Tras la semana anterior, que configuró la peor en términos de rendimientos desde noviembre del año pasado, los mercados volvieron a expresar sus dudas con respecto a la dirección inmediata de los índices accionarios de las principales economías del mundo.

Los operadores se debatieron entre el temor de que el petróleo limite el crecimiento económico y los mejores datos de la economía estadounidense que dan muestra de una recuperación cada vez más firme.

El oro negro ya alcanzó una revalorización del 22,5 % en lo que va del año cerrando el día viernes sobre los 116 dólares el barril de petróleo crudo tipo Brent.

La pregunta que mantiene en vilo al mercado es si la recuperación de las principales economías es lo suficientemente robusta como para absorber el efecto negativo de un incremento del petróleo. Si bien el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, sostuvo que era poco probable que el reciente aumento del petróleo descarrile a la economía, sus comentarios no resultaron lo suficientemente tranquilizadores para los inversores, que continúan preocupados ante la posibilidad de que la agitación en Oriente Medio alcance a Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo.

Los buenos datos macros de la economía estadounidense fueron resumidos en la presentación ante la Comisión de Bancos de la autoridad máxima de la FED al sostener lo siguiente: "Hemos visto pruebas de que podría estar teniendo lugar una recuperación autosustentable del gasto del consumidor y de las empresas. La combinación de una mayor confianza de los hogares y firmas con una política monetaria expansiva (...) conduciría a una recuperación económica algo más rápida en el 2011 de lo que vimos el año pasado" Sin embargo, también agregó que pasarán varios años hasta que la tasa de desempleo vuelva a niveles normales. En relación a esto último se conocieron datos mixtos que no permiten obviar los dichos por aquella autoridad.

Las fuertes dudas que no abandonan a los inversores se reflejaron en los vaivenes del índice de volatilidad VIX, al que suelen denominar como "el índice del miedo de Wall Street". El mismo subió siete puntos porcentuales durante la semana pasada situándose finalmente sobre los 20,5% este viernes, por encima de los 16,5% sobre los que fluctuaba dos semanas atrás.

Así, con idas y vueltas el S&P500, el Dow Jones y el Nasdaq cerraron una semana con variaciones del -0,4%, +0,2% y un +1% respectivamente.

Se movieron en sintonía con los mercados norteamericanos tanto Asia como Europa, entre los que se destacó el índice Dax, siendo Alemania la economía que más aportó al fenomenal resultado del PMIs (próximos a 60) en la Zona Euro y la mejora de la confianza de los consumidores del país germano.

Hizo lo propio el mercado local en donde el índice Merval mantuvo una alta correlación con los principales índices accionarios del mundo pero con la particularidad de que en las jornadas en baja el volumen se redujo significativamente a diferencia de los mercados en Wall Street donde las jornadas bajistas registraban un incremento del volumen negociado.

El acumulado semanal del índice más representativo del mercado local fue positivo de un 1%, impulsado principalmente por las acciones Telecom, Siderar y Petrobras Brasil que subieron 4,06%, 3,71% y 3,08% respectivamente y limitado por las pérdidas de Edenor, Petrobras Argentina y Banco Macro que registraron pérdidas acumuladas de 3,06%, 2,60% y 2,55 % respectivamente.