Finanzas

Del pánico a la euforia en un santiamén


La semana pasada todos los mercados parecían derrumbarse bajo la presión de los testimonios del gobierno de Hungría sobre las semejanzas de la salud financiera de su país con el país helénico y las perspectivas de desaceleración de la economía China.

Las noticias sobre la situación financiera de Hungría parecieron diluirse durante la semana que finaliza, mientras que en relación al gigante asiático se conocieron buenos datos macros que apaciguaron aquel temor resurgiendo el buen ambiente en las plazas bursátiles. Las exportaciones chinas crecieron 48,5% en mayo frente al mismo mes de 2009, por lo que la balanza comercial fue positiva y generó una corriente de optimismo respecto del sostenimiento de la demanda global. Además, se conoció que creció el PBI de Japón un 5% a ritmo anual entre enero y marzo frente al 4,9% anunciado inicialmente.

Las plazas más favorecidas fueron las que habían sido más castigadas previamente, ya que, por lo tanto, tenían más por corregir. Se destacaron las bolsas europeas en donde el Ibex de España subió sorprendentemente un 7,15% acumulado semanal.

En relación a las asiáticas, los índices Shanghái de China y el de Hang Seng de Hong Kong subieron un 0,6% y 0,4% respectivamente. Claro está que estos magros resultados responden a que las bolsas asiáticas reflejaron el día lunes las fuertes pérdidas del viernes anterior en el resto de los mercados.

En Estados Unidos las noticias fueron mixtas. Entre las negativas, se registró un déficit comercial por 40.300 millones de dólares en abril frente a la revisión del déficit de 40.000 millones de dólares de marzo, mientras que las ventas minoristas estadounidenses mostraron en mayo un descenso inesperado del 1,2% frente a una expectativa de una suba de 0,2%. En contrapartida, las solicitudes iniciales por desempleo bajaron en 3.000, y en sintonía con este dato, la confianza del consumidor mejoró durante los primeros días de junio y subió a 75,5 puntos desde los 73,6 que se registraron en mayo, es decir, su nivel más fuerte en dos años y medio. Las ganancias en Wall Street fueron del 1,02% y un 2,3% para el Dow Jones, y el S&P500 respectivamente mientras que el Nasdaq subió sólo un 0,6% ya que el sector tecnológico fue el más golpeado en la apertura de la semana.

Si observamos el gráfico del S&P 500 desde principio del 2010, podemos validar claramente aquella premisa que sostiene: "la volatilidad y las acciones son inversamente correlacionadas".

A la bolsa local la impulsó las fuertes ganancias de los mercados financieros internacionales y más precisamente la escalada del precio del petróleo, luego de que la AIE revisara al alza su estimación del crecimiento de la demanda global de petróleo este año. La justificación de las expectativas de mayor demanda surgen a partir de un mayor uso de combustible en Estados Unidos y a un robusto consumo de petróleo en China. De la mano de las acciones vinculadas al crudo el Merval subió un 4,5% en relación al viernes pasado.

Si bien el saldo de noticias parece ser positivo, llama la atención el grado de vulnerabilidad que está experimentando el mercado ante cualquier noticia y se podría decir que llega a actuar a veces con cierto grado de irracionalidad. Las euforias y pánicos suelen sucederse en la negociación de papeles financieros pero en este último período ya no se circunscribe a determinadas jornadas sino que se están dando de manera repetida en sucesivas jornadas movidas por estos sentimientos extremos y encontrados, pero está claro que reina la incertidumbre incluso entre los más destacados economistas del mundo, y esto lleva a los operadores a tomarse sólo de los titulares sin leer atentamente el contenido.