Indicadores climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Semana con lluvias y tormentas

Algunos eventos pueden ser de fuerte intensidad para sectores acotados.

Luego de la intensa ola de calor de la semana pasada, llegaron las lluvias: la rotación del viento al sector sur provocó un cambio drástico de las condiciones en forma bastante generalizada. Se espera que durante los próximos siete días las condiciones sigan siendo inestables, con la presencia de lluvias y tormentas, especialmente sobre el sur de la región GEA que podría ser la zona que reciba los mayores acumulados. Si bien se espera que los eventos sean intermitentes, no se descarta la probabilidad de que se registren algunos de fuerte intensidad en sectores acotados. Este escenario se presentará de manera temporaria durante gran parte de la semana, siempre teniendo en cuenta que los eventos importantes estarán acotados a sectores reducidos.

Las temperaturas se mantendrán en ascenso aun con el cielo mayormente cubierto, ya que la circulación del viento del sector norte fomentará el aumento de los registros, tanto mínimos como máximos, llevándolos a valores más cercanos a los medios estacionales.

La circulación del viento será del sector norte o noreste la mayor parte del tiempo favoreciendo el ascenso de las temperaturas. La intensidad se mantendrá entre débil y moderada, aunque se pueden registrar ráfagas significativas asociadas a las tormentas.

La nubosidad será muy abundante casi toda la semana. El cielo estará entre cubierto y mayormente cubierto potenciando las condiciones de tiempo inestable. Esta situación también fomentará la poca amplitud térmica que se espera durante el periodo, ya que las mínimas serán elevadas y las máximas moderadas.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera seguirá siendo uno de los factores más importantes de la semana, potenciando las condiciones de inestabilidad. Por este motivo, se espera que durante gran parte del periodo de pronóstico se registren precipitaciones intermitentes, con algunas mejoras temporarias, pero siempre con inestabilidad predominante.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias muy dispares en la región GEA Hubo registros superiores a los 60 mm y otros que no alcanzaron a registrar ni siquiera 5 mm.

Entre las zonas con los registros más importantes se pueden destacar al norte de Buenos Aires y el centro sur de Santa Fe, donde se registraron núcleos de hasta 60 mm. En contraposición, en la provincia de Córdoba, hubo sectores en los que la lluvia fue prácticamente nula. El dato más destacado corresponde a la localidad de Chacabuco, en Buenos Aires, con un total semanal de 69,6 mm seguido de Irigoyen, en Santa Fe, que registró 64,8 mm.

Las temperaturas volvieron a presentar valores extremos durante varias jornadas, con el registro más elevado, de 47,4ºC, en la localidad de Noetinger, en Córdoba. Toda la región presentó valores entre muy elevados y extremos que fueron similares a los de la semana pasada y extremadamente más altos que los promedios normales para el mes de enero. Cabe destacar que esos registros se midieron durante la primera parte del periodo analizado ya que, a partir de los últimos días, las marcas térmicas sufrieron un importante descenso. En promedio los registros se ubicaron entre 42ºC y 45ºC. Las mínimas fueron inferiores a las del periodo anterior, con valores dentro de los normales para la época del año, entre 12ºC y 15ºC. El valor más bajo de la semana fue significativamente inferior al promedio y se midió en Hernando, Córdoba, con 9,9ºC.

Con este panorama se observa que las condiciones hídricas presentan mucha variabilidad según los sectores, acompañando lo errático de las precipitaciones. Se mantiene un núcleo regular sobre el noroeste de Buenos Aires y extremo sudeste de Córdoba. El resto de la región, en general, presenta características de sequía.

En los próximos quince días, se necesitan registros de lluvia muy importantes, con promedios entre 100 y 140 mm sobre la mayor parte de GEA para alcanzar condiciones óptimas, salvo sobre el sur de Córdoba y noroeste de Buenos Aires, donde son suficientes acumulados de 80 a 100 mm.

  

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

“Todavía persisten amplias zonas con sequía o con reservas muy escasas”

A partir del 15 de enero, el ingreso de un frente frío posibilitó el desarrollo de lluvias y tormentas y un importante descenso de las temperaturas. El desplazamiento del anticiclón semipermanente del Atlántico hacia su posición natural, al este de las costas argentinas, provocó el cambio en la dinámica atmosférica.

Inicialmente, la oferta de agua no fue significativa ni generalizada. Pero con el correr de los días, el cambio de las condiciones meteorológicas fue dejando acumulados más generosos sobre Entre Ríos, el centro y noreste de Buenos Aires y el centro este de Santa Fe. También el norte de Córdoba recibió abundantes lluvias. No así, el centro y sudoeste cordobés: hasta el momento no superan registros de 20 milímetros.

Las precipitaciones estuvieron presentes todos los días a partir de entonces aunque de forma errática y con una marcada disparidad, tanto geográfica como de volumen. Este es el motivo por el cual las reservas de agua en el suelo no muestran una recuperación importante. Todavía persisten amplias zonas con sequía o con reservas muy escasas.

Según los pronósticos las temperaturas moderadas y las condiciones de inestabilidad se mantendrán, por lo menos, hasta el final de la tercera semana del mes, potenciando el desarrollo de lluvias y tormentas.

El aporte pluvial podría ser más generalizado durante el fin de semana. Por lo tanto van mejorando las probabilidades de que los cultivos salgan del estrés extremo al que fueron sometidos desde mediados de diciembre hasta la fecha.

Como mencionamos en el informe anterior, los indicadores de escala global comienzan a dar indicios de que, poco a poco, estamos dejando atrás el efecto negativo del enfriamiento del Pacifico. Lentamente, nos encaminamos hacia valores de neutralidad, aumentando la influencia de los mecanismos de escala regional sobre las lluvias de la región pampeana.

El cambio en el régimen pluvial con el que se inicia la segunda mitad de enero parece confirmarlo, pero debe encontrar continuidad en lo que resta del mes y acercarse más al régimen normal durante febrero, para que esta campaña deje atrás el fantasma 2017/18 y tenga el menor margen de pérdidas posible.