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Soja: la soja en Chicago encontró sostén en Sudamérica


La soja en Chicago encontró sostén en Sudamérica

Después de cinco meses de subas consecutivas, el mes de febrero finalizó con una caída del 4% para los precios de la soja. Pero más allá de la disminución, cabe destacar que durante dicho mes alcanzó el valor más alto desde el año 2008, cuando la tonelada superó los 533 dólares. Si bien el trigo siguió la tendencia bajista, cayendo más del 7%, el maíz se desacopló y mostró un rendimiento positivo superior al 9%. No sólo fue el grano con mejor performance sino que también superó a otras commodities tradicionales y que son, al igual que los productos agrícolas, alternativas para la inversión, como el oro (6%) y el petróleo (5%).

Esta diferencia de precios y que juega a favor del maíz no es una buena noticia para la soja, menos ahora que comienzan a definirse las intenciones de siembra en Estados Unidos. Los farmers se inclinarán por aquellos productos que les generen mayores rendimientos y este año se suman otros elementos que profundizan la lucha entre ambos productos: ajustados niveles de inventarios (en mínimos históricos) y temores de que haya escasez de alimentos a nivel mundial.

Actualmente, el factor bajista por excelencia debería ser la proximidad de la cosecha en Sudamérica. Sin embargo, los efectos aún no predominan en el mercado porque en Brasil está lloviendo mucho en algunas áreas productoras, demorando el avance de la recolección y en Argentina aún no comenzaron las actividades.

Respecto a la situación en Brasil, que es el segundo productor detrás de Estados Unidos, ocurre que las lluvias caídas en febrero superaron al promedio para esa época, garantizando una cosecha probablemente récord. Sin embargo, existe el riesgo de que dichas lluvias persistan y afecten a las actividades de recolección. De hecho, los pronósticos anticipan precipitaciones en las regiones del centro oeste, donde los cultivos prácticamente están listos para cosechar.

Justamente estas demoras en Brasil dieron sustento a los precios en Chicago, ya que de continuar, podrían traducirse en una mayor demanda de soja norteamericana. En este sentido, la demanda de exportación se sumó manteniendo la tendencia alcista de los valores ya que las cifras semanales de compromisos externos no sólo superaron a las estimaciones del mercado sino que además crecieron más del 150% respecto a la semana previa. Las exportaciones efectivas, como se observa en el gráfico de la portada, también registraron una mejora semanal próxima al 45% y cabe destacar que el volumen logrado es el más alto desde fines de noviembre pasado.

Volviendo a Brasil, más allá de las actuales lluvias, la situación productiva de este país es más que optimista. Los productores brasileros, después de años de estancamiento, están en condiciones de sustentar una expansión en la superficie a sembrar con la oleaginosa. De hecho, Brasil es el único país del mundo que posee tierras disponibles sin cultivar y parece ser la mayor esperanza para aumentar las ofertas mundiales y contener los crecientes precios de los alimentos.

En Argentina aún no comenzó la recolección y a esto se suman ciertos conflictos laborales y políticos, que ponen en riesgo la capacidad exportadora y productora de la región. Uno de ellos es el relacionado con un grupo de trabajadores portuarios que, por reclamos salariales, paralizaron algunas terminales portuarias clave de la zona de Rosario. Si la situación no encuentra una solución podría afectar al ingreso de camiones y, por ende, a las exportaciones. El otro dilema surgió por la suspensión dispuesta por la AFIP a tres importantes cerealeras de la región.

Todos estos factores mantuvieron a los precios de la soja en Chicago e incluso prevalecieron por sobre el efecto bajista que ejercieron las nuevas estimaciones de la firma analítica Informa Economics, quien el viernes revisó al alza sus proyecciones de las producciones sudamericanas. De esta forma, la posición marzo cerró a 517,3 dólares la tonelada, subiendo un 0,16% diario y un 3% desde el viernes pasado.

La incertidumbre local no permitió que se mantengan los mejores precios

No hay duda de que las últimas lluvias fueron muy bien recibidas por los productores argentinos. Los efectos favorables se reflejan en las distintas estimaciones que ahora auguran una cosecha de entre 48 a 52 millones de toneladas. Así por ejemplo, la revista especializada en oleaginosas Oil World, aumentó su proyección hasta los 48,5 millones de toneladas. Cabe mencionar que a mediados de enero, la mencionada publicación dejó entrever su intención de recortar su estimación hasta incluso por debajo de los 46 millones si persistían las condiciones de sequía. Asimismo, la firma Informa Economics revisó al alza su proyección, ubicando a la cosecha argentina en 52 millones de toneladas.

Por otro lado, el delegado en Argentina del USDA señaló que la producción local llegaría hasta los 49 millones de toneladas. Esta cifra es menor a la última proyección del gobierno norteamericano pero supera a algunas estimaciones locales. Según el reporte, si bien las lluvias recibidas en enero y febrero permitieron la recuperación de la mayoría de los cultivos, aún quedan zonas afectadas por la sequía y existen plantas subdesarrolladas. Las áreas menos beneficiadas por las lluvias fueron las del sureste de Córdoba, sur de Santa Fe y noreste de Buenos Aires.

En su informe mensual, el servicio GEA de nuestra institución aumentó su estimación de la producción y, sobre la base de un rinde promedio de 26,6 qq/ha., el total ascendería a 49,1 millones de toneladas. Según señaló GEA, los cultivos se presentan en excelente estado, con buena altura y buena cantidad de vainas y número de granos, salvo los lotes de primera sembrados tempranamente o en fecha, que sufrieron por las escasas reservas de agua.

Analizando un poco la situación de Brasil, las estimaciones apuntan a una cosecha superior a los 70 millones, con algunas proyecciones optimistas que la ubican en 72 millones de toneladas. Por el momento, se ha cosechado un 19% del área implantada y el foco de atención está puesto en las lluvias, que han sido excesivas en algunas regiones (mayormente las del centro oeste), demorando la recolección y provocando inundaciones. Demasiada humedad en los suelos paraliza las actividades y genera pérdidas como consecuencia de la aparición de enfermedades y por el deterioro de las plantas.

En materia de precios, finalmente los compradores ofrecieron $1.400 por la soja disponible. Sobre este valor, que no se escuchaba en el recinto desde casi un mes, hubo rumores durante gran parte de la semana, pero recién fue abierto públicamente durante la jornada del jueves, cuando los compradores locales encontraron justificación en las mejoras externas. No obstante la suba en Chicago duplicó a la mejora local: 1,3% contra sólo el 0,7%. Esto se debe a que el miércoles, los precios locales ya habían registrado un fuerte aumento del 3% (o $40) llegando hasta $1.390. La necesidad inmediata de algunas fábricas por conseguir mercadería fue el fundamento de la mencionada mejora.

Más allá de estos buenos valores alcanzados, los vendedores no descartaron la posibilidad de realizar negocios (por lotes importantes) a mejores precios. El valor fijado por la Cámara correspondiente a las operaciones del jueves coincidió con los $1.400 escuchados en el recinto. Sin embargo, en jornadas anteriores las diferencias llegaron a ser de hasta $29, razón por la cual se siguen realizando negocios bajo la condición "venta con precio CAC del día siguiente".

Sin embargo, el viernes los precios no pudieron mantenerse y las ofertas de los compradores bajaron casi $30, no escuchándose mayores valores que $1.370 y a pesar de las subas que mostró el mercado de Chicago en las posiciones más cercanas.

Respecto a los precios ofertados por la soja nueva, se observó cierta divergencia entre lo pagado por las fábricas y por la exportación. A comienzos de la semana, los valores ofrecidos fueron de u$s 325 y u$s 330 respectivamente pero luego mejoraron en sintonía con el disponible local y las subas externas. El jueves las fábricas pagaban u$s 337 y las exportadoras ofrecían u$s 338. Incluso estos valores forwards ofrecidos en el recinto son mejores a los negociados a futuro en el Rofex, cuya posición mayo cotizó el mismo día a u$s 333,8. El viernes no se conocieron precios en el recinto. Estos buenos valores llevan a que los operadores aceleren sus compras, que ya representan casi el 30% de los 49,1 millones estimados por GEA.

Localmente había incertidumbre en relación a la magnitud en que las últimas noticias afectarían a las exportaciones de granos y subproductos y esta incertidumbre, en cierto modo, fue la responsable de la disminución que se observó en los precios el día viernes. Dichas noticias se refieren a:

1)El nuevo bloqueo de los trabajadores portuarios en dos terminales de San Lorenzo, quienes reclaman un aumento de sus tarifas.

2)Aún no queda claro cómo afectará al mercado la decisión del gobierno de disolver la ONCCA, específicamente qué ocurrirá con los permisos de exportación.

3)La suspensión del Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres, por parte de la AFIP, de tres empresas cerealeras exportadoras (Cargill, ADM y Toepfer). Esta es una suspensión de registrar operaciones de ADM en su calidad de productor y de Cargill y Toepfer en su calidad de acopiador, hasta tanto no normalicen su situación fiscal.

Las firmas afectadas por las mencionadas noticias fueron las responsables del 39% de las exportaciones de granos, harinas proteicas y aceite vegetales de argentina durante el año 2010, lo que puede deducirse de la tabla adjunta. Respecto al conflicto laboral, según fuentes del mercado, las operaciones se estarían desarrollando con normalidad pero no se ha comunicado ningún acuerdo formal.