Commodities

De mayor a menor en el mercado local de maíz

Guillermo Rossi

El mercado de Chicago mantuvo un comportamiento muy volátil a lo largo de la semana, mostrándose débil en las primeras jornadas pero muy alcista en la rueda previa a la publicación de un nuevo informe de estimaciones agrícolas del Departamento de Agricultura norteamericano. Aun así, entre el lunes y el jueves el volumen de operaciones permaneció por debajo de su media usual.

Al llegar el viernes, la visión muy optimista del USDA respecto de la disponibilidad del cereal durante la próxima campaña presionó fuertemente sobre la evolución del mercado de Chicago, que cerró con una caída semanal de u$s 4,6/ton en los contratos con entrega en mayo y de hasta u$s 9,4/ton en la posición con entrega en diciembre, representativa de la nueva cosecha.

En cuanto al ciclo 2012/13, la clave del informe se encontraba en las nuevas estimaciones de producción en Sudamérica. Se esperaba un leve recorte en la cifra de producción argentina y una suba en Brasil, ante las mejores perspectivas que está exhibiendo la «safrinha», maíz de segunda que se cosecha en julio-agosto y representa este año más del 50% de la producción de la campaña. Sin embargo, en Argentina se mantuvo la expectativa de cosecha en 26,5 millones de toneladas y la de Brasil aumentó más de lo esperado, llegando a 76 millones de toneladas. Debido a estos números, el stock mundial de cierre del presente ciclo se ubicó en 125,4 millones de toneladas, unas 800.000 toneladas más de lo que descontaba el mercado.

En tanto, el organismo norteamericano volvió a efectuar un recorte en la demanda de maíz en Estados Unidos durante el presente año, reduciendo hasta 19,1 millones de toneladas su proyección de exportaciones. Este ajuste significará que el país del norte ha quedado en el segundo puesto entre los principales exportadores, por detrás de Brasil, que embarcará 21,5 millones de toneladas en el período comprendido entre septiembre del año pasado y agosto de este año. Hace tan sólo una década hubiese sido impensado que Brasil podría superar a Estados Unidos en este rubro.

En la próxima campaña se avizora una gran recuperación de la producción norteamericana, que significará una importante recomposición de los inventarios. Sin embargo, la nueva estimación de cosecha del USDA –de 359 millones de toneladas- quedó unas diez millones de toneladas por debajo del número que se había barajado en el Outlook del mes de febrero, atendiendo a que persisten las dificultades climáticas en las regiones productoras.

En este sentido, la demora en los trabajos de siembra continúa generando mucho nerviosismo. El paso de los días acelera el potencial de pérdidas en los rindes respecto del nivel potencial, a causa del desfase en el período crítico. En su último informe semanal, el NASS estimó que el avance de los trabajos de implantación alcanza al 12% del área proyectada, por debajo del 15% que esperaba el mercado y bien retrasado respecto del ritmo que se observaba a la misma fecha del año pasado, cuando más de dos tercios del maíz ya se había sembrado en Estados Unidos. Para esta altura del año cerca de la mitad del área de intención típicamente se encuentra implantada.

Otro de los países que durante el próximo ciclo alcanzaría una producción récord es China, aunque las perspectivas actuales indican que su consumo avanzará todavía más aceleradamente. Es por ello que el gigante asiático podría importar más de 6 millones de toneladas en la campaña 2013/14, confirmado una tendencia que parece en ascenso hasta finales de esta década. Parte de esta conducta obedece al gran crecimiento de su población animal, destacándose -por ejemplo- un stock de ganado porcino que se estima más de 950 millones de cabezas.

En Argentina, los números del USDA quedaron por encima de los que manejan fuentes locales. La cosecha del presente ciclo se estima en 26,5 millones de toneladas, resultantes de tomar un área de maíz con destino comercial en torno a 3,5 millones de hectáreas y un rinde promedio de 75,7 qq/ha para todo el país.

Para la próxima campaña, el organismo norteamericano estima que la superficie maicera quedaría sin cambios y la producción podría crecer levemente, suponiendo que no se repetirá la sequía que castigó a las regiones productoras durante la segunda mitad del mes de enero y la primera semana de febrero. Sin embargo, es muy pronto para tomar esta proyección como certera.

Si bien restan pocos meses para que los productores comiencen a pensar en la siembra de maíz, las primeras ecuaciones de precios y costos no cierran con facilidad. Por eso es necesario que, al igual que esta sucediendo con el trigo, aparezcan estímulos desde el sector público. Uno de ellos podría ser, por ejemplo, una apertura temprana de cupos de exportación por un volumen relativamente holgado, tal como ocurrió el año pasado.

En tanto, los trabajos de recolección del maíz de primera se encuentran prácticamente finalizados, con rindes que en la zona núcleo se ubicaron en 88 qq/ha en promedio. Por su parte, el maíz de segunda se encuentra lejos de su trilla, que comenzará en junio y se extenderá hasta el mes de julio. Según el informe semanal de GEA – Guía Estratégica para el Agro, sus perspectivas de rinde son positivas.

El mercado local de maíz mantuvo su dinamismo en los primeros días de la semana, volviendo a las pizarras que diariamente fija la Cámara Arbitral de Cereales gracias al interés de varios participantes de la exportación en realizar operaciones en el segmento disponible. Los precios oscilaron entre $ 930 y hasta $ 950/ton en operaciones con descarga inmediata en Timbúes, Puerto Gral. San Martín y Arroyo Seco en condiciones Cámara. En el recinto de la Bolsa se estiman negocios por unas 150.000 toneladas, la gran mayoría de ellos concertados a principios de semana.

Por su parte, los contratos con entrega en mayo de Rofex acumularon negocios por 3.330 toneladas, oscilando entre u$s 180 y 183,7/ton. Los valores más altos de la semana se encontraron casi diez dólares por debajo del precio FAS teórico, que representa la capacidad de pago de la exportación. Tomando en consideración las distintas posiciones de la curva de vencimientos, el volumen acumuló 14.880 toneladas en la plataforma del mencionado mercado.

Los exportadores acumulan compras del cereal por más de 15 millones de toneladas, frente a un cupo exportable de 19,4 millones autorizado en tres tramos. Los grandes operadores representan la amplia mayoría de las compras, así como también de los Roe Verde recibidos. Sin embargo, las últimas emisiones se han destinado principalmente a exportadores no tradicionales. En los primeros diez días de mayo se otorgaron partidas por 96.000 toneladas.

Por su parte, el consumo interno ya absorbió casi 1 millón de toneladas en los primeros dos meses de la campaña. Se estima que algo menos de 8 millones de toneladas quedarán en el país hasta febrero del próximo año.