La seca aprieta de este a oeste. Todo el sector pregunta por la tormenta de Santa Rosa, pero sobre todo la espera es por señales precisas en maíz y soja, con la urgencia de estar a sólo 15 días del inicio de la siembra del cereal. Los planteos rotacionales no sólo no terminan de definirse sino que nuevamente aparece la necesidad de bajar el riesgo, lo que implica la exclusión del maíz, la reducción de la inversión y del nivel de tecnología aplicada. De concretarse esto, los técnicos alertan que el rinde potencial de la oleaginosa podría estar muy por debajo de las expectativas de quienes esperan una “supercosecha”

Las coberturas de los trigos sobre los suelos es pobre hacia el este de la región núcleo. El gradiente también copia el número de macollos por planta, la condición y el potencial del cultivo de trigo. En esta semana se ha puesto de manifiesto el daño bajo a moderado en hojas que dejaron las últimas heladas. Hay muchas expectativas por los pronósticos de la tormenta de Santa Rosa, lo cual también colaboraría con la necesaria humedad superficial para las próximas siembras.

Se habla mucho de la campaña gruesa. En el sector son muy concientes que no hay margen para hacer un paso en falso, sobre todo en las regiones donde la campaña anterior dejó un saldo negativo. Vuelven a “hacer agua” los planes de siembra de soja, de sólo unas semanas atrás, que incluían una fuerte fertilización fosfatada para compensar lo que no se hizo en la campaña pasada. Ante la incertidumbre y los rumores sobre cambios en políticas fiscales, las ventas de insumos han quedado en suspenso, se repite la estrategia de bajar la inversión y de hacer un cultivo de soja con mínimo gasto.

Los técnicos alertan que de materializarse esta estrategia, el potencial de rinde de soja se verá limitado y la fertilidad de los suelos quedará seriamente afectada una vez más. Un segundo año sin reponer nutrientes y sin rotación con maíz será crítico para la salud de los suelos.

Sólo algunos milímetros se registraron en el centro y sur bonaerense: