Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Sábado 24 y martes 27 con probabilidad de lluvias

El sábado, las mayores probabilidades de precipitaciones se darán en el centro y este del área GEA. El martes se esperan lluvias y chaparrones aislados en la zona GEA.

El sábado 24 por la tarde hay probabilidad de lluvias débiles, aisladas e intermitentes, principalmente en el centro y este del área GEA, aunque se espera un completo mejoramiento hacia el fin del día.

Las buenas condiciones se mantendrán hasta el martes 27, cuando se espera el pasaje de un sistema frontal frio que provocará un aumento de la probabilidad de lluvias y chaparrones aislados en la zona GEA. A partir del miércoles, con la intensificación del viento del sector sur, se restablecerá el tiempo estable.

Las temperaturas experimentarán un paulatino ascenso con el transcurso de los días alcanzando los 20 a 21°C durante el fin de semana. Los valores máximos oscilarán entre los 17 y 21°C durante gran parte del período de pronóstico pero tienden a descender hacia el final del mismo. Las mínimas inicialmente permanecerán bajas, entre 2 y 6°C, pero irán ascendiendo hasta alcanzar registros entre 9 y 11°C. Al igual que las máximas, los valores de temperatura mínima tienden a descender concluyendo la semana de análisis, provocando que las marcas del miércoles 28 sean las más bajas del todo el periodo de pronóstico, ubicándose entre 1 y 4°C.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Escasas lluvias en la región

La semana comprendida entre el jueves 15 y el miércoles 21 de junio se registraron escasas precipitaciones. El registro más alto, 5mm, fue medido en Colonia Almada, Córdoba, seguido por  Gral. Villegas, en Buenos Aires, con 4 mm.

Las temperaturas, en general, se presentaron acordes con el final del otoño, con valores máximos que oscilaron entre los 18 y los 19°C. El valor más alto del periodo, 19,9°C, se registró en la localidad de Zaballa, en Santa Fe. Las temperaturas mínimas presentaron una distribución geográfica heterogénea con dos núcleos de valores mínimos, uno ubicado en el oeste del área GEA donde se registró el valor extremo de –5,3°C en Hernando, Córdoba. El otro sobre Buenos Aires donde los valores variaron entre -3 y -1°C.

Con este panorama, y debido a las escasas precipitaciones registradas durante esta semana, se mantuvo una leve pérdida de agua en el este de la zona GEA provocando que la humedad del suelo se mantenga  entre regular y adecuada. Las reservas de agua decrecen hacia el oeste donde las condiciones son escasas.

Con el estado actual de los perfiles en el centro/oeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre 20 y 80 mm en la zona centro/oeste del área GEA para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en la zona este no es necesaria la presencia de precipitaciones.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

El otoño culmina con un balance pluvial positivo

El otoño culmina con un balance pluvial positivo gracias a las abundantes lluvias de la segunda quincena de mayo pero, aun así, insuficiente para recomponer plenamente los ajustados niveles hídricos de la región pampeana.

En líneas generales los acumulados del trimestre han alcanzado e incluso, como ocurrió en la franja este de la zona núcleo, superado los valores medios estadísticos. Contrariamente a lo esperado con este aporte de agua, las temperaturas muy por encima de las habituales en toda la primera parte del semestre frío, y una dispar distribución de las lluvias, provocaron una mejora selectiva, que solo recargó adecuadamente los suelos de la mitad este de la región pampeana.

Superados los efectos negativos de tres niñas consecutivas, y con un Niño en rápida evolución, las lluvias del otoño duplicaron los valores del mismo periodo en 2022. Una buena noticia que no parece tener correlato en las expectativas de la siembra fina, fundamentalmente por el altísimo déficit hídrico acumulado en los últimos dos años y por el desalentador escenario que dejó latente el fracaso de la gruesa 2022/23.

El ambiente de otoño apenas se manifestó en su última semana, casi en el cambio estacional, con una sucesión de días consecutivos con temperaturas bajo cero y heladas generalizadas. El ingreso de la primera masa de aire muy frío provocó un brusco cambio en las temperaturas, pero la mezcla del aire frío con la humedad acumulada solo produjo lloviznas débiles y aisladas, que no modificaron la marcada disparidad de las reservas entre el este y el oeste.

El inconveniente del escenario con el que iniciamos el invierno es que la mayor demanda de agua está en el oeste, donde el invierno suele tener una oferta de agua más modesta.

El cambio de estación se presenta con una alta carga de humedad y nuevamente con temperaturas templadas, fuera de contexto para la época del año, pero que probablemente permitan que la última década de junio cierre con algunas lluvias moderadas, dentro de las habituales promediando el semestre frío, que difícilmente provocarán modificaciones de importancia en el estado actual de los perfiles.

Habrá que esperar que avanzando en el invierno y con un Niño que irá fortaleciéndose las precipitaciones comiencen a mostrar un comportamiento un poco más generoso con las siembras del oeste.