de los vendedores por aprovechar los precios actuales, que difícilmente se repetirán el año próximo. No obstante, la situación económica -en particular, la coyuntura del mercado de cambios- favorece la retención de stocks. El cierre de la campaña será extremadamente ajustado, tanto en cantidad como en calidad. De allí que sea necesario que la próxima campaña signifique una gran recuperación de la producción.