Esto se debe al fuerte aumento de los insumos y a los bajos precios del cereal. Frente a esta realidad, la intención de siembra cayó un 15% en la zona núcleo. El trigo desmejora y necesita agua con urgencia.

Proyección área de Maíz 2008/09 Seleccione la imagen para ampliarla

En campos alquilados los rindes de indiferencia del maíz -el rendimiento mínimo que tiene que obtener el productor para cubrir los costos directos- superan frecuentemente los rindes promedio de las zonas. La soja es, en este contexto, la alternativa más viable. El costo de implantación de una hectárea de soja ronda el 50% del costo de una hectárea de maíz y sus rindes de indiferencia no son tan exigentes desde el punto de vista productivo. Sin embargo, los productores, en general, han comprado la semilla de maíz anticipadamente en la precampaña y, algunos, han realizado barbechos químicos que sólo permiten la implantación de este cereal. Esto, y la apuesta a mantener la rotación -sobre todo en campos propios- pensando en largo plazo, limitarán la inevitable caída de la superficie. La balanza se inclinará más hacia la soja si no se producen las lluvias necesarias para la implantación del maíz -cuya fecha óptima se ubica, según su latitud, entre septiembre y octubre-.

La sequía sigue agravándose en la zona núcleo, a diferencia de lo que sucede en el sudeste bonaerense, donde las reservas de humedad van desde adecuadas a excesivas. Aquí la campaña de trigo presenta, hasta el momento, condiciones muy por debajo de lo normal y con pocas perspectivas de que la situación se revierta. Los trigales que comenzaron la encañazón son los más comprometidos y necesitan lluvias perentoriamente. Los que aún se encuentran en macollaje no cierran el entresurco, presentan baja altura y pocos macollos. En la zona GEA, si se tiene en cuenta la caída en superficie sembrada, la producción de trigo con respecto a la campaña anterior se verá fuertemente resentida.

Area GEA: Reserva de agua útil en trigo al 28/08/2008 Seleccione la imagen para ampliarla