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Maíz: maíz en alerta amarilla; -tiene que llover-


En el último informe de GEA - Guía Estratégica para el agro, que sigue la evolución del cultivo en el área núcleo, afirman que “La siembra de maíz, que alcanza el 50%, presenta dificultades en la emergencia asociadas a la falta de agua y, en general, las labores se encuentran detenidas... volvieron a desarrollarse algunas precipitaciones sobre la región GEA. Las precipitaciones no fueron suficientes como para mantener las magras reservas hídricas de la semana pasada y, por ende, se ven vastas zonas con características de sequía. Para el cultivo de maíz, los lotes muestran condiciones heterogéneas, según la historia del lote y el cultivo antecesor. Las implantaciones van desde regulares a buenas pero, en general, la humedad no "sobra". En algunos sectores, se reportan problemas en la germinación por falta de humedad, que afectaron el número de plantas por metro, lo que se verá reflejado en la producción -dada la alta correlación que tiene esta variable con los rindes finales en el maíz-. Los técnicos advierten que, si no llueve en esta semana, es probable que se den de baja lotes destinados a este cultivo . Por otra parte, el alto costo de los insumos y los bajos precios del cereal, siguen achicando los márgenes brutos, lo que hace que se analicen el sorgo, o directamente la soja de primera, como alternativas.”

Para el resto de las zonas productivas maiceras la situación también es problemática. El avance de las labores de siembra ascendía al 17% del área de intención al cierre de esta semana, retrasado respecto del 20% del año pasado, y muy particularmente en nuestra provincia de Santa Fe y en la de Córdoba.

Esta situación ayuda a distanciar los precios del mercado interno de maíz con los del mercado externo referente de Chicago, particularmente cuando se observa la evolución de las cotizaciones de la cosecha 2011/12.

Mientras que Chicago finalizó con una pérdida cercana al 7% en la mayoría de sus posiciones de la presente cosecha (hasta Jul2012), las posiciones más cercanas de los futuros locales exhibieron una baja semanal del 6%, y Abril2012 cayó “sólo” un 4,6%.

La demanda de exportación estuvo un poco más activa hasta mediados de la semana en la plaza local, recuperando los precios las caídas de la semana precedente, con un buen volumen de negocios.

Los valores de la exportación se centraron en la cosecha nueva llegando a valores de US$ 172/tn, con entrega en los meses de marzo y abril. También hubo valores de US$ 175, descarga marzo y mayo, pudiendo mejorar hasta 2 dólares. Con el retroceso del miércoles y jueves a US$ 165, con un potencial US$ 170, pero sin confirmar, la oferta retrocedió. La baja de Chicago del viernes directamente ahuyentó a la oferta del mercado.

Los precios siguen sufriendo un importante descuento respecto del valor que teóricamente podría pagar el frente exportador. De acuerdo con el precio FOB para embarque abril o mayo 2012, US$ 263,50 la tn al jueves, el FAS teórico estaría en US$ 196,50, contrastante con los valores mencionados en el párrafo anterior.

Sobre el final de la semana, con la baja del cereal en EE.UU., los valores en el mercado físico para la cosecha nueva no se hicieron presente. En los mercados de futuros la posición Abri2012 ajustó a US$ 164,50.

Las compras de maíz viejo están prácticamente estacandas en 13,26 millones tn, quedando pendiente de fijación de precio unas 333.300 tn.

Mientras tanto, el avance de negocios es bueno en las compras del maíz nuevo, ascendiendo a 1,87 millones tn el acumulado hasta el 21/09. A razón de 125.000 tn semanales, es factible que en esta semana se puedan haber llegado a hacer entre 150.000 y 200.000 tn en virtud de los precios observados.

Las autorizaciones de RV repuntaron en esta semana, ascendiendo a 282.300 tn, superando los acumulados semanales de lo que fue septiembre. El grueso se anotó bajo RV365 días.

Se frena la demanda del maíz norteamericano

En el transcurso de los últimos meses, la ajustada situación de la hoja de balance del maíz a nivel mundial ha tomado un papel preponderante en el análisis de los mercados agrícolas, por el hecho de presentar una limitada oferta para satisfacer la multifacética demanda. En función de esta crítica situación -coadyuvada por la depreciación del dólar norteamericano- durante el verano boreal se alcanzaron los precios nominales más altos de la historia, superando -entre mayo y junio- los u$s 300/ton para la posición más cercana de los futuros en Chicago.

Desde el lado de la oferta, la cosecha del cinturón maicero -que ya se encuentra en su fase de recolección- llegará a un nivel bastante pobre en comparación con las expectativas iniciales. Con un área sembrada muy superior al promedio de las últimas décadas, la extrapolación de esa cifra hacia pensar en una producción cercana a 340 millones tn. Sin embargo, el intenso calor durante ciertas instancias críticas para el desarrollo de los cultivos se tradujo en un preocupante deterioro de la calidad de las plantas, con la consecuente merma en los rendimientos. Según su última estimación, el USDA espera una producción de maíz de 317,4 millones tn.

Para evitar caer en el frecuente error de vincular altos precios con escasa oferta, pero prescindiendo de incorporar al análisis lo que ocurre con la demanda, es preciso hacer algunas consideraciones sobre esta última. Sabido es que los altos precios de los productos energéticos, conjuntamente con algunos incentivos fiscales, ha disparado la utilización de maíz para etanol en los últimos años. Asimismo, la fuerte demanda por parte de China, que se avizora como un gran importador del cereal de cara a los próximos años, también impacta desde el lado de las exportaciones. La demanda para consumo animal, finalmente, superior al 45% del consumo de maíz en Estados Unidos, enfrentó en los últimos meses la creciente competencia del trigo, aunque la posibilidad de sustitución entre ambos cereales es limitada, y no depende solamente de una cuestión de precio relativo.

En el curso de la presente campaña, los agricultores norteamericanos han visto como la referencia que significan las estimaciones de producción del USDA se volvían crecientemente pesimistas a medida que avanzaba el ciclo de los cultivos. Estas evidencias permitieron reafirmar que la oferta no sería la fuerza del mercado que relajaría la situación. En lo que respecta a la demanda, los tradicionales reportes periódicos de exportaciones y consumo de etanol permiten seguir la evolución de las compras de estos sectores. Sin embargo, se cuenta con limitada información sobre el maíz efectivamente destinado al consumo animal. Es en este contexto que se debe adjudicar relevancia al informe de stocks trimestrales que se conoció este viernes, ya que, al mostrar los inventarios en poder de los distintos participantes de la cadena al 1 de septiembre, se constituye en una eficaz herramienta para saber como se comportó el grueso de la demanda y que cantidad de mercadería han retenido los productores.

En las últimas semanas, la demanda ya insinuaba señales de desaceleración, tanto en lo que respecta a las exportaciones como al etanol. La noticia de que los stocks finales de maíz de la campaña 2010/11 fueron 17% superiores a lo que esperaba el mercado, indica que también disminuyó la demanda para consumo animal. En consecuencia, el USDA mostró que hay suficiente mercadería para abastecer a los compradores, lo que derrumbó los precios en Chicago. Esto hizo que la pérdida semanal de los precios sea de 7,2%, finalizando septiembre con una caída del 23% en los precios, el peor desempeño mensual de los últimos 15 años.

Hacia el 1 de septiembre el stock de maíz en poder de los productores era de 8 millones de toneladas, en tanto que unos 20 millones de toneladas estaban en poder de almacenajes comerciales. La cifra total, cercana a 28 millones de toneladas, resulta 34% inferior a la informada el año pasado, aunque los precios son casi un 20% más elevados. La caída en la demanda explica la diferencia.