Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

¿El martes regresaría la lluvia?

El próximo martes 14 de septiembre se prevé el avance de un sistema frontal que provocaría inestabilidad pero con bajas chances de lluvias.

En el inicio del período de pronóstico se prevé que todavía se mantengan las condiciones de inestabilidad, especialmente sobre la porción central del país. Ese escenario se irá disipando permitiendo  el avance de una masa de aire frío y seco, que proporcionará tiempo más estable, aunque con alta humedad y nubosidad en toda la zona GEA durante el resto de la semana.

Hacia el próximo martes podría avanzar un nuevo sistema frontal que provocaría nuevamente condiciones de tiempo inestable, aunque la probabilidad de precipitaciones es relativamente baja. Una vez que se retire el sistema de inestabilidad, habrá un descenso leve de la temperatura, pero que rápidamente aumentará por la rotación del viento al sector norte. Este ascenso térmico se mantendrá de manera progresiva hasta el próximo martes.

El cielo se mantendrá mayormente cubierto durante la jornada del jueves 9, incluso con alguna lluvia débil o llovizna. La cobertura nubosa se irá disipando a medida que avance la semana para luego volver a aumentar el próximo martes o miércoles.

La circulación del viento será destaca del sector sur durante la jornada del jueves 9, ayudando a disipar la nubosidad, posteriormente se posicionará del norte, facilitando un rápido ascenso de las temperaturas.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera fue una de las variables más destacadas en los últimos días, pero a partir de hoy se presentará en disminución de manera progresiva. Recién el martes próximo podrá observarse nuevamente una importante presencia de humedad en la porción central del país, particularmente sobre el este de la zona GEA.

 

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias dispares sobre la región

Los acumulados en la región fueron desde 5 mm a 66 mm.

Los datos más destacados fueron los de Irigoyen y Clason, en Santa Fe, con 66 mm y 64,8 mm respectivamente. Otra marca para destacar fue la de General Pinto, Buenos Aires, donde el pluviómetro sumó 49,4 mm. El resto de la región mostró registros muy dispares, que van de 5 a 35 mm dependiendo la zona.

Las temperaturas se ubicaron en valores inferiores a lo normal para la época del año ya que, en promedio, se mantuvieron entre 18 y 22ºC, siendo muy inferiores a los de la semana pasada. El dato más destacado se midió en Pozo del Molle, Córdoba, con un registro de 24,5ºC. Las mínimas fueron superiores a las de la semana anterior, con valores dentro de los normales estacionales. Las temperaturas más bajas del periodo oscilaron entre 8ºC y 11ºC y el valor extremo fue medido en Chacabuco, Buenos Aires, con 7,5ºC.

Con este panorama las reservas de agua en el suelo muestran una estructura similar a la semana pasada, pero con una mejora importante en las condiciones de humedad edáfica. Las reservas hídricas mejoraron en el noreste de Buenos Aires, presentando una disminución hacia el noroeste de GEA. En general la humedad del suelo se ubica entre adecuada y regular, con mejores condiciones que la semana previa pero, sobre Córdoba, todavía se observan zonas con característica de sequía.

Para los próximos quince días la demanda de agua comienza a ser más significativa por la época del año, motivo por el cual para alcanzar buenos niveles de humedad se necesitan registros de lluvia entre 100 y 120 mm en las próximas dos semanas sobre la provincia de Córdoba, especialmente sobre el extremo noroeste de la zona GEA. Sobre el noreste de Buenos Aires, que es la zona con mejores condiciones de humedad, no se necesitan lluvias significativas para mantener óptimos los perfiles.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Se consolida la Niña para el semestre cálido

La primera semana de septiembre consolidó el cambio de la dinámica atmosférica pluvialmente deficitaria que se había mantenido presente durante todo el invierno.

Desde que se inició el mes las precipitaciones se fueron afianzando paulatinamente hasta cubrir gran parte del territorio nacional con registros tan intermitentes como dispares.

Los acumulados de los últimos siete días cubren un amplio abanico que va desde 2 a más de 100 milímetros, con una distribución territorial que  benefició preponderantemente a la región pampeana y las provincias del litoral, pero que excluyó totalmente de cualquier aporte de agua a las provincias del NOA.

Dentro de la región pampeana también hubo zonas más beneficiadas que otras, dentro de las primeras podemos citar a Buenos Aires y La Pampa que fueron provincias con acumulados muy significativos y territorialmente bastante homogéneos.

Distinto es el caso de Córdoba y Santa Fe, donde los registros más importantes se limitaron a las regiones del sudeste provincial, alcanzando solo con valores menores aquellos sectores del norte donde los perfiles requerían imperiosamente una recarga.

Las provincias del litoral recibieron los valores más elevados del periodo, fundamentalmente el este de Entre Ríos y de Corrientes, donde se superaron los 100 milímetros semanales.

La distribución diferencial que han tenido las lluvias favoreciendo en mayor medida a los sectores de la franja este, son la consecuencia directa del impacto positivo que ha tenido, a escala regional, la intensa y persistente circulación desde el noreste, que provocó un marcado ingreso de humedad hacia la región pampeana, fortalecido por el posicionamiento de una zona de alta presión sobre el Atlántico, donde la temperatura superficial del agua continúa por encima de lo normal. La conjunción de esas condiciones con el ingreso de un frente frío avanzando desde el sudoeste del país posibilitó el desarrollo de lluvias y tormentas durante esta última semana.   

El cambio que ha tenido el régimen pluvial en la transición intermensual ha permitido una recomposición de las reservas de agua en el suelo, aunque todavía se mantienen zonas más ajustadas hacia el oeste, fundamentalmente en el sur de Córdoba y sudeste de Santa Fe. De todos modos este oportuno alivio permite encarar con mejores expectativas la mayor demanda que tendrán los cultivos en el trimestre de primavera.

El comportamiento de las lluvias en la transición intermensual fue más que favorable. Esto puede ser el anticipo de que la circulación de escala regional se haya modificado positivamente. Esto es algo sumamente importante si consideramos que los forzantes del Pacífico nuevamente no actuaran a favor en esta campaña.

El enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central está exactamente en los mismos valores que el año pasado y los motivos por los cuales los cultivos no están atravesando idéntica situación crítica son fundamentalmente dos:

Primero, el otoño de este año estuvo lejos de ser tan seco como el año pasado permitiendo la recarga de los perfiles para las siembras.

Segundo, en el inicio de septiembre el aporte de aire húmedo fortalecido por la anomalía positiva del Atlántico está permitiendo un excelente funcionamiento de los mecanismos regionales de transporte de humedad hacia la región pampeana, posibilitando el desarrollo de precipitaciones.

Ya es casi seguro que transitaremos el semestre cálido bajo la influencia de otra Niña, probablemente de menor intensidad y con mejores condiciones de arranque. Puede que sus efectos negativos no sean demasiado intensos, pero en todo caso tampoco habrá aportes adicionales de humedad desde el oeste. Esto limitará el desarrollo pluvial de la campaña gruesa al desempeño de las circulaciones de escala regional y a los aportes de humedad que pueda proveer el Atlántico.