Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Inestabilidad para el sur y el oeste de la región

El viernes un frente favorecerá el sur de la región núcleo. A partir del lunes se esperan precipitaciones aisladas e intermitentes que beneficiarán a la franja oeste.

A partir de la madrugada del viernes 10 de marzo se espera el arribo de un sistema frontal frio favoreciendo la ocurrencia de chaparrones y algunas tormentas aisladas e intermitentes que alcanzará al sur del área GEA. A medida que el sistema se desplace hacia el norte la probabilidad de precipitaciones disminuye y se espera un periodo de buenas condiciones meteorológicas hasta la tarde del lunes 13 de marzo.

A partir del lunes se espera inestabilidad, principalmente sobre la franja oeste, provocando precipitaciones aisladas e intermitentes con mejoramientos temporarios que se mantendrán hasta el final del periodo de pronóstico.

Las temperaturas continuaran siendo elevadas, principalmente durante el jueves 9 y un periodo que abarca entre el sábado 11 y lunes 13, con valores máximos que podrían oscilar entre los 35° y 38° y registros extremos cercanos a los 39°C. Las mínimas irán en ascenso con el correr de los días, alcanzando los valores más elevados a partir del sábado cuando, en toda la zona GEA, los registros se ubicarán por encima de los 20°C. El domingo 12 será el día más cálido del periodo de pronóstico, ya que las temperaturas mínimas superarán los 24°C, con valores extremos de 26°C en la zona noroeste de la provincia de Buenos Aires. Las marcas térmicas tienden a descender a partir del miércoles 15 debido al pasaje de un nuevo sistema frontal frío y un cambio de masa de aire.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias muy localizadas en la zona oeste del área GEA

El valor más alto fue el de la localidad de Hernando con 28 mm, seguido por Bengolea con 26 mm. En el resto del área GEA no se registraron precipitaciones durante la semana.

Las temperaturas máximas fueron elevadas en forma generalizada, superando en toda la región los 38°C, con valores extremos puntuales en Santa Fe y este de Córdoba. El valor más elevado se registró en la localidad de Godeken, alcanzando los 40.3°C seguida por Chovet con 40.2°C, ambas en Santa Fe. Las temperaturas mínimas oscilaron entre los 13° y 16°C en gran parte de la zona GEA, mientras que, en el sector este, los valores se ubicaron entre los 16° y 18°C. El valor mínimo extremo fue 13°C en Pellegrini y, en segundo lugar, Hernando con 13.4°C.

Con este panorama, y debido a los erráticos montos de precipitación recibidos durante esta semana, gran parte de la zona GEA se mantiene en estado de sequía, mientras que en el sector oeste el nivel es regular.

 Con estas condiciones de humedad edáfica, en Santa Fe, Buenos Aires y este de Córdoba se requieren, en los próximos quince días, acumulados de precipitación entre los 120 y 160 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en el oeste del área GEA estos valores se reducen a montos entre 80 y 120 mm. 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Anticiclón del Atlántico: efecto negativo en las lluvias del este de la región pampeana

Las condiciones atmosféricas de la primera semana de marzo, tal como ocurrió durante febrero, siguen derrumbando las expectativas de un alivio para la castigada campaña gruesa 2022/23.

Las precipitaciones escasas, y las temperaturas extremadamente altas, que se han mantenido por un periodo inusualmente prolongado, muestran una continuidad del comportamiento que caracterizó todo el semestre cálido. El comienzo de marzo, lejos de aportar un cambio de escenario, está sosteniendo la presencia de muy altas temperaturas, récords para las máximas del mes, y lluvias de escaso volumen y errática distribución.

Es necesario retroceder hasta enero para encontrar precipitaciones generalizadas y de volumen generoso. A partir de ahí, el ambiente seco o con lluvias por debajo de las normales prevalece en la mayor parte del centro del país. Como agravante, los primeros siete días de marzo se han sumado a ese comportamiento.

Contrariamente a lo ocurrido en el centro de la región pampeana, los acumulados mensuales han sido generosos sobre el norte del país. El NOA y el NEA se vieron favorecidos por sistemas precipitantes de buen volumen que, puntualmente, incluso superan los valores del mes.     

En menor grado, sobre la franja oeste de la región pampeana, el oeste de Córdoba, norte de La Pampa y San Luis recibieron lluvias moderadas pero siempre bienvenidas para proveer algunas recuperaciones zonales. El aporte de agua también tuvo una leve presencia sobre el sudoeste bonaerense pero con una oferta más escasa.

Los registros se vuelven mucho más bajos o incluso inexistentes a medida que avanzamos hacia el noreste, fundamentalmente sobre la zona núcleo, donde la continuidad de la sequía se manifiesta con su mayor intensidad.

En los últimos cuarenta días solo áreas acotadas recibieron lluvias dentro de las normales o incluso superiores a los valores estadísticos. Esta distribución se evidencia claramente en los mapas de disponibilidad hídrica. Lamentablemente la recuperación de los perfiles a niveles cercanos a los óptimos ha quedado lejos de las regiones que pueden ser consideradas como proveedoras de los mayores volúmenes de maíz y soja.

Los modelos meteorológicos muestran la fuerte presencia de un sistema de alta presión, provocado por la posición del anticiclón del Atlántico, sobre la franja este del país. Este escenario afectará de manera negativa el posible  desarrollo de precipitaciones en los próximos días sobre el este de la región pampeana.

Esta campaña ha tenido a la temperatura como factor negativo adicional a la persistente sequía.

En ese aspecto, la evaluación que hacen los pronósticos sobre la ola de calor que está afectando a la mayor parte de la región pampeana hace más de diez días no es optimista.

Si bien hacia el fin de semana se espera el avance de un sistema frontal desde el sector sur, que podría provocar algunas lluvias aisladas y débiles, el cambio de circulación solo provocará un descenso moderado y temporario de las temperaturas, ya que rápidamente las condiciones del tiempo volverán a ser estables y retornarán las características veraniegas, aunque se espera que  la mezcla de masas de aire permita condiciones menos extremas.