Los sembrados de trigo se encuentran, en general, dentro del período crítico para la definición de rendimientos -que va desde 20 días antes a 10 días después de floración-. Los últimos aportes permitieron contar con reservas adecuadas de agua en esta etapa decisiva, por lo que se esperan rindes superiores a la media en la mayoría de las localidades. Favorecidas por las condiciones ambientales, se observa elevada presencia de roya y mancha amarilla, con diferente incidencia y severidad según las localidades. Igualmente, se vienen realizando tratamientos de control con fungicidas y, por el momento, se espera que no tengan un alto impacto en los rendimientos finales.

En el caso de la siembra de maíz, los lotes están emergiendo en muy buenas condiciones, habiéndose implantado en fechas óptimas, sin problemas de importancia por plagas, planchado de suelo o escasez de humedad.

De todas maneras, lo que está acaparando principalmente la atención y la energía de todos, es la inminente siembra de la soja, que está comenzando en lotes aislados, y tenderá a anticiparse para aprovechar las buenas condiciones de humedad, aunque aún las temperaturas son bajas. Por el momento se está debatiendo si es o no conveniente comenzar tan temprano con la siembra de la misma, y ya se aprecia y se vive el clima previo a la siembra del cultivo que genera la mayor expectativa y esperanza en los productores.