Economía

Incertidumbre en oriente define mercados bajistas


Balances, PBI, índices de confianza al consumidor, empleo, etc, todos los indicadores macros quedaron relegados a un segundo plano esta semana en la que el conflicto en Libia centró total protagonismo. El temor al contagio al resto de los países árabes y la incertidumbre en torno al precio del petróleo condujeron a la mayoría de los mercados a registrar la mayor caída diaria de los últimos 5 meses.

Además de mantener fuertes vínculos con algunos países, entre los que se destaca Italia, Libia pertenece a la OPEP, tiene una producción diaria de 1,65 millones de barriles o un 2% de la producción mundial, exporta el 85% del petróleo que extrae a Europa y otro 5% a Estados Unidos. A medida que el panorama se fue enardeciendo con el correr de los días, el rally del petróleo crudo se hizo cada vez más vertiginoso hasta alcanzar el barril los 100 dólares, valor que no registraba desde octubre del 2008. Al mismo tiempo empezaron a circular estudios, como el publicado el martes pasado por Deutsche Bank, en el cuál estimó que un incremento de 10 dólares el barril puede restarle hasta un 0,5% al crecimiento económico norteamericano en los próximos dos años. Mientras el FMI sostenía que "El mundo está en condiciones de sobrellevar un aumento en el precio del petróleo y no está en riesgo la recuperación de la economía mundial" otros sostenían que la recuperación global enfrenta un serio obstáculo si se mantiene la acelerada suba del petróleo.

Finalmente surgieron nuevas voces que trajeron algo de alivio al mercado y permitieron sobre el final de la semana recuperar parte de las pérdidas de las jornadas previas.

El presidente de Estados Unidos Barak Obama destacó que los precios del petróleo no irán tan lejos y que "superarán la crisis desatada en Libia". A la vez el secretario del Tesoro sostuvo que el mundo cuenta con las reservas estratégicas suficientes como para hacer frente a una interrupción del suministro procedente de Libia.

Además, Arabia Saudita afirmó que está en negociaciones con las refinerías europeas afectadas por una interrupción en las exportaciones de crudo de Libia, y está dispuesta y es capaz de cubrir cualquier brecha en el suministro. Inclusive la Agencia Internacional de la Energía, que agrupa a los países occidentales que importan, indicó en un comunicado que se mantiene lista para "activar inmediatamente su mecanismo de respuesta colectiva si fuera necesario". La AIE dispone de 1.600 millones de barriles en sus reservas de emergencia, equivalentes a 145 días de importaciones para los miembros de la agencia.

La suma de estos mensajes tranquilizadores permitieron incluso neutralizar la revisión negativa del PBI norteamericano y redujeron las pérdidas semanales del Dow Jones y el Nasdaq a un 2,1% y 2% respectivamente.

En contraposición, fondos que permanecían en renta variable emigraron a la seguridad de los Treasuries quedando en evidencia la consolidación del "fly to quality" ante la mayor aversión al riesgo, presionando la rentabilidad de los bonos del tesoro de Estados Unidos.

El mercado local no se quedó al margen del desarrollo de los principales índices bursátiles del mundo y el índice Merval acumuló una caída semanal del 3%. La espera sobre la resolución del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) sobre la argentina mantuvo expectante a los operadores locales. Finalmente la GAFI resolvió no sancionar a la Argentina ni incluirla en su "lista gris". De todas maneras, si bien esto permite ganar algo de tiempo, el alivio será sólo temporario ya que el Grupo sostuvo que se requieren avances legislativos en la materia antes del mes de junio, algo que en un año electoral y con un Congreso adverso no resulta tarea fácil.