A 30 días de entrar en una probable “Niña”, ¿se pueden esperar menos lluvias para Argentina?
La primavera arrancó con lluvias semanales generalizadas y de volúmenes que dificultan la siembra. Hay grandes áreas con excesos, algunas con riesgo de quedarse fuera de la siembra gruesa. En este contexto, en el que menos lluvias pueden beneficiar estas últimas zonas y perjudicar a otras, ¿la proyección de “Niña” puede efectivamente disminuir las lluvias sobre la región pampeana?
¿Qué muestran los datos de setiembre para las proyecciones del comportamiento del Pacífico?
A punto de empezar octubre, a un mes de arrancar una probable “Niña” que podría afectar las lluvias sobre Argentina, las actualizaciones de los organismos internacionales ratifican los valores proyectados un mes atrás con algunos pequeños cambios que son interesantes. Para dar una clara idea de cómo puede afectar al agro, analizamos una vez más el escenario completo con cada una de las grandes variables para responder a si lloverá menos o no.
¿Cuál es la situación actual del Pacífico y que se proyecta para los próximos meses?
Con la siembra maicera en Argentina en marcha, peleando contra los excesos y buscando llegar a los lotes entre las tormentas que han ganado frecuencia semanal, la NOAA muestra una anomalía de la SST (temperatura superficial del mar) con un actual valor (setiembre) de -0,4, o sea casi saliendo de Neutralidad. La diferencia respecto a un mes atrás, es que la evolución proyectada de la anomalía en el mes de setiembre versus lo proyectado en agosto muestra valores de enfriamiento levemente mayores por debajo del umbral de -0,5. En agosto el valor más bajo se preveía en -0,8 para diciembre. Ahora, en setiembre, se observa un valor de -0,87. Este mayor enfriamiento también se nota en noviembre: -0,76 (vs -0.65). Pero no para enero: -0,71 ahora contra -0,72 hace un mes. ¿Qué significan estos números? Primero, que se ratifican valores de una probable Niña de intensidad leve y corta duración. Lo segundo es que “el rebote”, la vuelta a Neutralidad, se estaría acelerando y dando antes de que termine enero 2026. De hecho, para febrero 2026 se proyecta un valor de -0,43 (vs -0,5 proyectado en agosto). Entre los meses de enero y mayo del 2026 se hace evidente un calentamiento muy sostenido que invita a preguntarse si no es un “Niño” lo próximo que puede estar caracterizando a la fase del Pacífico.
Probable “Niña” leve y corta: ¿se puede esperar que llueva menos en los próximos meses?
¿Por qué probable? “Porque todavía no está claro que se acoplen los efectos del océano con la atmósfera, lo cual es otro factor a seguir para poder definir si efectivamente habrá Niña”, comienza por aclarar el consultor de GEA/BCR Alfredo Elorriaga.
“No lo veo como un condicionante significativo. No creo que haya una disminución de las lluvias por debajo de la media por ese factor”, agrega Elorriaga. “Probablemente, no veremos los efectos de una “Niña”. Es difícil que se altere el régimen de lluvias con las altas temperaturas y evapotranspiración de diciembre y por el contenido de humedad de los suelos que en este año es muy importante. Se observa una dinámica de lluvias muy firme. Si bien los valores son congruentes con una Niña, no es previsible que haya un efecto perjudicial de las lluvias. Es difícil que se sienta el menor aporte de humedad del Pacífico en el caso que se acople, siendo que va a ser un evento de baja intensidad y muy corta duración, y dándose en un escenario como el actual con perfiles cargados. Los mecanismos locales vienen siendo muy efectivos y entramos en una parte del año en que las lluvias por convección toman una gran relevancia. Por supuesto esto es general para la región pampeana, luego habrá que ver en detalle zonas como Chaco y Santiago del Estero”.
¿Hay probabilidades de que el Dipolo del Índico potencie los efectos de esta probable Niña leve y breve con una fase negativa?
La pregunta viene porque la fase negativa del Dipolo del Índico tuvo una profunda conexión con la terrible sequía que vivió Argentina en ciclo 2022/23. Elorriaga responde: “para despejar dudas y que quede muy claro hicimos este gráfico. La fase negativa del Dípolo se acaba y cambia de tendencia cuando aparece el enfriamiento en el Pacífico. Un Índico neutral o positivo, como en este caso, no suma efectos negativos a las lluvias de la región pampeana”.
¿Hay cambios en el Atlántico?
Los efectos del Atlántico que le han torcido el brazo a una “Niña” de intensidad moderada en febrero y que ha sido la fuente de humedad de las lluvias récords en el invierno, ponen a este océano en el primer lugar de importancia entre los condicionantes para Argentina. Las salidas de los diferentes modelos actualizados siguen mostrando en las proyecciones hasta diciembre un calentamiento del océano Atlántico. “Recordamos que la gran influencia que ha tenido en las lluvias se debe también a que el comportamiento de la circulación y los frentes fríos fueron muy efectivos para que ingresara la humedad y precipite con el alcance y los montos significativos que hemos visto”, agrega el consultor.
¿Otra vez lluvia para el fin de semana?
Hay nuevas tormentas a la vista para la región pampeana y lamentablemente, vuelve a encenderse la alerta para los sectores del centro oeste y noreste de Buenos Aires, por los excesos y anegamientos que sufren. Lo bueno, es que esta vez se prevén lluvias de menor volumen y más acotadas que las anteriores.