Los sondeos acerca de las expectativas de siembra de trigo, hablan de una clara falta de incentivos que se profundiza ante una nueva carencia de recargas otoñales. El daño económico que ha dejado esta campaña también tiene su incidencia, y en todas las localidades con pérdidas graves en el cultivo de soja,  se habla de reajustes en las renovaciones de los contratos de arrendamientos y falta de liquidez para afrontar la campaña 2009/2010. Con este panorama el próximo cultivo de  maíz también volvería a caer en superficie.

A pesar de las lluvias registradas durante los días 15 y 22 de abril, las condiciones siguen secas con miras a las reservas necesarias para la venidera campaña de trigo. La distribución de las precipitaciones mostró un marcado gradiente sur-norte. Los máximos registros se dieron en las estaciones Gral. Pico y Lincoln con acumulados entre 22 y 24 mm. El noreste de la provincia de Buenos Aires también fue uno de los sectores con mayores registros.

La nota negativa la sigue dando la provincia de Buenos Aires. Se siguen formando medias de rindes que son críticos. El progreso de la trilla de la soja de segunda tiene promedios que no superan los 10 a 15 qq/ha en la subzona del noroeste de Buenos Aires. Hay un sabor amargo, por las pérdidas económicas que esto significa, dado que se suma al fracaso de la soja de primera y el maíz.

También en Santa Fe y en sur del este de Córdoba, las pérdidas por el vaneo y el bajo peso de los granos, en las siembras tardías y de segunda, se están limitando las expectativas que se tenían.

Como analizaba un ingeniero respecto de los nuevos valores de arrendamiento, nos resumía la situación con la que comienza la nueva campaña: “es probable que en la zona afloje la competencia por tierras ya que la campaña ha fallado en zonas muy grandes y se nota que van a faltar recursos para afrontar los gastos de insumos y arrendamientos”.