Indicadores climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

¿Va a llover?

Se esperan chaparrones para el viernes y hay posibilidad de lluvias débiles para el martes 10.

Del 5 y al 11 de octubre, los primeros días comenzarán con la presencia de chaparrones aislados e intermitentes durante la mañana y primeras horas de la tarde del viernes 6, principalmente en el sur de la zona GEA.

Posteriormente, las condiciones meteorológicas tienden a mejorar y mantenerse estables. Pero para el martes 10, no se descarta la probabilidad de lluvias débiles y aisladas en el sur y este de la zona GEA.

Las temperaturas experimentarán un paulatino ascenso, llegando a los valores máximos entre lunes y martes. Se estima que los registros máximos podrían alcanzar los 31 a 33°C. Luego, con la entrada de un sistema frontal frío durante el día martes, las temperaturas máximas tienden de descender significativamente en toda el área GEA, ubicándose entre los 19 y 21°C. Los valores mínimos tendrán un comportamiento similar y se espera que asciendan hasta valores entre 16 y 20°C entre el lunes 9 y el martes 10 de octubre. Al igual que las máximas con la irrupción de la masa de aire frío las mínimas descenderán a marcas entre los 4 y los 7°C.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Precipitaciones generalizadas pero de escasos montos

Los registros de lluvia acumuladas fueron de 2 a 12 mm.

Los registros más elevados se localizaron en el oeste de la zona GEA y oscilaron entre 8 y 12 mm. El valor más alto del periodo, 12 mm, fue medido en la localidad de Bengolea, Córdoba.

Las temperaturas presentaron un gradiente noroeste/sudeste con registros máximos que superaron los 29/30°C. El valor más alto, 30,5°C, se midió en la localidad de Bengolea, Córdoba. Las temperaturas mínimas tuvieron una distribución heterogénea entre 1 y 6°C. El valor mínimo extremo fue de 1,1°C en la localidad de Chacabuco, en Buenos Aires.

Con este panorama, y en función de las precipitaciones recibidas, las reservas de agua en el suelo se mantuvieron similares respecto de la semana pasada en el este de la zona GEA, abarcando el sudeste de Santa Fe y centro/este de Buenos Aires, donde la humedad edáfica es regular.

Las condiciones decrecen hacia el oeste manteniendo niveles de escasez a sequía, principalmente en Córdoba y zona norte del área GEA. Con estas condiciones hídricas en el centro/oeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre 80 y 160 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en la zona este los valores se reducen a montos entre 40 y 80 mm.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

“Las lluvias de estos primeros días fueron lo suficientemente generalizadas como para intuir un cambio…”

El arranque de octubre trajo lluvias un poco más generalizadas pero de volúmenes muy por debajo de los requeridos. La mayor parte de la región pampeana recibió valores entre 5 y 10 milímetros, aunque en el caso de La Pampa y el  sur de Córdoba los registros fueron un poco mayores, entre 15 y 35 milímetros.

Un capítulo aparte merece el extremo norte de la mesopotamia y las zonas circundantes de Brasil y Paraguay, donde el fenómeno Niño muestra su presencia desde hace varias semanas con lluvias y tormentas fuertes que llevan superados todos los récords estacionales.    

Por el contrario, en la región pampeana, y más precisamente en la zona núcleo, si bien septiembre finalizó con acumulados de precipitación bastante acordes con los valores medios históricos, el déficit arrastrado es de tal magnitud que las lluvias normales no bastan.

El agua recibida en septiembre, y en el inicio del nuevo mes, no alcanza para aliviar el complicado estado de los cultivos de invierno y, al mismo tiempo, es insuficiente para avanzar con las siembras tempranas de maíz.

Los frentes fríos ingresan a la zona núcleo pero no encuentran humedad suficiente como para activar lluvias o tormentas. Esto se debe a que los sistemas alta presión, que se desplazan por el sur de la región pampeana, provocan una circulación que dificulta el ingreso de las masas de aire tropical hacia la franja central del país. Esta dinámica es desfavorable para el desarrollo de precipitaciones de buen volumen y está absolutamente vinculada a factores de escala regional que se contraponen a la influencia de los forzantes de escala planetaria.

Aunque los pronósticos de corto plazo no son muy optimistas en cuanto a la presencia de precipitaciones en la zona núcleo, octubre es un mes que cuenta con valores estadísticos más que favorables para recomponer positivamente las reservas de agua en el suelo.

La transición estacional recién empieza y las lluvias de estos primeros días del mes fueron lo suficientemente generalizadas como para intuir la posibilidad de un cambio en el mediano plazo.