Escenario de lluvias normales o por encima de lo normal para la campaña triguera y buenas condiciones de siembra durante la primavera para el inicio de la campaña gruesa. Con condiciones de neutralidad en el Pacífico, el calentamiento en el océano Atlántico será el factor de más peso para contar con lluvias a lo largo del ciclo de trigo.
Cristián Russo
En una semana en que el mal tiempo se impondrá en la región central hasta el jueves 8 de mayo, con una cosecha que sigue retrasada y con rindes que sorprenden para bien en soja, charlamos con el consultor Alfredo Elorriaga. Lo primero que nos cuenta es que, contra lo que se esperaba hace unos días, el clima otoñal no logra imponerse y seguirá el mal tiempo en los próximos días. Y de inmediato agrega, “el Atlántico sigue muy caliente y puede ser nuevamente el factor clave de las lluvias para el próximo ciclo de producción”. La estrella de esta entrevista esta vez no será el fenómeno del “Niño” en el Pacífico, sino el comportamiento del Atlántico. Hay una justa razón, el Atlántico fue el gran protagonista de la última campaña de granos gruesos: su acción fue determinante para salvar una campaña de soja que, en vez de superar los 45 Mt, podría haber terminado muy por debajo de los 40 Mt. Su acción puede ser clave para las lluvias durante el ciclo triguero y para el momento de la próxima siembra de granos gruesos, en la primavera 2025.
—Alfredo, ¿va a seguir lloviendo en los próximos días en la región central?
—Hasta el jueves (8/5) sigue la inestabilidad por el ingreso de aire caliente que se está produciendo desde el E, el Atlántico está muy caliente y el ingreso frío no se establece. Después, empezaría a tomar fuerza la circulación sur. Pero no se terminan de establecer las condiciones otoñales que deberíamos estar transitando para esta época.
—Justamente, la humedad que ingresó del Atlántico salvó a la región pampeana de la sequía en un verano marcado por una “Niña” moderada. ¿Qué se puede aprender de lo que pasó?
—Los efectos del océano Atlántico cambiaron radicalmente las condiciones del verano pasado y hay datos que muestran que puede volver a ser muy importante para el cultivo de trigo. Y no podemos descartar que vuelva a tener efectos positivos en el verano 2025.
—¿Por qué?
—Las imágenes de anomalías de temperaturas superficiales (SST) de la NOAA para el Atlántico sur muestran que desde septiembre 2024 a abril 2025 las anomalías positivas fueron una constante. En los últimos 8 meses, y en forma consecutiva, hubo temperaturas oceánicas por encima de los valores medios.
—Y para adelante, ¿qué se puede prever para el Atlántico?
—La NOAA muestra en sus proyecciones una tendencia a que este comportamiento se repita por lo menos hasta octubre del 2025. Tanto por lo que pasó, por lo que sigue pasando en este momento, y por lo que se espera, se refuerza que la acción del Atlántico, en conjunción con otros forzantes como los anticiclones, será fundamental para el ingreso de humedad en la región pampeana. Mucho más teniendo en cuenta que en el Pacífico se proyecta una neutralidad que va a seguir por lo menos hasta octubre/noviembre de este año.
—Hace un año estaba claro que iba a ver una “Niña” sí o sí en el verano, y que iba a ser fuerte.
—Bueno ese es otro detalle muy importante: el año pasado hubo grandes variaciones en el océano Pacífico. Empezamos el año con una proyección de “Niña” muy fuerte, que fue debilitándose y en un momento hasta parecía que no se iba a presentar. Pero, en enero, cuando había mucha confusión, confirmamos una “Niña” moderada. En el Atlántico no se dieron este tipo de variaciones, las temperaturas permanecieron por encima de los valores medios estacionales.
—¿No se puede dar vuelta este patrón en el Atlántico?
—Te cuento algo más, estuve consultando otros modelos aparte del que usa la NOAA para seguir las proyecciones del Atlántico. Y todos concuerdan en mostrar un calentamiento evidente, o sea una mancha roja en las costas del Río de La Plata y de Sudamérica hasta octubre del 2025. Los datos van en un sentido muy claro y, al menos hasta hoy, no hay argumentos para pensar en que esto pueda cambiar.
—Esto es muy bueno para la agricultura que en Argentina viene de años con sequías muy difíciles, pero, ¿es una mala señal a nivel global?
—Sí, estoy de acuerdo. Se ve un sistema con una circulación cálida muy quieta y retroalimentada.
—Con mayores temperaturas, ¿se vuelven más frecuentes los eventos de tiempo extremo?
—Sí, justamente hablamos de eso en diciembre y vimos que, lamentablemente, se cumplió. Es de esperar que aumenten la cantidad de fenómenos disruptivos, o como vos decís, los eventos de tiempo extremo. Temperaturas más altas que lo normal en la superficie del océano Pacífico o en el Atlántico aportan más combustible para que se formen tormentas potencialmente más violentas.
—Y volviendo al océano Pacífico, que puede pasar después de octubre o noviembre, ¿puede haber una “Niña”?
—La posibilidad de una Niña tardía está pero no es significativa. De hecho, en las imágenes siguientes se ve que hay una contraposición entre la probabilística y el modelo: en el primero se ve una probabilidad de “Niña” que va en suba y marca 37% para diciembre; en el modelo, para diciembre se ve una gran diferencia entre lo que se proyectaba entre marzo y abril. En los datos más recientes hay un quiebre que muestra la posibilidad de una neutralidad positiva para el últimos mes del 2025, incluso superando el umbral de neutralidad y yendo hacia un “Niño”.
—¿Entonces?
—La conclusión para este momento es que hay que esperar dos o tres meses más para saber lo que puede pasar. Hoy los datos que se ven en el Pacífico no son significantes. Dicho de otro modo, estamos en igualdad de condiciones ante la posibilidad de una neutralidad negativa o positiva. Por eso, hoy el dato del Pacífico no es relevante, pero sí lo es lo que muestra el Atlántico. Todos los argumentos que hoy se pueden obtener muestran que va a seguir aportando aire húmedo. Hoy es más importante seguir esta anomalía junto con la posición de los centros de alta y baja presión que determinan la circulación de aire y, por consiguiente, el ingreso de humedad. De hecho trata sobre lo que empezamos hablando.
—¿Podemos esperar lluvias por encima de lo normal para la campaña triguera de este año?
—Todo lo que charlamos acerca del Atlántico nos permite esperar un escenario positivo de lluvias. Y también explica la recuperación de las reservas hídricas en toda la región pampeana. Por un lado, hablamos de proyecciones estadísticas pero también de hechos. Lo que pasó este año realmente fue elocuente. La región pampeana se salvó de una sequía que podría haberse profundizado como pasó en Santiago del Estero y Chaco. Fíjate que los momentos de mayor volumen de lluvias se dieron entre febrero y marzo, cuando las circulaciones cambiaron y permitieron el ingreso de humedad del Atlántico, en plena Niña, lo que hoy se está capitalizando en la cosecha con los buenos rines que se están viendo.
Resumiendo, y para que el productor le quede muy claro, podemos concluir que:
- De los condicionantes más importantes a nivel planetario, hoy el de mayor peso es el océano Atlántico y muestra un calentamiento que seguiría al menos hasta octubre.
- Esto significa que habrá un escenario de lluvias normales o por encima de lo normal para la campaña triguera y buenas condiciones de siembra durante la primavera para el inicio de la campaña gruesa.
- El calentamiento del Atlántico fue fundamental en febrero y marzo de este año, posibilitando lluvias claves para la región pampeana. Este comportamiento tiene buenas chances de volver a repetirse en el verano 2025.
- En el océano Pacífico se proyecta un escenario de neutralidad por lo menos hasta octubre/noviembre. Para saber que puede pasar en el verano, hay que esperar al menos dos o tres meses.
- Las tormentas violentas o eventos de clima extremo disponen de un escenario apropiado para seguir desarrollándose a lo largo del año.