Indicadores Climáticos


INDICADORES CLIMÁTICOS

Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Marzo se despide con lluvias

Durante la primera parte del viernes 28 hay probabilidad de ocurrencia de algún chaparrón aislado e intermitente en el oeste de la zona GEA. A partir de la tarde/noche del sábado 29 retornan las condiciones de inestabilidad con la probabilidad de chaparrones y tormentas que se mantendrán hasta la mañana del lunes 31 en el sudoeste de la zona GEA y hacia el fin del día en el sector noreste. Desde el primero de abril habrá buenas condiciones del tiempo que se mantendrán hasta el final del periodo de pronóstico.

Las temperaturas se presentarán en paulatino ascenso alcanzando los valores máximos, entre 26 y 28°C, el sábado 29. Luego, los registros descenderán en forma generalizada. Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas y los valores más bajos, entre 3 y 5°C, se medirán el martes 1 de abril.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Entre 2 y 14 mm sobre la región: las reservas se mantienen entre adecuadas y óptimas

La semana comprendida entre el jueves 20 y el miércoles 26 de marzo se registraron precipitaciones muy variadas tanto en volumen como distribución. La zona de lluvias abarcó, principalmente, el centro/norte de la región GEA, donde los registros oscilaron entre los 5 y 40 mm, con núcleos aislados de acumulados mayores. En el sector sudeste los valores fueron inferiores a los 5 mm o nulos. El máximo acumulado en el periodo fue de 60 mm, y se midió en la localidad de Labordeboy, Santa Fe.

Las temperaturas máximas oscilaron entre 31 y 33°C, en forma generalizada, con una distribución heterogénea. El valor más alto, 33,1°C, se midió en la localidad de Ramallo, en Buenos Aires. Las temperaturas mínimas variaron entre 12 y 16°C, con los valores más bajos en el sur y los más altos en el noreste de la zona GEA. El registro mínimo extremo del periodo, 12,2°C, se midió en la localidad de Junín, Buenos Aires.

Con este panorama las reservas de agua en el suelo se mantuvieron respecto de la semana pasada con condiciones entre adecuadas y optimas, con un núcleo de reservas entre abundantes y excesivas en el noreste de la zona GEA.

Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren alrededor de 20 mm en el sector sudeste de la zona GEA, mientras que en el centro no es necesaria la ocurrencia de precipitaciones para alcanzar las condiciones de humedad de suelo óptima.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Después de meses, el agua llegó a Chaco y Santiago del Estero

En los últimos siete días el comienzo del otoño se manifestó con condiciones acordes a lo que puede esperarse en esta transición estacional.

El cambio de circulación de dos masas de aire muy diferentes dio como resultado lluvias y tormentas bastante generalizadas sobre todo el territorio nacional, con mejor volumen sobre la franja oeste mediterránea y dos focos muy significativos con eventos intensos. Uno sobre el límite entre San Luis y La Pampa, en Victorica, y el otro en la postergada provincia de Chaco, donde las localidades de Saenz Peña y Las Breñas recibieron en cinco días prácticamente el mismo, o incluso mayor, volumen de agua que en todo el verano.

La dinámica atmosférica que permitió el desarrollo de las primeras lluvias y tormentas del otoño presentó las características típicas del intercambio estacional. La posición del centro de alta presión sobre el Atlántico, a la altura del sur de Brasil, posibilitó un fluido ingreso de aire cálido y húmedo desde el noreste hacia el centro del país, que se contrapuso con el avance de un sistema frontal, desde la Patagonia, en sentido opuesto.

La atmósfera, cargada con un alto contenido de humedad provisto por la circulación del noreste, se encontró con el paulatino avance del frente frío provocando un significativo descenso de las temperaturas, gran inestabilidad, y el desarrollo de precipitaciones de variada intensidad con cobertura generalizada. 

Los acumulados semanales, en promedio, rondaron los 15 a 40 milímetros sobre el 60% del país, con valores extremos entre 130 y 170 milímetros en las localidades destacadas anteriormente.   

 Las reservas de humedad en el suelo están completamente recuperadas y la primera semana del otoño 2025 no se apartó demasiado de los valores normales estadísticos en cuanto a precipitaciones. Pero, en plena cosecha, esta continuidad pluvial después de la carga de agua con la que cerró el verano plantea una compleja situación para gran parte de la región pampeana. Más aun cuando los pronósticos de corto plazo prevén precipitaciones que se extenderán hasta el último día de marzo.

Muy distinto es el escenario del norte del país donde, después de meses de escasez pluvial, cualquier aporte de agua es bienvenido.