Las últimas precipitaciones fueron irregulares y poco abundantes aunque, en estas latitudes, permitieron liberar los factores ociosos de producción y el impulso contenido de sembrar.
En el resto de la región núcleo (área de influencia de GEA) continúa acentuándose la situación de sequía, como sucede también en gran parte del centro y norte del país. Esto será muy difícil de revertir. En las zonas donde se cuenta con menor cantidad de agua en el suelo, se necesitarían entre 80 y 100 milímetros de lluvia en los próximos 15 días para lograr condiciones óptimas o adecuadas. Dada la estación del año en la que nos encontramos, es muy poco probable que se produzcan. En aquellos lugares donde se ha podido sembrar, la emergencia del cultivo comienza a producirse en forma muy lenta.
|
|
Seleccione la imagen para ampliarla | Seleccione la imagen para ampliarla |
En la semana pasada las precipitaciones se dieron en el sur de GEA, norte de la provincia de Buenos Aires, con registros que superaron los 10 milímetros. Localidades como Chacabuco y Junín acumularon alrededor de 16 milímetros, seguidas por Rojas, con un valor cercano a los 12 milímetros. Estas lluvias ayudaron a mejorar la humedad superficial indispensable para la implantación del trigo.
Las reservas hídricas indicadas para una pradera permanente, tal como aparece en el mapa adjunto, se refieren a una pradera de pastos perennes bajos y activos durante todo el año, es decir, que no entra en receso en ninguna estación del año y puede considerarse como modelo para la determinación del balance de agua del suelo. Es la que más se asemeja a una pradera de referencia teórica y por ello sus reservas pueden tomarse como indicador del agua disponible para los incipientes cultivos.