Indicadores Climáticos
Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo
Probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas para el domingo
El periodo comprendido entre el jueves 2 y el miércoles 8 de enero comienza con condiciones estables, las cuales persistirán hasta el domingo 5 y madrugada del lunes 6, cuando aumenta la probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas e intermitentes, principalmente en el sudoeste de la zona GEA. Las condiciones meteorológicas mejorarán en el transcurso del lunes y se mantendrán estables hasta el final del periodo de pronóstico.
Las temperaturas se mantendrán elevadas, con máximas entre los 33 y 35°C, principalmente en el centro/oeste de la zona GEA, con un leve descenso térmico temporal durante el domingo 5 de enero.
Las mínimas al principio del periodo de pronóstico oscilarán entre los 13 y 15°C, pero a partir del lunes 6 de enero comenzarán a ascender paulatinamente.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
Lluvias desiguales: el noroeste volvió a beneficiarse mientras que en el sur regional avanza la sequia
La semana comprendida entre el jueves 26 de diciembre y el miércoles 1 de enero se desarrollaron precipitaciones en el oeste de la zona GEA. Los acumulados oscilaron entre 2 y 20 mm, concentrados principalmente en el sector noroeste. El registro más elevado del periodo fue de 20 mm, y se midió en la localidad de Colonia Almada, Córdoba.
Las temperaturas máximas tuvieron una variabilidad espacial significativa, los valores oscilaron entre 32 y 37°C. Los registros más altos se midieron centro de la zona GEA. El máximo extremo, 36,5°C, se midió en la localidad de Alvarez, en Santa Fe.
Las temperaturas mínimas rondaron los 10 a 13°C en forma generalizada, con los valores más bajos en el sector sudeste y los más altos en el norte. La temperatura mínima más baja del periodo, 10,2°C, se midió en la localidad de Chacabuco, Buenos Aires.
Con este panorama las reservas de agua en el suelo disminuyeron levemente en el norte de la región GEA, donde los niveles actuales de humedad en suelo van de regulares a adecuados. En el sector sur, y principalmente sudeste, los niveles van de escasos a sequía.
Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren entre 40 y 80 mm, fundamentalmente en el norte del área GEA, mientras que en el sur los acumulados necesarios oscilan entre 80 y 120 mm, con núcleos que alcanzan los 140 mm para lograr condiciones de humedad óptimas.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
Brindis de año nuevo con lluvia en el sudeste bonaerense, La Pampa y Córdoba
Tal como viene sucediendo desde el comienzo de diciembre la última semana del año mostró un comportamiento pluvial mucho más acotado en cuanto a la distribución de las precipitaciones.
Una vez más la franja este de la región pampeana fue la menos favorecida y en especial el noreste de Buenos Aires y el sudeste de Santa Fe, donde el volumen de agua de los distintos eventos que se desarrollaron a lo largo del mes fue notoriamente adverso.
El cambio de año no marcó ninguna diferencia y durante el brindis de año nuevo las lluvias estuvieron muy activas en el sudeste bonaerense, parte de La Pampa y Córdoba con acumulados entre 15 y 40 milímetros, pero totalmente ausentes sobre el centro y este de la zona núcleo. Esta región en todo el mes totalizó poco más de 35 milímetros, que terminan muy lejos de los 110 considerados valores medio históricos.
Esta dispar cobertura que vienen presentando las precipitaciones comienza a presionar sobre las reservas de humedad, y el disminuido aporte de agua sobre el noreste bonaerense y sudeste de Santa Fe resulta insuficiente para compensar las pérdidas por evapotranspiración y consumo de los cultivos implantados.
Como es lógico la distribución de humedad en el suelo refleja claramente las consecuencias de un escenario que benefició ampliamente a la franja oeste mediterránea y al sudeste bonaerense, donde el nivel de los perfiles es óptimo.
La situación es mucho más comprometida para el sector este de la zona núcleo, donde la humedad disponible comienza a dar muestras de una escasez muy próxima al preocupante nivel de sequía.
El 2025 se inicia con temperaturas en ascenso, mayor nivel de insolación diaria y precipitaciones que comienzan a dar indicios de menor volumen y recurrencia. Los pronósticos de mediano plazo no prevén, más allá de algún evento aislado, precipitaciones de consideración para la primera quincena del año.
El empujón que las excelentes lluvias de la primavera le dieron a la campaña gruesa parece estar llegando a su fin y probablemente las primeras semanas del nuevo año impongan el primer obstáculo serio para las regiones que no lograron recomponer completamente sus suelos en los últimos noventa días.