Detalle por Subzona


SUBZONAS Y RED DE ESTACIONES METEOROLÓGICAS GEA

 

SUBZONA I

“De lunes a lunes, las lluvias nos dejaron acumulados de 100 a 180 mm. Pocas veces visto un final de enero con estos milímetros”, comentan los técnicos de Cañada Rosquín. Los técnicos hacen un repaso de la nueva situación de la oleaginosa tras el paso de la tormenta: “la soja de primera ya había resignado rinde con la sequía y atrasos de siembra. Pero estos milímetros permiten asegurar un rendimiento aceptable. Hoy se afirma un piso de 35 qq/ha y un techo de 45 quintales”. “Claro, que esto queda atado a lo que las lluvias aporten en los próximos 10 a 15 días. Con 20 a 30 mm más alcanzaría para los ciclos cortos. Para las de ciclo intermedios o largos deberían haber par de lluvias de ese milimetraje bien distribuidas”, explican en el área. Hoy el estado de la oleaginosa es bueno en un 80%  y muy bueno en un 20 %. Y aclaran: “Entiéndase como buenas a las que tengan un promedio entre 38 a 40 quintales y las muy buenas las que apuntan a superar los 40 con un promedio de alrededor de los 45 a 46 quintales”. Las que han quedado más vulnerables son las de ciclo corto, “no han cargado bien los primeros nudos por falta de agua”, explican. El maíz de primera está entre regular y bueno. “Acá las cuentas que hacemos nos dan resultados de 85 a 90 qq/ha. Hay zonas muy castigadas  que estarán en un promedio de 65 a 70 quintales”. En 25 días más ya habrá lotes en condiciones de ser cosechados. “La soja de segunda necesita 3 lluvias regulares de 20 a 30 mm”, comienzan explicado.  “Mejoraron muchísimo, en especial las que venían de  trigos con bajos rindes”, comentan. Se estima que pueden alcanzar los 33 a 35 qq/ha como promedio. Los maíces tardíos y los de segunda tambien están muy bien, “pero para que se materialicen buenos resultados el agua tiene que seguir”. En 15 a 20 días más estarán todos florecidos. “Hay buenas expectativas. Pero es prematuro aventurar un rinde. Aún falta mucho”, explican.

 

“¡En enero van 217 mm!”, comentan en Carlos Pellegrini. “Se inundaron algunas zonas, pero ya está todo normal. Con la faltante de agua que había, el escurrimiento ha sido el adecuado”, explican los técnicos. Tras tantos meses de una sequía que se arrastró por meses y se ensañó con esta zona, al fin los suelos han recuperado las reservas adecuadas. Otro hecho favorable es que “la tormenta fue sin granizo ni vientos violentos, y los caminos ya están transitables”. En cuanto a la soja, las lluvias llegaron a tiempo, “se van a recuperar. Si las temperaturas acompañan, esperamos un nivel de producción semejante al de años anteriores”. Ya se terminó la lucha con las malezas resistentes. Ahora el problema son las isocas: “están en pleno ataque. Hay una segunda tanda de bolillera que nos preocupa mucho”, explican los técnicos. En maíz, “estas lluvias afirman rindes muy buenos. En estos momentos el cultivo está en llenado de grano. Con esta humedad no va a tener inconvenientes en alcanzar el máximo peso”, explican. De soja de segunda comentan que ahora los lotes van poder desarrollarse a la par de la soja de primera. Siempre tuvo muy buenas condiciones de desarrollo”, subrayan en el área. Son pocos los cuadros de maíces tardíos y de segunda, pero “están con condiciones ideales para su desarrollo y performance”. Los cuadros ya están en floración.

 

En el Trébol las lluvias dejaron acumulados que superaron los 50 mm. Sin problemas de sectores anegados, pero sí por vientos: “fueron muy fuertes han dejado algunos destrozos locales junto a evento puntuales de granizo”. Los caminos están secos y en buen estado tras la tormenta. Se espera la mejor reacción en soja de primera, “va a ser un antes y un después”, comentan los ingenieros de la zona. Si bien en la zona venía llevando bien el cultivo, el agua ahora  será suficiente para atravesar el periodo crítico y afianza muy buenos rendimientos. En la zona esperan alcanzar promedios en torno a los 40 a 45 qq/ha Las lluvias terminan de potenciar una gran campaña en maíz, “la falta de agua acá no impactó como en otros lados. Las lluvias van a darle el último empujón a los lotes retrasados en el peso de los granos”.  Estiman alcanzar rindes de 100 a 120 qq/ha. La cosecha comienza en marzo. “La soja de segunda estaba excelente, esto contribuye a la continuidad del ciclo sin problemas de falta de agua, aunque falta mucho todavía”. Estiman reservas suficientes para llegar sin complicaciones a fructificación. Los maíces de segunda están muy bien, “las lluvias llegaron a tiempo. Pero van a necesitar nuevos milímetros para afrontar el período crítico”.

 

En el corredor que va de Cañada de Gomez a Villa Eloísa las lluvias dejaron acumulados de 140 a 160 mm. Los sectores bajos que normalmente se anegan volvieron a verse rebalsados de agua. “La mayoría de los caminos están en mal estado, independientemente de la lluvia. En muchos sectores es complicado transitar y ahora empeoró por el agua”, comentan. A la soja de primera, “la lluvia le cambio la cara”, refieren lo agrónomos. Los cultivos no tienen más estrés hídrico, sacaron nuevas hojas y en algunos casos cerraron el surco. El agua llegó a tiempo para detener el deterioro, pero en los lotes más adelantados en su crecimiento estiman que han perdido rinde. “En la mayoría de los casos llego justo a tiempo ya que están iniciando la fructificación (R3) en el 70% del área”, precisan. La condición buena y muy buena de la oleaginosa subió al 80%, mientras que un 20% se considera en regular estado. Con este acumulado aseguran un piso de rinde. Estiman que podrán alcanzarse los 35 a 40 qq/ha. En el caso del maíz, las lluvias influyen en el llenado y peso de la semilla en aquellos lotes que venían más atrasados en el crecimiento. “Sin dudas repercutirá positivamente mejorando la tasa de llenado y translocación de asimilados de la planta al grano”, afirman los expertos. Con un 80% de los cuadros en grano pastoso, estiman que en 45 a 50 días comenzaran a cosechar. Según zona, esperan rindes entre 80 a 115 qq/ha. La soja de segunda tras las lluvias presenta una tasa de crecimiento superior a la de primera ya que la mayoría de los lotes han cerrado el surco. Sin embargo, las reservas de agua no alcanzan para transitar la formación de vainas. “Estimamos que en 15 días aproximadamente deberían regresar las lluvias”. El maíz tardío se encuentra en muy buen estado. “Tuvo un periodo de falta de agua pero ahora se han recompuesto muy bien para encarar la etapa final de crecimiento vegetativo y el inicio de floración”, destacan los técnicos. Aunque aclaran que al igual que soja de segunda, les hará falta más adelante algunas lluvias para su periodo de mayor demanda”.

 

 

SUBZONA II

En la zona de Bigand llovieron más de 180 mm en el último evento. “En lo que va del año se acumularon más de 260 mm, superando por  mucho la media mensual de enero”, comentan los técnicos. No hay lagunas o zonas de encharcamiento. Tampoco hubo granizo, pero sí ráfagas de viento que marcaron algún daño en árboles, nada grave en los cultivos”, comentan. “Los caminos rurales están transitables, aunque algunos están difíciles de sobrepasar, pero eso viene de larga data”. La reacción de los cultivos fue muy buena. “Aunque algunos lotes de soja primera, los más avanzados, quizás no desarrollen altura a pesar de la llegada del agua. Arrancaron con poca humedad a la siembra, sostuvieron un estrés térmico-hídrico muy fuerte y han quedado con entrenudos cortos”, explican. Un 20% de los cuadros está iniciando la fructificación, un 70% se encuentra en plena fructificación y el resto iniciando el llenado. La condición del cultivo depende de la historia y calidad del lote. “Los lotes excelentes (25%) presentan buena rotaciones y estrategia de fertilizaciones balanceadas, mientras que los muy chacareados, sin rotación, poca participación de gramíneas están aceptable (15%)”, describen. Un 60% restante de la soja temprana está en muy buena condición. También los distintos niveles de milímetrajes que recibió cada zona marcan diferencias en la condición del cultivo. “En ésta campaña con estrés térmico- hídrico se destacan muchísimo los lotes de sojas intacta”, señalan. En el caso del maíz temprano no se espera una gran respuesta, “están en llenado avanzado, puede incidir sobre el peso de 1000, pero no agregaría número de granos por m2”, explican. Esperan un promedio zonal de 90 qq/ha, con extremos de 80 qq/ha a 110 qq/ha. En cuanto a la cosecha, estiman arrancar en la segunda quincena de marzo. “Como e trata de evitar pagar la secada, si la humedad de cosecha no se acerca a 16 o17 °H, no se cosecha”, aclaran. Las sojas de segunda las notan muy buenas (50%) a excelentes (30%), con gran crecimiento y respondiendo muy bien a las lluvias. La mayoría está en inicio de floración (60%) y el resto en etapas vegetativas. “Deberían volver las lluvias en una semana a 10 días para mantener el ritmo de crecimiento y entrar en el período crítico con buenos potenciales”, explican. Los maíces tardíos vienen creciendo muy bien (60%) a excelentes (30%). Algunos lotes expanden la novena hoja. “Los lotes de maíz de segunda sobre legumbres están en mejores condiciones para atravesar el período crítico que aquellos sobre trigo. Lo mismo sucede con los pocos lotes tardíos”, detallan. Es necesario que en un lapso de 10 días vuelva a llover para sobrepasar el período crítico.

 

En la zona de Bombal se registraron más de 130 mm. “Solo los relieves bajos están anegados, pero lo caminos siguen transitables. No hubo problemas de vientos ni de granizo” detallan en la zona. El cultivo de soja temprana presentó una “reacción extraordinaria”, destacan. Los técnicos estiman promedios de 45 qq/ha en soja de primera. Para el caso del maíz temprano, las lluvias no cambiarían el panorama productivo. “Estaban casi hechos, pero ayuda a la finalización de los granos”. Se esperan rindes de 90 a 110 qq/ha para el cereal. “Es increíble la evolución de la soja de soja de segunda”, comentan con asombro. Aunque no pueden asegurar que alcance el agua para todo su periodo crítico si se reanudan los pulsos de calor en febrero. Se necesitarían nuevos aportes hídricos para este cultivo. Por último, el maíz sembrado en diciembre “va a ser la estrella de la cosecha”, concluyen.

 

 

SUBZONA III

“En la última tormenta se acumularon entre 60 y 90 mm —la estación de la red GEA midió 93 mm— en las inmediaciones” de Baradero. Las lluvias llegaron tarde para el maíz temprano que está finalizando su llenado con  rindes estimados por debajo de las medias históricas. comentan los técnicos de la zona. Calculan que en unos días pueden secarse algunos lotes para comenzar a cosecharlos. La soja de primera está en fructificación y las lluvias fueron un alivio. Sin embargo, no descartan que la soja de segunda la supere en rendimiento. “Si continúan la lluvias y los días más frescos, la soja de segunda tendrá muy buenos rindes”, destacan. Califican a la oleaginosa en buen estado. El maíz de segunda se va a recuperar muy bien con estas lluvias. Observan que la sequía frenó su crecimiento y está atrasado en fenología. “Lo único que puede afectarlos son posibles heladas tempranas”, advierten.  Ahora se encuentran en buen estado y necesitan lluvias en 10 a 15 días para mantener el potencial.  

 

 

SUBZONA IV

44 mm”, las lluvias llegaron en la semana a una zona de las zonas más complicada del norte bonaerense, el oeste, pero quedaron muy lejos de los 90 mm que en promedio recibió la región. “A la soja le da aire, resumen en la zona. La condición esta semana mejoró, los cuadros regulares se redujeron a un 15% y los malos a un 5%. “Va a haber una reacción positiva, pero el resultado final quedará atado a lo que pase con las lluvias de febrero. Los técnicos ya estiman una caída de rindes que será irreversible: “estimamos una caída de 8 a 10% por menor número de nudos y desarrollo”, explican. Las sojas de segunda “están por verse. Están en buenas condiciones, pero les falta mucho. Los suelos están lejos de estar cargados”, comentan. Para los maíces tempranos, “puede haber una mejora por esta agua, pero será casi imperceptible. La caída de rindes estimada va de un 20 50%. Hay un mosaico de realidades y se va a notar mucho en los resultados de las cosechadoras”, dicen.

 

Hoy la soja de primera es un interrogante abierto en la zona”, comentan los técnicos de General Pinto. La semana de la ola de calor pasó sin alivio de las lluvias y el deterioro de todos los cultivos, aún más lo sembrados temprano, es notorio. “Es difícil calcular cuánta agua nos ha quitado el calor, pero se observa la gramilla quemada y eso es un indicador de que el impacto ha sido muy fuerte”. Los cuadros de soja de primera están en Floración (R1 a R2). Los técnicos explican, “son plantas chicas, el número de nudo está lejos del óptimo, el surco todavía no cerró”. El 30% de los lotes está regular y el 10% malo. Lo que pueda pasar con el cultivo es un interrogante porque si hay una recuperación hídrica importante hay tiempo para que la situación mejore. En caso contrario, “si las lluvias no llegan en los próximos días la situación puede ser muy complicada”, dicen en la zona. En maíz se confirman las estimaciones de pérdidas de rindes en torno a un 30 a 50% respecto a la media zonal, unos 90 a 100 quintales. La cosecha de los cuadros sembrados para hacer silaje muestra valores que están en la mitad de lo que se esperaba a la hora de la siembra.

 

SUBZONA V

“En la zona de Monte Buey se registraron entre 130 y 170 mm según localidad. “El granizo causó daños totales en algunas zonas”, destacan los técnicos. En gran parte, las lluvias llegaron tarde para la soja temprana. “Va a haber mermas de rinde porque ya había comenzado el periodo crítico y no cerraban el surco, incluso en siembras a 35 cm”, comentan. Estiman rendimientos promedios de 42 qq/ha. En el caso del maíz temprano, si bien hay zonas que marcaron mermas, en general estiman que el rinde va a estar por encima del promedio histórico. “El cultivo ya estaba bastante definido antes del evento, donde había mermas no llegan a compensar estas últimas lluvias”, aclaran. Estiman promedios de 125 qq/ha para el cereal temprano. “Los tardíos están hermosos”, describen. Con estas lluvias se recuperó la humedad del perfil del suelo y llegan bien provistos al periodo crítico y buena parte del llenado. En el caso de la soja de segunda, si febrero presenta lluvias cercanas a la media mensual estiman muy buenos rindes.